La Batalla de Lepanto aburre

La Batalla de Lepanto aburre, eso al menos es lo que me pasó a mí, y tengo la sensación de que también a más gente, ayer domingo en Barlovento, al margen de que el acto empezara algo retrasado. El desfile del ejército cristiano con las vencidas tropas turcas por las calles del casco urbano no está mal pero lo que es la batalla en sí, primero entre las naves, cristiana y turcas, y después en el cuerpo a cuerpo en el castillo, resulta casina, llegando a ser incluso pesada. Desde que una voz off presenta la histórica batalla, que enfrenta al ejército cristiano bajo las órdenes de don Juan de Austria, contra las fuerzas turcas lideradas por Alí-Bajá, hasta que la nave cristiana se acerca y llega hasta el castillo, además del tiempo que transcurre, se produce un prolongado silencio que no se llena con nada, salvo en ocasiones con el estampido de la pólvora y los comentarios de la gente, algunos divertidos "es que la mar está hoy mala y por eso la nave cristiana no avanza", "hay que apagar el humo", gritaba un niño, o "primera y última vez que vengo a ver esta tontería", decía otro espectador enfadado y desencantado con el espectáculo. Supongo que la razón estará en el término medio pero sí parece que hace falta darle un giro a esta representación alegórica que de lejos no se aprecia bien (los matorrales lo impiden) y sabe a poco al menos desde la distancia con un barranco por medio, aunque luego haya fotos circulando por la red que no son ni de lejos las que ve el espectador. La batalla será la misma y el resultado también, pero quizás sea tiempo de cambios para que la mítica batalla no decaiga y siga siendo grande. A lo mejor sobra la pólvora, para evitar el peligro, y toca acercar la contienda al espectador para que la viva más intensamente y sin que haya esos tiempos muertos tan negativos para el que la observa, o quizás haya que poner una o varias pantallas grandes para seguir la misma, y dándole más contenido, pero algo hay que hacer. Dicho esto, vaya por delante toda mi consideración y respeto hacia los que participan y hacen posible la batalla de moros y cristianos de Barlovento, porque sacrifican horas de su tiempo y le ponen empeño para que cada tres años, y en tiempo de Bajada se adelanta un año, sea una realidad. Por Digna Martín.