Las personas consultadas por este periódico, compañeros de trabajo en el Cabildo y amigos de su familia, coinciden en destacar la personalidad y profesionalidad de Francisco Santana Álvarez, de 54 años de edad, que perdió la vida cumpliendo con su deber en el incendio de El Paso. Un drama que ha teñido La Palma de luto y que, como la ceniza que sobrevuela el Valle de Aridane, ensombrece la isla bonita.
Hasta que no pudieron acceder los miembros de la Guardia Civil a la zona donde se encontraba el cadáver, no se pudo confirmar oficialmente su fallecimiento. Si bien, todos sabían ya el desenlace trágico de este operario que llevaba dos décadas trabajando en el Cabildo de La Palma, que no pudo salir de la zona del incendio con la brigada con la que accedió.
“Fran no debió morir”, comenta un experto en incendios forestales de Gran Canaria, Carlos Velázquez, que trabajó con Fran Santana hace décadas en la isla de donde era natural.
Lamentablemente Fran Santana ha sido trágicamente protagonista de este incendio, donde cientos de personas trabajan a destajo para tratar de extinguir el fuego, en medio de unas condiciones infernales. Un infierno del que tristemente Fran no pudo salir, y que siguen intentando erradicar sus compañeros, para quienes el ejercicio del deber es todo un acto heroico.
