¿El modelo turístico no estaba definido?

Reconozco que me he quedado algo perpleja cuando he escuchado estos días en varios actos organizados por la patronal, que La Palma debe buscar su modelo turístisco. ¿Pero cómo, ese debate no estaba ya superado y que ahora se trataba de coger carrerilla para caminar con más fuerza? Pues, según los expertos, no, picoteamos del senderismo, de las estrellas, de la gastronomía, pero fuera no se nos reconoce como un destino que apueste de verdad por el turismo. Puede que tengan ranzón quienes piensan que los que han gobernado durante años no han apostado en serio por el desarrollo del turismo en lsla, pero parecía que había consenso sobre el modelo que se quería, diferenciado del resto, no masificado, distinto del de sol y playa, con pequeños hoteles (aunque el de Fuencaliente no encaja precisamente en el perfil) y con una apuesta clara por el turismo de naturaleza, que busca la tranquilidad, que de hecho es lo que tenemos de forma mayoritaria, sin descartar otras posibilidades. No cabe duda de que faltan infraestructuras de todo tipo pero eso es un problema de gestión. En otro sitio, la Fuente Santa estaría ya funcionando y el Centro de Visitantes del Roque también, por poner sólo dos ejemplos, pero que a estas alturas se diga que la Isla tiene que definir lo que quiere después de treinta años enfrascados en ese debate, parece una tomadura de pelo. El turismo es una actividad importante en La Palma, no es la principal, es verdad, pero es el reflejo de lo que se ha querido, ni más ni menos. Que ahora no gusta el turismo que nos visita porque compra un plátano en el supermercado, dos lonchas de jamón, o comparte un café o una cerveza puede ser, pero por ese turismo es por el que se ha apostado porque cuántos años se lleva hablando de los campos de golf. Muchos. La realidad es que no hay ninguno. Por Digna Martín.