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Visto para sentencia el juicio del incendio de 2009 que dejó 450 perjudicados y casi 4.000 hectáreas quemadas

En las conclusiones finales, el fiscal mantuvo su petición de condena de siete años de prisión contra las acusados porque consideró que ha quedado probado que lanzaron 16 voladores y que uno fue la causa del incendio, mientras que el abogado defensor afirmó que no hay un solo testigo que diga que de la plaza salió un volador y que la investigación ha sido la “más rápida y acomodaticia de la historia de España, en donde se han encontrado a los autores en media hora”

Juicio por el incendio de 2009 en La Palma.

El juicio por el incendio de Mazo de 2009, que dejó 450 perjudicados y casi 4.000 hectáreas quemadas, ha quedado visto para sentencia después de cuatro sesiones en la que han declarado numerosos testigos y serán ahora los tres jueces del Juzgado de lo Penal Número 7 de Santa Cruz de Tenerife lo que decidan si condenan o absuelven a los tres miembros de la Comisión de Fiestas de Tigalate sentados en el banquillo y para los que el ministerio fiscal ha ratificado su petición de siete y años y seis meses de prisión por un delito de incendio forestal causado por imprudencia grave.

Antes de la conclusiones finales, en la última sesión se escuchó el testimonio de varias personas, destacando el de un perito de Valencia, gerente de la Asociación española de fabricantes de fuegos artificiales que dijo, a preguntas del abogado de la defensa, que un volador nunca puede recorrer 324 metros, que es la distancia que hay desde la plaza de Tigalate donde se celebraba la fiesta del barrio hasta el lugar donde se inició el fuego en 2009. “Un volador número 3 o 5, se dispare de donde se dispare, nunca puede recorrer 324 metros, jamás”, sentenció este experto que explicó que un cohete cuando llega a su altura, 60 o 70 metros como máximo, estalla la cápsula y el motor y la varilla se fracciona y cae apagada.

Entrando de lleno en las conclusiones finales, el fiscal consideró que ha quedado demostrado que los acusados lanzaron 16 voladores (los ocho que dicen que tiraron y los otro ocho que no aparecen) y que uno de ellos fue el que provocó el incendio, algo que entiende que quedó probado con el informe del Seprona (en el origen y las causas indicó que está demostrado que fue un volador y el lugar donde se produjo) y por el testimonio de dos personas, Lotar y Romualda, que “vieron el mismo volador defectuoso que se lanzó de la plaza de Santo Domingo, el lugar donde cayó, en el que se encontró un rastro con restos de plástico y que la pericial del laboratorio demostró que era el mismo de los voladores que tenía la Comisión de Fiestas.

El motivo de que se pidan penas tan altas de cárcel para los acusados es porque, según explicó el fiscal, se tuvo que evacuar a mucha población y se entiende que se produce un “delito abstracto” ya que se quemaron 221 viviendas y hubo 450 perjudicados (350 en Fuencaliente y 130 en Mazo), y 4.000 hectáreas quemadas en el sur de la Isla afectando a dos espacios naturales. Hubo que hacer una tasación realmente importante, indicó.

El representante del ministerio fiscal hizo hincapié en que a los acusados no se le juzga porque sean malas personas sino por sus actos y en este sentido indicó que con la situación de alerta que había no tenían que haber tirado voladores que “no estaban autorizados por el ayuntamiento” porque en el programa no parecían. “No buscamos una sentencia ejemplar ni ejemplarizante sino justa y ajustada a la conducta que se esstá juzgando”, dijo. El fiscal llamó también la atención sobre el silencio de los acusados sobre los ocho voladores que no se sabe dónde están y la diferencia de actitud entre las personas que estaban dentro de la plaza y las que estaban fuera. “Las que estaban fuera, unas ven y escuchan los voladores, y otras solo los escuchan” mientras que “los que están dentro de la plaza no ven ni escuchan nada, entre ellos los acusados”.

La defensa criticó la falta de rigor

La visión del abogado de la defensa fue totalmente distinta a la de fiscal ya que en su alegato final manifestó que “en este juicio no se ha producido una sola prueba que determine cualquier relación de causalidad entre las actividades que estos señores, los acusados, estaban realizando en la plaza de Tigalate con el resultado del fuego producido”. “No se ha probado que haya habido el más mínimo lanzamiento de voladores, es más, no se ha llegado a acreditar minímimante que sea un volador la causa, es una suposición. Basta leer los informes de la Guardia Civil como el resultado de la investigación de la policia judicial que es lo más falto de rigor que este profesional ha visto en la vida”.

