Los grabados rupestres del yacimiento arqueológico de la Cueva de Belmaco, en Mazo, peligran por los excrementos de las palomas, un hecho que la nueva consejera de Cultura del Cabildo, la socialista María Victoria Hernández, ha puesto ya en conocimiento del director general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno canario, Aurelio González, para que estudie poner freno a esta situación de la manera menos agresiva e impactante con el entorno. La consejera explicó además que este estudio le serviría a la Dirección General para aplicar en otros monumentos de Canarias que también se ven afectados por las palomas.
María Victoria Hernández consideró que es necesario realizar una intervención urgente para ahuyentar las palomas porque están haciendo daño en los grabados de la Cueva de Belmaco que "es el yacimiento del Atlántico más conocido en el mundo", aseguró.
"Cualquier arqueólogo del mundo sabe dónde está Belmaco y de su importancia", por lo que reiteró que hay que hacer los trabajos que sean necesarios para preservar el Caboco de Belmaco descubierto en el año 1763.
La Ley de Patrimonio determina, sin necesidad de abrir e instruir expediente, que los grabados o petroglifos son Bien de Interés Cultural y, por tanto, tienen máxima protección.
