El vino blanco Albillo 2010 de Vega Norte, Medalla de Oro en el Concurso Mundial de Bruselas

Los vinos de la Denominación de Origen "La Palma" continúan conquistando los premios de todos aquellos concursos a los que se presentan, demostrando, día a día, que la calidad de los caldos palmeros ha alcanzado ya unas elevadas cotas de excelencia, codeándose con los mejores y más conocidos vinos del mundo; todo ello fruto de el arduo trabajo de los viticultores y bodegas de nuestra isla.

En esta ocasión, el escenario ha sido el "Concours Mondial de Bruxelles", celebrado del 6 al 8 de mayo, donde el vino blanco Albillo 2010, de Vega Norte, consiguió la Medalla de Oro. El Concurso Mundial de Bruselas fue creado en 1994, que se ha convertido en pocos años en una verdadera institución europea, que ha implantado como uno de los más prestigiosos campeonatos internacionales del mundo del vino, este año con  6.964 vinos del mundo en competición, las muestras de este año representaban más de 500 millones de botellas que se comercializan en 2011.

Compuesto únicamente de profesionales, el jurado de este Concurso Mundial ha reunido el más grande número de expertos internacionales del vino y de la viña, los mejores enólogos, sumilleres, importadores o compradores del mundo vitivinícola,  los cuales han puesto sus conocimientos y sentidos al servicio del consumidor y de los vinos de calidad. Ellos han tenido el trabajo de catar los vinos procedentes de 40 países productores, una diversidad que contribuye a la singularidad del evento.

La Medalla de Oro obtenida ha correspondido a la S.A.T Bodegas Noroeste de La Palma, que comercializa con la marca con Denominación de Origen La Palma, "VEGA NORTE". El vino premiado ha sido el Blanco Albillo 2010, el que empezará a comercializarse este verano.         

NOTA DE CATA:

Este es un vino elaborado con la variedad Albillo (100%), cultivada entre los 1000 y 1500 metros sobre el nivel de mar.

Se presenta limpio y transparente con ribetes acerados, en nariz hay una buena presencia de fruta (durazno), sobre un fondo floral (hinojo); tiene una boca hecha, proporcionada, golosa y franca, con una notable persistencia, dándonos toda la fruta y recuerdos florales.