Para el abogado de la defensa la prueba que se ha practicado no solamente no demuestra que haya habido un lanzamiento de voladores desde la plaza después de la seis de la tarde sino que ni siquiera haya sido un volador. Y que tampoco hay un solo testigo que diga que esto haya sido así. Defendió que los acusados no recibieron ninguna comunicación de alerta, tampoco la piroctenia, que sí tenían la autorización del ayuntamiento para tirar cohetes y que ellos mismos decidieron no tirar más después de la seis de la tarde por cautela aunque lo podían haber hecho; qué mejor conducta quieren, dijo, y criticó que se “retorciera el tema de la lanzadera para tirar los voladores, diciendo que si era más o menos holgada cuando los voladores se pueden lanzar con una botella”. “Es la investigación más rápida y más acomodaticia de la historia de España en donde se han encontrado a los autores en media hora”, espetó el letrado, para añadir que “esto no es serio”.

El abogado insistió en lo dicho por el perito valenciano de que era “materialmetne imposible” que un volador de las características de los que se tenían para la fiesta se pueda lanzar 300 metros en vertical o en horizontal, y que Romualda, al contrario de lo dicho por el fiscal, no sabía si el volador había salido de la plaza o de detrás, y que Lotar tampoco dijo que el volador saliera de la plaza porque estaba de espaldas y él vio lo que estaba delante. “No hay ni una sola prueba que diga un solo testigo que de esa plaza salió un solo volador o que viera que de esa plaza salió un volador. Todos lo que dicen es que han visto una estela del cielo, una chispa en las proximidades, etc”.

Sin embargo para el abogado, lo más concluyente de todo es que “desde la ocho de la tarde, si vemos la declaración de todos los que acuden a la plaza, empezando por las concejales, y hasta las once de la noche, se podrá decir que a alguien le sentó mal la tortilla que hicieron, pero lo que no se podrá decir nunca es que estos señores lanzaron un solo volador desde la plaza, por lo que esa relación de causalidad está rota desde el inicio. No hay por donde coger la relación entre las actividades legítimamente realizadas con arreglo a la autorización y el incendio que se produce”.

Terminó el abogado diciendo que “es lamentable el incendio, los daños producidos, y el medio millar de afectados” pero, afirmó, “este incendio se ha llevado por delante a tres familias, a tres pesonas que sin la menor prueba se han encontrado con un procedimiento sobre sus cabezas por ser los tontos del pueblo, porque estaban allí y ahora los cazamos” y lo peor, indicó, “es que quien hace esto es un inspector de policía que hace una construcción en base a sospechas y conjeturas que parte de dos testigos de cargo y con otros indicios (la lanzadera y los restos plásticos encontrados) y desecha toda la parte que no le interesaba como el informe de la policía municipal que excluye la cuestión del volador “por las múltiples contradicciones encontradas” y que valoró que podía haber sido provocado pero no que llegaron a investigar imputaciones concretas. Sin embargo, lamentó el abogado, “este informe no se tuvo en cuenta”. También consideró que las imputaciones son “disparatadas”. Por todo ello, solicitó una sentencia absolutoria “lo antes posible” de los acusados para que “su honor quede restaurado” y para que “puedan descansar” porque afirmó que han sufrido la estigmatización social y mediática durante siete años.

Actuación negligente

Tanto el abogado de la Asociación Más Nunca, como el de la aseguradora y el del Cabildo se sumaron a la peticion condenatoria solicitada por el fiscal por entender que habían quedado probados los hechos de los que se les acusaba a los tres vecinos. El abogado de Más Nunca echó en falta que no se haya tenido presente la situación de los afactados y criticó la falta de “valentía” de las concejales que estaban en la plaza, también dijo que van a intentar que el ayuntamiento repare el daño a los perjudicados porque “no pueden irse de rositas por su negligente actuación” que consideró que en el desarrollo del juicio ha quedado demostrado. El abogado de la aseguradora dijo que a tenor de lo escuchado durante el juicio “parece que los voladores son inocuos y nos es así, causan incendios (en Valencia dijo que ha habido numerosos incendios, más de 50, por voladores)” y el abogado del Cabildo explicó que se adhería al informe el fiscal porque “hay multitud de pruebas en contra de los acusados. El fallo corresponde a los acusados, no a un tercero”.

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