La soledad de Rivero y el distanciamiento de Taño y Perestelo

En el acto de inauguración del área recreativa de Punta Larga, en Fuencaliente, dio la sensación de que Paulino Rivero está solo y que los que antes le agasajaban, porque eran del partido, ahora lo saludan y punto. El presidente estuvo acompañado en todo momento del alcalde Gregorio Alonso, a quien le dedicó no pocos piropos alabando su gestión, pero con la secretaria general de los nacionalistas palmeros, Guadalupe González Taño, y con José Luis Perestelo, diputado, lo que hubo fue un saludo de cortesía y unas breves palabras como si fueran unos extraños. Tras el discurso, Rivero se fue a comer a una de las mesas del recinto con el alcalde mientras que Taño y Perestelo estaban cada uno por su lado escenificando un distanciamiento total entre ellos. Corre el rumor de que Perestelo quiere presentarse a las primarias de CC para ir al Cabildo, algo que obviamente no es del agrado de la secretaria general que aspira a repetir como cabeza de lista a la Corporación insular pero está por ver qué ocurrirá porque parece que la lucha interna es fuerte aunque nunca lo van a reconocer porque aquí los únicos que se "pelean" en público son los socialistas. Y Rivero, a todas estas, no perdona a los que apoyaron a Fernando Clavijo a la presidencia del Gobierno canario para 2015, quizás por eso cuando habló de que algunos se dedicaban a "maquinar" y no a trabajar estaba lanzando algún dardo envenenado contra esas mismas personas que ahora lo han apartado. La política tiene estas cosas aunque ocho años al frente del Gobierno de Canarias no es poco.