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El mundo se mira en el espejo de La Palma para combatir la contaminación lumínica

Arranca el taller internacional, donde expertos internacionales debatirán sobre esta problemática, que “impide al 70% de las personas que viven en Europa ver las estrellas”.

Presentación del taller internacional sobre contaminación lumínica

La Palma es hoy el epicentro de la investigación internacional para combatir la contaminación lumínica, que no para de crecer, como ha puesto de manifiesto Fabio Falchi, autor del Atlas Mundial de la Contaminación Lumínica, que se presentó por primera vez en el mundo como libro, en el marco de la inauguración del taller Starlight, beyond light pollution (Luz de las estrellas, más allá de la contaminación lumínica), que acaba de arrancar con la participación de especialistas de distintas nacionalidades.

Fabio Falchi destacó que las regiones con más contaminación lumínica son Europa, el este de los Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y el este de China. “La contaminación lumínica se ha incrementado en muchos lugares del mundo y actualmente al menos un tercio de la humanidad es incapaz de ver la vía láctea“, comentó el investigador, quien señaló que “el 70% de las personas que viven e Estados Unidos o Europa es incapaz de ver las estrellas y la vía láctea”.

Este fenómeno no es a estas alturas una consecuencia irremediable del progreso tecnológico. “Actualmente hay conocimientos suficientes y tecnología para disminuir sensiblemente la contaminación lumínica, es una cuestión cultural y de decisión política”, indicó Falchi.

Advirtió además que esta contaminación lumínica no sólo tiene consecuencias culturales. “Debemos recordar que durante millones de años la vida animal y la bioversidad se ha acostumbrado a un ciclo continuo de mitad día y mitad noche, que impregna a todos los seres vivos. Y ahora se ha cambiado ese ciclo continuo, perdiendo la parte oscura, lo que tiene consecuencias inmediatas en la salud y la biodiversidad“.

Sobre la situación que detalla La Palma dentro del Atlas, donde se analizan los casos donde se encuentran los mayores telescopios, Chile y Háwai, junto con Canarias, “hay zonas del territorio muy bien conservadas, especialmente la zona del Roque de los Muchachos, y otras con vestigios de contaminación lumínica. Lo mismo ocurre en los otros observatorios”.

Audrey Fischer, presidenta de la Sociedad Astronómica de Chicago y fundadora de la iniciativa One Star at Time, aseguró que no hay un lugar más adecuado para celebrar este taller que La Palma. Fisher trabaja para intentar mejorar la calidad del cielo de Chicago, “el lugar de más contaminación lumínica del mundo”, y sostiene que “La Palma es un ejemplo maravilloso para todo el mundo, en el que tanto las autoridades, los empresarios y los ciudadanos trabajan para mantener el cielo sin contaminación”.

Fisher advirtió de que “la luz de las estrellas está desapareciendo en todo el mundo“. En este sentido, dijo que un estudio del organismo de parques nacionales de Estados Unidos prevé que en 2025, el 95% de los estadounidenses no van a ver un cielo estrellado en su vida por el crecimiento exponencial de la contaminación lumínica. “Y eso ocurre en todo el mundo, es un problema global”, añadió.

Con el sistema LED, señaló que hay una oportunidad de cambiar las cosas. Pero advirtió de que “hay LED buenos y malos”, y hay que difundir los primeros. “Es mi deseo traer a La Palma tanta gente como pueda para que vean cómo trabajan juntos para defender el cielo. Es posible recuperar el cielo nocturno lleno de estrellas para inspirar y alimentar el alma de todos los niños del planeta, este el núcleo de la meta que perseguimos”.

Cipriano Marín, coordinador de la iniciativa internacional Starlight, señaló que el título elegido para este encuentro, luz de las estrellas, más allá de la contaminación lumínica, “va dirigido expresamente, en primer lugar, al reconocimiento de un derecho tal cual figura en la declaración”. En segundo lugar, recordó que “en el mundo actual somos cada vez más conscientes de que luchar contra la contaminación lumínica es también luchar contra el cambio climático; es luchar en favor de la conservación del medio ambiente y la naturaleza; en favor de la salud humana, y desde luego proponer la recuperación de un patrimonio cultural y un derecho de los ciudadanos”.

Marín advirtió de que “hoy no hay excusas, no hay barreras tecnológicas para combatir la contaminación lumínica, y La Palma es un buen ejemplo”.

Ovidiu Vaduvescu, investigador del Grupo de Telescopios Isaac Newton y miembro de la empresa familiar Astro Travels, encargada de la organización de este taller internacional, señaló que es la sexta expedición rumana que traen a La Palma para disfrutar del cielo, con 120 personas. Asimismo destacó la participación de ponentes de diferentes países como Italia, Alemania, Bulgaria, Holanda, Ingalaterra, Canadá, Chile y España.

El consejero de Planificación Territorial del Cabildo, Gonzalo Pascual, puso el acento en las cualidades de La Palma en esta materia, con hitos tan relevantes que van desde la promulgación de la Ley del Cielo hasta la declaración mundial en defensa del cielo nocturno y el derecho a la observación de las estrellas, Starlight La Palma. “El derecho a un cielo nocturno no contaminado, debe considerarse un derecho inalienable de la humanidad, equiparable al resto de los derechos medioambientales, sociales y culturales”, concluyó.

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