El turismo se desinfla

El turismo en la Isla nunca ha sido muy boyante que digamos pero el problema es que ahora se está desinflando (la llegada de turistas ha caído a niveles del año 99) y la situación es ciertamente preocupante porque muchas familias directa o indirectamente viven de lo que genera esta actividad. Buscar culpables no sirve de nada pero sí sería conveniente que todos los que tienen que ver con la marcha de este sector se olvidaran de los enfrentamientos y de las rencillas y se pusieran a trabajar unidos para sacar esta Isla adelante. El turismo alemán es nuestro fuerte y ahí deberían centrarse todos los esfuerzos porque ellos son los que mayoritariamente nos eligen como destino sobre todo en invierno y en verano apostar decididamente por el turista nacional, canario y peninsular, haciendo promociones fuertes que seduzcan al visitante. Abrir nuevos mercados no es descabellado pero no debe ser la prioridad y ahí tenemos el ejemplo de Polonia, una apuesta del Cabildo que no acaba de cuajar y por el camino se han quedado esfuerzos y dinero que se podrían destinar a actuaciones más viables y productivas. Claro que todo esto pasa por mejorar la conectividad, que sigue siendo nuestra gran asignatura pendiente después de años de promesas incumplidas. No podemos permitirnos el "lujo" de estar cada día más aislados del exterior porque eso frena nuestra movilidad y también la llegada de pasajeros. El panorama es bastante complejo y La Palma como destino no lo tiene fácil pero se pueden conseguir cosas si se hacen con un poco de sensatez. No es mucho pedir.