Retiran una de las últimas cabinas de teléfono de Santa Cruz de La Palma

Habrá jóvenes que nunca llegaron a utilizar una cabina de teléfono. Los más pequeños ni siquiera reconocerán su utilidad. Y para los mayores son toda una reliquia que sobrevive como un fantasma urbano en nuestras calles. Aunque cada vez son menos y están llamadas a la extinción total. Este martes, con las obras de la avenida Marítima, arrancaban del suelo una de las pocas cabinas telefónicas que aún resistían en Santa Cruz de La Palma, en la trasera del Cabildo.

Estos árboles de la comunicación, plantados en nuestras calles, han sido reemplazados por los teléfonos móviles. Pero siempre quedarán en el imaginario de quienes no nacimos en la era digital y fueron muy útiles para comunicarnos, especialmente con los que vivían lejos. Surtidores de buenas y malas noticias, de recados a medias, promesas cumplidas e incumplidas y hasta de rupturas, confidencias, de amores y desamores, en fin, de la vía que se iba por sus cables. El tiempo cambia los medios para comunicarnos, pero nada sustituye la comunicación.