Las familia de Maroparque crece con un nuevo tití de manos rubias, dos puercoespines y un avestruz

Dos puercoespines africanos, un avestruz africana y un tití de manos rubias, además de varios conejos de angora y pavos reales han nacido en las últimas semanas en Maroparque isla de La Palma, parque zoobotánico ubicado en Breña Alta, que amplía así su familia.

De estos nacimientos, el que más relevancia tiene es el de los titís de manos rubias (Saguinus midas), una especie de primate platirrino originaria de la Amazonía, que habita en Brasil, Guyana, Guayana Francesa, Surinam y Venezuela.

Se caracterizan porque presentan colas largas en relación a la masa corporal, así como hocicos achatados con las narinas en posición lateral. Se alimentan principalmente de frutas, que complementan con flores, néctar, savia, hojas, arañas, insectos y animales pequeños. Muchas especies muestran organizaciones tribales territoriales. En algunas especies ocurre el establecimiento de parejas monógamas de por vida, compartiendo las tareas de cuidado de las crías.

Los titís de manos rubias viven en grupos cooperativos territoriales de 4 a 15 integrantes en los que la defensa es una prioridad del grupo, y cuando uno es amenazado llama a los demás compañeros y pueden tornarse agresivos mostrando los dientes y las manos a manera de pequeñas garras. Es un trepador excepcional, le gusta permanecer en las ramas de los árboles entre los 5 y 25 metros de altura y puede dejarse caer unos 18 metros hasta el suelo, sin sufrir heridas.

Solamente una hembra del grupo se reproduce. El período de gestación es de 140 a 170 días y generalmente, aunque el nuestro no ha sido el caso, las madres paren dos crías en cada parto, que son cargadas por el padre y otros integrantes del grupo que las entregan a la madre sólo para la lactancia. Presentan un pelaje corporal negro, mientras que el de manos y pies es dorado o amarillento. La longitud del cuerpo con la cabeza es de 20 a 30 cm, y la cola mide de 27 a 44 cm. Pesa de 265 a 430 gramos y puede vivir de 10 a 13 años en la selva y hasta 16 en cautividad.

Sus predadores naturales son tigrillos, aves rapaces y serpientes. Sin embargo, la principal amenaza que pesa sobre la especie, al igual que sobre muchas otras, es la destrucción de su hábitat natural por parte del ser humano.

Por su parte, los avestruces africanos son la especie de ave más grande del mundo, llegando a alcanzar los 3 metros de altura y los 18 kg de peso. Ponen huevos cuyo peso oscila entre 1 y 2 kg de peso y los polluelos al nacer miden entre 25 y 30 cm de altura, pesando unos 900 g. y, durante el primer año de vida los crecen unos 25 cm al mes.

Sus alas pequeñas no les permiten volar, aún así, les ayudan a impulsarse, equilibrarse al correr y como mecanismo de defensa, agitándolas para atacar a posibles depredadores.

Poseen una pequeña cabeza en relación al cuerpo, grandes ojos (5 cm de diámetro) que les proporcionan una vista excelente, pico plano y de punta roma y un largo cuello sin plumas, al igual que sus largas patas, que son potentes y musculadas, perfectamente adaptadas para correr. Pueden alcanzar más de 90 km/h durante unos 30 minutos, para lo que presentan tan sólo 2 dedos en cada pata. En dichas patas presentan unas fuertes garras que usan para defenderse en caso de ataque.

Su longevidad está entre los 30 y 40 años, aunque en cautiverio pueden cumplir 50 años