El periodista y escritor se ha mostrado fascinado con el cielo de La Palma en su visita al Roque de los Muchachos
Juan Cruz en el Observatorio del Roque de los Muchachos. Crédito: Antonio González/IAC.
Juan Cruz en el Gran Telescopio CANARIAS (GTC), junto a Saskia Prins, investigadora del IAC, en el Observatorio del Roque de los Muchachos. Crédito: Antonio González/IAC
Juan Cruz en el Gran Telescopio CANARIAS (GTC), junto a Saskia Prins, investigadora del IAC, en el Observatorio del Roque de los Muchachos. Crédito: Antonio González/IAC
Juan Cruz en la sala de control del Gran Telescopio CANARIAS (GTC), en el Observatorio del Roque de los Muchachos, junto a Antonio Cabrera y Roi Alonso, investigaores del IAC. Crédito: Antonio González/IAC
Juan Cruz durante la observación astronómica nocturna, delante del Gran Telescopio CANARIAS (GTC) del Observatorio del Roque de los Muchachos. Crédito: Antonio González/IAC.
Vía Láctea sobre el Gran Telescopio CANARIAS en el horizonte, en el Observatorio del Roque de los Muchachos. Antonio González/IAC.
“La observación de la Tierra, los mares y el cielo siempre han sido objeto de inspiración a lo largo de la historia y yo, ahora, con todo lo que he aprendido, me llevo la impresión de que soy más chico todavía. Si de verdad supiéramos de qué estamos hechos, seríamos más humildes. Estoy fascinado con este cielo”.
Así explicaba Juan Cruz su positiva experiencia en el Archipiélago tras visitar el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y los Observatorios del Teide y del Roque de los Muchachos. El periodista y escritor es el tercero de una serie de autores que participan en el proyecto transversal del IAC “En un lugar del Universo…”, que celebra el IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes fusionando Astronomía y Literatura. El proyecto les invita a plasmar su visión de la Astronomía, que se materializarán en un volumen de relatos cortos cuyo fin será un proyecto solidario relacionado con el Alzheimer.
Este proyecto cuenta además con la participación de las instituciones científicas internacionales de los Observatorios de Canarias y del Museo de la Ciencia y el Cosmos, de Museos de Tenerife, así como con el apoyo del Instituto Cervantes y financiación del Programa Severo Ochoa.
La primera parada de Juan Cruz fue el Observatorio del Roque de los Muchachos, en Garafía (La Palma). Allí recorrió algunas de sus instalaciones, como el Gran Telescopio CANARIAS (GTC), el Telescopio belga Mercator, los telescopios del Grupo Isaac Newton y los Telescopios Magic, y disfrutó de una observación astronómica nocturna tras la puesta de sol. “Estoy fascinado con este cielo, sus nubes, y ese sol que se oculta y da paso a un cielo extraordinario que convierte a Canarias en una de las grandes capitales astronómicas del mundo”, afirma el escritor. También visitó la Real Sociedad Cosmológica de Santa Cruz de La Palma, en un acto organizado por el Cabildo Insular de La Palma.
Ayer, visitó la sede central del IAC en La Laguna, donde, además de conocer el Área de Instrumentación y los proyectos tecnológicos, se reunió con científicos e ingenieros que le informaron de las actividades que lleva a cabo el IAC. Después, subió al Observatorio del Teide, en Izaña (Tenerife), y allí visito algunos telescopios como el Experimento Quijote, el Laboratorio Solar o la Estación Óptica Terrestre (OGS).
Por último, esta mañana visitó el Museo de la Ciencia y el Cosmos, de Museos de Tenerife, donde pudo descubrir la ciencia de forma amena e interactiva y donde, junto con el vicepresidente del Cabildo de Tenerife Aurelio Abreu, tuvo un encuentro con los medios de comunicación para compartir sus impresiones sobre su experiencia en Canarias y el proyecto “En un lugar del Universo…”.
El cielo como leitmotiv
Si algo destaca Juan Cruz de su estancia en las Islas esta semana ha sido la pasión con la que el personal que ha conocido realiza y explica su trabajo. “En ellos -añade Cruz- encuentro un enorme entusiasmo por contar y eso me ha pasado a mí. Si lograra transmitirlo, sería fantástico”. El cielo, objeto de estudio de los astrofísicos, ha sido también para él una de sus inspiraciones y obsesiones estos días. “A todos les pregunté de qué hablaba el cielo, que les decía”. Y afirmó que será su leitmotiv para su próxima creación literaria. “¿Cómo no utilizar este enorme tesoro que tenemos para convocar a la gente a sentir y aprender con curiosidad?”.
Sin embargo, lamenta que las instituciones no pongan suficientemente en valor el bagaje científico de “este lugar sin límites que es el IAC y el Museo de la Ciencia y el Cosmos”. “Me da rabia que un sitio tan importante para la investigación científica no tenga ese reconocmiento. Canarias tiene que reivindicarse como un lugar de ciencia y tecnología y tenemos que servirnos de ella”, concluye.
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