Esta mañana me decía un empresario y buen amigo que escribiera algo de lo "malos" que somos los palmeros por querer lo que tienen los demás y por no dejar avanzar a la gente que tiene iniciativa. Esta reflexión que hizo en voz alta por algo que le había ocurrido hace poco seguramente sea exagerada porque las generalizaciones son malas pero algo de envidia sí que hay y de regocijo del dolor ajeno creo que también, aunque estas "miserias" propias del ser humano no son exclusivas de esta Isla pero se notan más porque vivimos en un sitio pequeño. Precisamente por nuestra condición de isleños de una isla "menor" deberíamos estar más pendientes de hacer las cosas bien para crecer, que no de ponerle la zancadilla al de al lado o de exigir lo que no nos merecemos porque eso habla mal de quien lo practica. El esfuerzo tiene recompensa, la ruindad no y además es mezquina y fea. Controlar y vigilar lo que hacen los demás para intentar sacar "tajada" sin merecerlo resulta bastante patético y poco original, además de "retratar", y no precisamente bien, a quien lo hace y en esta Isla hay algunos ejemplos de esos "caraduras". Por Digna Martín.
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Juanf
… soñamos un mundo donde los hombres no se consideren una amenaza el uno para el otro y donde las diferencias no sean razón de discriminación, sino una oportunidad para crecer y confrontarse. Soñamos un mundo donde el hombre no respete sólo los derechos de sus símiles, sino también los de la flora y de la fauna esenciales para la armonía de nuestro ecosistema. Soñamos un mundo donde el dinero no vayas a los bolsillos de los más ricos para aumentar su egoísmo y su avidez, sino que sea invertido en ayudas para quienes las necesiten. Por lo tanto, dejemos de escondernos detrás de los « me gusta» en el ordenador y empecemos a actuar de manera concreta para salvaguardar el mundo que todos formamos.»
Giulia Vecchiarini. Italia.
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Juanf
Pudiéramos ser malos pero todo lo bueno lo tenemos escondido…
“Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado”.
Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,
si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez
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Juanf
“Escribe algo de lo malos que somos los palmeros”,
Oro es lo que oro vale.
Allégate a los buenos y serás uno de ellos.
Tan bueno es Pedro como su compañero.
Si para ti eres malo, para quien seras bueno?
No basta ser bueno, sino parecerlo.
De desagradecidos esta el infierno lleno.
Bien sabe el sabio que no sabe; el necio piensa que sabe.
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Juanf
Una conciencia bien formada
17. La Iglesia provee a sus miembros con lo necesario para tratar cuestiones políticas y sociales al ayudarlos a desarrollar una conciencia bien formada. Los católicos tienen una obligación seria y para toda la vida de formar su conciencia en acuerdo con la razón humana y la doctrina de la Iglesia. La conciencia no es algo que nos permite justificar cualquier cosa que queramos hacer, ni tampoco es simplemente un “sentimiento” acerca de lo que deberíamos o no hacer. Más bien, la conciencia es la voz de Dios que resuena en el corazón humano, revelándonos la verdad y llamándonos a hacer el bien a la vez que a rechazar el mal. La conciencia siempre requiere intentar seriamente hacer juicios morales sólidos basados en las verdades de nuestra fe. Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho. En todo lo que dice y hace, el hombre está obligado a seguir fielmente lo que sabe que es justo y recto”
Papa Francisco
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Juanf
Creo que podemos ser malos, pero malos emprendedores….y si mejoramos en nuestra economía podríamos imitar los habitantes de Okinawa quienes son los más longevos del planeta.
El secreto mejor guardado para emprender y tener éxito proviene de la remota y pequeña isla de Okinawa en Japón. Se dice que en ella sus habitantes tienen un propósito por el cual levantarse todas las mañanas y disfrutar la vida.
Escuchamos mucho acerca del por qué es muy importante tener una empresa con un propósito más allá del dinero. Tony Robbins, autor best seller, coach de vida y conferencista, está convencido de que el solo hecho de acumular logros no te dará felicidad ni éxito. Robbins dice “cuando agregas valor a la vida de las personas y puedes ver como se iluminan sus rostros, eso no se compara con el dinero. Si manejas tu negocio, de manera que agregue valor a las personas, financieramente te irá bien”.
