Desde hace tiempo se viene hablando de la conveniencia de adaptar las tallas de la ropa a la mujer real de carne y hueso pero lo cierto en que muchas tiendas las tallas son más pequeñas de lo que deberían ser en realidad y las que exponen al público son tan pequeñas que parece imposible que una persona normal quepa en ellas. Todas estas cosas están muy estudiadas y si lo hacen así es porque venden más pero una talla, la que sea, debería ser la misma en todas partes y en los escaparates y en los expositores deberían poner un poco de todo porque en la calle la gente es así, hetoregénea, variada, alta, baja, gorda, flaca, etc. Eso ayudaría a evitar que muchas mujeres, de todas las edades, sufran por no entrar en una talla determinada. No es bueno estar gordo pero la delgadez que se vende tampoco es aconsejable.
Últimas noticias
Lo último en blogs