El STEC-IC, sindicato mayoritario de la enseñanza, valora el trato dialogante, negociador y respetuoso con el profesorado de la nueva Consejería de Educación en el inicio del curso escolar, comenzando por el nuevo director de la Oficina Insular. Reconoce una mejor dotación inicial de profesorado para comenzar el curso, pero constata que continúan los "viejos vicios heredados, como son la provisionalidad, la precariedad de medios, con un incremento de la contratación parcial docente (hasta 5 horas), la rutina, la falta de interés y de liderazgo de los políticos, a la hora de exigir para la Isla la calidad de la educación pública que los representantes de las comunidades educativas, los sindicatos, entidades sociales y empresariales hemos venido demandando desde hace años".
Advierten que si bien el curso comienza antes, de ello no puede deducirse necesariamente que el alumnado y los padres ganen, ni en más horas de clase, ni en calidad, ni en mejores resultados, porque "siguen faltando muchos profesores por nombrar a principio de curso, para que las comunidades educativas puedan planificar el curso seriamente y confeccionar los horarios, sin que se tenga que seguir recurriendo a horarios provisionales, o a las llamadas "jornadas de acogida", saludables en principio para la mejor adaptación del nuevo alumnado a los centros, pero que se desvirtúan cuando se está hasta una semana sin clases reales, tapando a la Administración, que se ahorra profesorado, mientras los alumnos están más o menos entretenidos o hacen turismo escolar".
Especialmente sangrante, indica el STEC, ha sido en los últimos años el sector de Escuelas Unitarias, al que se sigue racaneando los maestros necesarios para comenzar.
El STEC sigue denunciando además que "en La Palma continuamos siendo víctimas del incumplimiento de viejos compromisos de la Consejería de Educación", entre los que menciona el Foro por la Educación Pública, del que "nunca más se supo, al que se comprometió Milagros Brito hace tres cursos, de forma solemne en el Cabildo de La Palma, ante la Presidenta, los directores de centros de Secundaria, los sindicatos de la enseñanza y Cepyme La Palma. Foro que pretendía racionalizar y actualizar el Mapa escolar y las enseñanzas desde las escuelas pequeñas, pasando por la Formación Profesional y el Bachillerato. Todo ello acorde con el modelo económico sostenible que se dice pretender para nuestra Isla desde el Cabildo, para que podamos sacarla del marasmo educativo, social, económico y de oportunidades, que venimos padeciendo, que evite la pérdida de alumnado que debe emigrar para poder cursar la Formación Profesional deseada, por la falta de oferta adecuada, sobre todo en relación a las nuevas tecnologías".
Igualmente, denuncia, que se sigue incumpliendo el acuerdo que se firmó en el Palacio de Salazar en mayo de 2007, entre la Consejería, los Sindicatos de enseñanza y el Colectivo de Escuelas Unitarias de la isla, un acuerdo para toda Canarias, que costó dos años de negociación, con el apoyo del Cabildo Insular, que la Consejería no ha querido aplicar en toda su extensión, incumpliendo con su responsabilidad de publicarlo en el BOC y de convocar la Comisión de Seguimiento prevista en el texto del acuerdo.
A esta situación de recortes en la educación que ya venía aplicando la Consejería, se ha sumado, advierte, "la profunda crisis que estamos todos atravesando (menos los ricos, claro, que se benefician), que arrastra, junto a la falta de recursos para aplicar las políticas educativas en la Isla, la falta de negociación real de nuestros problemas, la pervivencia de la burocracia, la dejadez, la poca sensibilidad y la no solución de viejos problemas, que desanima no sólo a los docentes, sino a toda la ciudadanía".
Para la ciudadanía, según este sindicato, "está claro que en los últimos años hemos perdido interlocutores y liderazgo de los políticos insulares a la hora de demandar, negociar, medios y recursos suficientes para el buen funcionamiento y la calidad de la educación en la Isla; que han renunciado a la brega, y han dejado en manos de la Consejería en exclusiva la planificación educativa, alejando cada vez más al ciudadano del necesario control sobre un servicio esencial para el futuro de nuestros jóvenes".
Concluye el STEC-IC saludando el nuevo trato de la Consejería, "respetuoso con el profesorado y muy necesario para la revalorización social del trabajo docente que parece emprender la Administración", pero, ante la realidad "nada esperanzadora", convoca a las comunidades educativas, a las AMPAs, y a los sindicatos de la enseñanza a la participación, para organizarse y trabajar unidos para resistir a los recortes en el sector público y por la mejora de la calidad de la educación en la Isla.
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