Por otro lado, Simon Sinek, autor de “Start with Why” (La Clave es el Porqué), habla acerca de la importancia que tiene el que todas las personas y empresas se pregunten el porqué de su existencia. Sinek dice “la gente no compra lo que haces, sino la razón por qué lo haces”. Si esa motivación no está clara y no hay un propósito detrás las empresas, éstas serán como una veleta sin rumbo, llenas de clientes confundidos y empleados desmotivados.
Un reciente estudio de Deloitte revela que las organizaciones que enfocan sus energías en una cultura con propósito que va más allá de generar ganancias, tienen mayor éxito a largo plazo.
Está comprobado que el 90% de las personas que dicen trabajar en una organización regida con un sentido, consideran que financieramente les va bien. Por otro lado, 58% de los millenials están dispuestos a recibir 15% menos de su sueldo si sus valores están alineados con el propósito de la empresa.
En resumen, las empresas con propósito tienen mayor retención de talento y cuentan con empleados más motivados. No solo eso, también tienen clientes más leales y comprometidos con la marca.
Las empresas que no cuentan con un propósito están perdiendo cada vez más participación de mercado frente a firmas que no solo están enfocadas en ser rentables, sino que además aportan valor a la comunidad.
Por ejemplo, los zapatos casuales TOMS son productos amigables con el medioambiente y promueven la donación de un par de lentes a favor de un niño o adulto mayor por cada par que venden. Whole Foods estableció los días de la comunidad en los que el 5% de las ventas netas se destina a fundaciones locales sin fines de lucro. Y en México C&A lanzó a través de su fundación el reto “Tejiendo el Cambio”, que busca innovar y apoyar iniciativas para crear una industria textil sustentable.
¿Qué tiene qué ver con Okinawa?
Todas estas empresas vienen a colación porque tienen lo que en Okinawa llaman ikigai, la razón de existir de cada uno de nosotros, alineada con la motivación del mundo que nos rodea. Se trata de un concepto filosófico que habla de darle sentido a la vida.
Los japoneses dicen que todos tenemos un ikigai, pero para llegar a él se necesita una profunda introspección y autoconocimiento. Es lo único que nos dará una satisfacción plena y sentido a nuestra vida, propósito.
No es casualidad que los habitantes de Okinawa sean los más longevos del planeta.
El concepto del ikigai se puede trasladar fácilmente al mundo del emprendimiento y los negocios.
Está compuesto de cuatro grandes áreas que podríamos ilustrar como círculos que se entrelazan entre sí.
1. Lo que nos gusta hacer: lo que verdaderamente disfrutamos y que lo podríamos hacer todos los días sin aburrirnos.
2. Lo que somos buenos haciendo: nuestras habilidades y talentos, nuestras fortalezas frente a los demás.
3. Por lo que nos pueden pagar: la manera de monetizarnos e insertarnos en el mercado.
4. Lo que el mundo necesita: el valor que le agregamos a la comunidad y a los demás.
Conforme se van entrelazando estas áreas, van apareciendo otras, pero si no se conectan las cuatro facciones, nunca se podrá llegar al ikigai. Al emprender un negocio es muy importante que tengas en cuenta estas partes de tu motivación, de lo contrario no podrás garantizar el éxito a largo plazo.
Tal vez podrás hacer lo que verdaderamente te gusta y disfrutas, para lo cual tienes las habilidades y la pasión para lograrlo, pero si no lo alineas con el mercado, tendrás simplemente un pasatiempo o un negocio condenado al fracaso porque no será rentable.
Aun si tu negocio agrega valor a la comunidad, cuentas con las habilidades y capacidades para hacerlo, tienes la pasión y lo disfrutas, pero nuevamente no está alineado con el mercado, lo que tienes no es un negocio, es una fundación o una organización sin fines de lucro, en otras palabras serás feliz pero pobre.
