Restos fósiles de unos 200.000 años parecen confirmar que La Caldera fue una gran laguna

Unos fósiles vegetales hallados en el barranco de Las Angustias han dado nuevas pistas sobre la historia geológica de la isla de La Palma y la configuración de La Caldera de Taburiente. "Cuando el barranco de Las Angustias no se había formado, el interior de La Caldera era una gran laguna y en ese ambiente se sedimentaban muchos materiales finos y la vegetación del entorno quedaba conservada en el fondo". Luego,  movimientos geológicos "conformarían el barranco de Las Angustias, que se abriera La Caldera y todas las aguas que tenía en su interior salieran".

Así describió Juana Vegas, técnica del Instituto Geológico-Minero de España, el origen de estos sedimentos que son "afloramientos" surgidos de su interior y que muestran que "La Caldera tenía otro pasado totalmente diferente". Este hallazgo fue realizado por el profesor de la Universidad de Cardiff, en Gales, Alan Channing, que presentó este descubrimiento en el Museo Arqueológico, junto con un equipo de científicos de distintas disciplinas.

Channing indicó que a La Palma han venido muchos geólogos, sobre todo vulcanólogos. "Pero también en estos ambientes se forman sedimentos, que son testigos de otros acontecimientos geológicos".  Juana Vegas señaló que es difícil encontrar un yacimiento de fósil tan bien conservado en un ambiente volcánico.

Los científicos destacaron la necesidad de conocer con más exactitud su antigüedad, pero estiman que, "por correlación con otras lavas, sospechamos que tienen unos 200.000 años". Vegas indicó que ha analizado el polen del yacimiento y hay muchos restos de palmera, "de las que ahora no hay muchas dentro de La Caldera". Asimismo, dijo que no hay señales de pinos. "Hay una vegetación acorde con lo que podemos encontrar en cualquier laguna que visitamos ahora, como juncos, cañas, laurisilva o mimosáceas".

Arnoldo Santos, técnico del Jardín Botánico de Tenerife,  mostró su sorpresa por la cantidad de restos que contiene. "La Palma es una isla joven, que se supone que no tiene más de dos millones de años de antigüedad la parte aérea, pero el complejo basal, el fondo de La Caldera, es mucho más antiguo", explicó el botánico palmero, quien reconoció que siempre le ha intrigado lo que podría haber en esa zona de contacto entre la parte antigua y nueva de la Isla, que estaría a la altura de La Cumbrecita.

Santos recalcó que la mayoría de los endemismos de La Palma están relacionados con plantas  de otras islas, especialmente Tenerife. Aunque también existen unos pocos casos que "no tienen parientes en otras islas, como una lechuga silvestre". Del sedimento indicó que tiene muchos metros cúbicos y puede deparar alguna sorpresa. "Conocemos lo que ha aflorado pero no sabemos lo que puede haber en su interior". Destacó que hay plantas caducifolias, como restos de sauces;  plantas perennifolias, como el viñátigo. Por el ambiente podría haber también barbusanos, mocanes. "Ahora, lo que más me sorprende es que haya plantas monocotiledóneas, como dragos o la cebolla". También consideró importante que se haya podido identificar la caña, "porque se supone que es un elemento asiático que llegó muy tardíamente al Mediterráneo y a Canarias".

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, destacó la importancia de este hallazgo por las vías de investigación que abre para conocer la formación geológica de la Isla.