El deportista palmero dedica el nuevo reto conseguido a la Isla Bonita por el desgraciado incendio que ha sufrido
Ricardo García consigue un nuevo reto sobre sus esquís de agua.
A pesar de todas las adversidades sufridas durante el transcurso de la prueba, el palmero Ricardo Miguel García Castro logró ayer sábado superar con éxito un nuevo reto deportivo sin precedentes: Unir El Club Náutico de Sevilla con el Club Náutico del Puerto de Santa María, surcando para ello el río Guadalquivir con sus esquís. Empleando para ello un periodo de tiempo verdaderamente corto de 3 horas y 46 minutos, a una velocidad media de 19-20 nudos, recorriendo un total de 70 millas náuticas.
El reto se inició a las 9:27 de la mañana, tras pasar la exclusa de Sevilla, llegando al real club náutico del puerto de Santa Maria a las 13:12. El éxito ha sido rotundo, no solo por haber superado esta prueba en sí, que ya es difícil, sino por hacerlo sin arnés de tiro, solo con la fuerza de sus brazos. A ello hay que unirle las dificultades e imprevistos surgidos con las embarcaciones, que fueron unas cuantas.
La embarcación de arrastre, a mitad de la prueba comunica que se le estaba rompiendo la correa de distribución y se decide, sobre la marcha sin pensar muy bien cómo hacerlo, cambiar la cuerda que tira de Ricardo a la lancha de apoyo y continuar solo con esa lancha, con las dificultades para poder hacer esa maniobra en marcha y sin que el deportista se cayera. Algo difícil, pero que se logró gracias a la experiencia y rapidez de su equipo al ver el problema.
A partir de ese momento y hasta el final, ya no llevaba lancha de apoyo para que le suministrase comida y bebida (con las temperaturas altas y el viento de Levante). Por si esto fuera poco, nos encontramos por el camino con un tronco que por poco derriba a Ricardo y da por finalizada la prueba.
Después del incidente del tronco, el guía de la prueba que conocía a la perfección la ruta, sufre un despiste y hace que la lancha se aproxime a zonas muy peligrosas haciendo que la hélice del barco se golpeara con una roca y que Ricardo pasara sobre un banco de arena con consiguiente riesgo de que se cayera, pero no fue así, aunque el motor ya queda en penurias.
El equipo hace llamadas de urgencia para que otra lancha saliera del Club Náutico del Puerto de Santa María y pudiera acercarse, para que Ricardo pudiera concluir la prueba, ya que aunque solo faltaban 3 millas, se veía que iba a tener que parar porque el motor no aguantaría. Así que por segunda vez se vuelve cambiar de embarcación de arrastre. Se queda sin otra parte del equipo ya que la otra mitad la había perdido mucho antes, pero gracias a esa embarcación y luchando contra el fortísimo viento y oleaje consigue llegar a su punto de destino, el Real Club Náutico del Puerto de Santa María. Las dificultades han sido extremas y jamás en el número de travesías realizadas por Ricardo se ha encontrado con tanto problema.
Tras padecer un gravísimo accidente de tráfico, siendo arrollado cuando conducía una motocicleta, en el año 2012, Ricardo García demuestra una vez más que la tenacidad, el deseo y la fuerza por lograr objetivos es más fuerte que los dolores o que cualquier cosa que paralice la vida de una persona. Siempre en la vida uno se debe proponer metas, sueños. Buscar ese objetivo, sin desmoralizarse, sin pensar en lo peor, sino todo lo contrario y con ese optimismo se logrará todo lo que se desee.
Este ha sido uno de los objetivos desde el 2012 . No solo demostrarse a sí mismo que podía recuperar su vida, sino que lo que pretendía es animar a que muchas otras personas vean que querer es poder.
Y mucha gente le ha seguido desde entonces, y le han animado a continuar con sus retos porque supone un ejemplo de superación y alienta a más personas para que suban su autoestima y piensen que “todos podemos si nos lo proponemos”.
Además, en esta ocasión quiso dedicar la prueba a su isla, la Isla Bonita, que por desgracia ha sufrido un grave incendio, por una imprudencia y que le ha costado la vida a una persona, además de otros incidentes. Todos con La Palma querido expresar,
Este nuevo reto ha sido posible gracias a la colaboración de diversas empresas e instituciones: Coplaca, Ayuntamiento de Tijarafe, Cabildo Insular de la Palma, Stenellainmobiliaria, Mabel Joyeros, Mabel trofeos, Real Club náutico del Puerto de Santa María, Club náutico de Sevilla, Ayuntamiento del Puerto de Santa María, Ayuntamiento de Sevilla , Marina Sevilla, Repsol, Agropalma, Boat System, Autogas Repsol, Sport Line.
El equipo estaba integrado por dos lanchas, una de arrastre, donde iban cinco personas y otra de apoyo, con 8 personas que le iba suministrando el agua, plátanos y los frutos secos tan imprescindibles para poder obtener energía para la prueba.
Llevaba cuatro patrones profesionales, (dos que han realizado con él todas las travesías), un enfermero,vun cámara, una coordinadora de seguridad, un fotógrafo y dos miembros más del equipo que eran los encargados de acercar a Ricardo con un bichero, atado en un extremo con una red, todos los alimentos, bebidas y de tener todo previsto para cualquier suceso. Imprescindibles para que pueda realizar la prueba. Además de recoger los botellines de agua que quedaban vacíos y Ricardo no lanzaba al mar concienciado con el medio ambiente.
Ricardo la noche anterior no pudo dormir nada por el estado de nervios que tenía. En la primera media hora se siente mal, le tira la espalda, pero una vez transcurren los minutos y con la tensión del cambio de embarcación después nada impide que siga y a cada minuto que pasa se empieza a sentir mejor.
En sus esquís lleva pegado la foto de sus padres ya fallecidos y de su equipo. Algo que le levanta el ánimo..
Una vez más, no defrauda y realiza su objetivo. Una nueva hazaña que jamás olvidará ninguno de los que han vivido este reto.
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