Por otro lado, si lo alineas con el mercado y tienes la capacidad de volverlo rentable pero sin agregar valor a la comunidad ni a las personas, tendrás un negocio hueco y sin propósito que como ya lo vimos, irá perdiendo participación de mercado frente a otros que sí lo tienen. Tus clientes irán perdiendo interés y tus colaboradores no estarán lo suficientemente comprometidos.
Finalmente, si logras tener un negocio que dé valor a la comunidad, que forme parte de un mercado pero no tienes las habilidades o talentos y simplemente es algo que no te gusta, terminarás por un sendero obscuro y aburrido siendo un empleado de ti mismo, frustrado por la incapacidad de tener éxito a falta de habilidades o desmotivado por haber entrado en una rutina diaria que se prolongará sin fin.
Lograr conjuntar estas cuatro grandes áreas no es tarea fácil y como dicen los japoneses, muy pocos logran llegar a su ikigai en la vida. Pero si al momento de emprender cimentamos nuestra visión en estas áreas -lo que nos gusta hacer, en lo que somos hábiles, por lo que nos pueden pagar y como agregamos valor a nuestra comunidad-, estaremos garantizando un futuro con propósito de vida para nuestra organización y por añadidura éxito personal, profesional y financiero.
Todo es posible en esta nuestra isla bonita, así que desarrollemos nuestra imaginación con acción.
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Juanf
Fabula de Esopo
La carreta de Hermes y los malvados
Conducía Hermes un día por toda la tierra una carreta cargada de mentiras, engaños y malas artes, distribuyendo en cada país una pequeña cantidad de su cargamento.
Más al llegar al país de los malvados, los astutos y los aprovechados, la carreta, según dicen, se atascó de pronto, y los habitantes del país, como si se tratara de una carga preciosa, saquearon el contenido de la carreta, sin dejar a Hermes seguir a los otros pueblos.
Por eso los malvados, los astutos y los aprovechados son los mayores mentirosos de la tierra.
Mis amigos foreros, no creo que Hermes mensajero de los dioses, hubiera llegado a nuestra isla, posiblemente en las mayores pudo ser, donde todo se tramite es posible que haya llegado y allí dejada su mercancía tan buscada hoy en día para aprovechamiento sin sentir remordimiento por haber sido de Hermes mensajero de los dioses recibida.
Hermes, de los dioses alado mensajero, y protector de atletas y ladrones, granuja cuyas múltiples funciones hacen de cada golfo su heredero.
No hay arriesgado o cómodo sendero ni frontera enclavada entre naciones, ni transacción, ni falsificaciones, sin etiqueta de este viajero.
Declamador, interprete, cuentista, mas diplomático que antagonista, aportador de sueños a los vivos y guía de las almas el averno.
El chaquetero que en cualquier gobierno cumple un papel sin cuestionar motivos.
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Juanf
Fabulas de Esopo;
Zeus y la tortuga
Para celebrar sus bodas, Zeus invitó a todos los animales. Sólo faltó la tortuga.
Intrigado por su ausencia, le preguntó al día siguiente:
– ¿Cómo solamente tú entre todos los animales no viniste a mi festín?
-¡Hogar familiar, hogar ideal!-respondió la tortuga.
Zeus, indignado contra ella, la condenó a llevar eternamente la casa a cuestas.
No nos encerremos en nuestro pequeño mundo. Ampliemos nuestro horizonte compartiendo sanamente con nuestro alrededor.
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Juanf
Las fábulas de Esopo
Diógenes de viaje
Yendo de viaje, Diógenes el cínico llegó a la orilla de un río torrencial y se detuvo perplejo. Un hombre acostumbrado a hacer pasar a la gente el río, viéndole indeciso, se acerco a Diógenes, lo subió sobre sus hombros y lo pasó complaciente a la otra orilla.
Quedó allí Diógenes, reprochándose su pobreza que le impedía pagar a su bienhechor. Y estando pensando en ello advirtió que el hombre, viendo a otro viajero que tampoco podía pasar el río, fue a buscarlo y lo transportó igualmente. Entonces Diógenes se acercó al hombre y le dijo:
-No tengo que agradecerte ya tu servicio, pues veo que no lo haces por razonamiento, sino por manía.
Cuando servimos por igual a personas de buen agradecimiento, así como a personas desagradecidas, sin duda que nos calificarán, no como buena gente, sino como ingenuos o tontos. Pero no debemos desanimarnos por ello, tarde o temprano, el bien paga siempre con creces.
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Juanf
Cómo hacerse millonario sin trabajar, sin esfuerzo y rápidamente
Hace poco veíamos un método que nos mostraba cómo ser millonarios, el cual trataba sobre ciertos pasos que debíamos realizar si queríamos convertirnos en los próximos millonarios y aparecer en la revista Forbes.
Pero para los que no tengan ganas, ni tiempo para seguir un método como tal, y quieran hacerse millonarios sin tener que trabajar, sin hacer el mayor esfuerzo, y en el menor tiempo posible, les presentamos a continuación algunas formas efectivas de lo lograr ello:
jugando y ganando la lotería: aunque antes que sacarnos la lotería, hay más probabilidades de que suframos algún accidente al ir a comprarla.
leyendo todos los libros que traten sobre cómo generar riqueza, como lograr abundancia, cómo alcanzar la libertad financiera, o como hacerse millonario: probablemente encontremos la fórmula mágica.
leyendo todos los libros sobre la “ley de la atracción”: probablemente lleguemos a dominarla y a atraer todo el dinero que queramos.
casándose con una persona millonaria: preferiblemente una que tenga más de 90 años.
recibiendo una gran herencia: si nuestros padres no son ricos, debemos buscar ser adoptados por unos que sí lo sean.
afiliándose a algún negocio multinivel que prometa hacernos millonarios: probablemente seamos uno de los afortunados.
Obviamente, estas formas de ser millonario deben ser tomadas en un tono de broma y no seriamente; pero si realmente tienes el objetivo de llegar a ser millonario, te invitamos a leer el artículo: cómo ser millonario, probablemente te sirva de ayuda en tu camino hacia la riqueza.
Aun cuando la verdad no se puede saber, el ser millonario tampoco da la felicidad, observen a Donal Trump corriendo de lado a lado buscando como pordiosero mendigar que le den un voto para llegar a la Casa Blanca y desde ahí encaramarse y llegar a billonario, veremos a donde llega este agitado político que no se conforma con lo que tiene y busca mas y mas como glotón que todo lo quiere acaparar.
Viva tranquilo amigo palmero, todo se arregla a fin de cuentas cien años no son nada.
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Juanf
Uno puede preguntarse, existe el odio en nuestra sociedad?
El odio es un sentimiento de profunda antipatía, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, o fenómeno, así como el deseo de evitar, limitar o destruir a su objetivo.
El odio se puede basar en el miedo a su objetivo, ya sea justificado o no, o más allá de las consecuencias negativas de relacionarse con él.
El odio se describe con frecuencia como lo contrario del amor o la amistad. El odio puede generar aversión, sentimientos de destrucción, destrucción del equilibrio armónico y ocasionalmente autodestrucción, aunque la mayoría de las personas puede odiar eventualmente a algo o alguien y no necesariamente experimentar estos efectos.
El odio no es justificable desde el punto de vista racional porque atenta contra la posibilidad de diálogo y construcción común. Es posible que las personas sientan cierta aversión sobre personas u organizaciones, incluso ciertas tendencias ideológicas.
El odio es una intensa sensación de desagrado. Se puede presentar en una amplia variedad de contextos, desde el odio de los objetos inanimados o animales, al odio de uno mismo u otras personas, grupos enteros de personas, la gente en general, la existencia, la sociedad, o todo. Aunque no siempre, el odio a menudo se asocia con sentimientos de enojo.
Puntos de vista filosóficos
Algunos filósofos han ofrecido muchas definiciones influyentes del odio. René Descartes ha visto el odio como la conciencia de que algo está mal, combinada con un deseo de retirarse de él. Baruch Spinoza, definió el odio como un tipo de dolor que se debe a una causa externa. Aristóteles ve el odio como un deseo de la aniquilación de un objeto que es incurable por el tiempo. Por último, David Hume cree que el odio es un sentimiento irreductible que no es definible en absoluto.1 Consideran al odio como lo opuesto al amor.
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