El Santuario de Nuestra Señora la Virgen de Las Nieves tiene un guardián, un precioso gato que entra y sale del templo mariano con toda naturalidad como si realmente estuviera cuidando de este rincón de la espiritualidad que es sagrado para los palmeros.
A nadie parece sorprender ver al felino caminando en el interior del templo, en medio de una misa, o presidiendo la entrada. Es como si se hubiera convertido en un miembro más de la comunidad.
En la jornada previa a la festividad de la Virgen de las Nieves, nuestro amigo gatuno salió del santuario para echarse en la alfombra puesta para la ceremonia religiosa del día 5 de agosto. La entrada y salida de feligreses era constante pero al minino no parecía afectarle lo más mínimo, que estaba tan a gusto tomando el sol. Hacía un día espléndido y reinaba la paz. “Es el guardián de la iglesia, lleva ahí desde por la mañana”, nos comentó sonriendo un hombre mayor que paseaba en ese momento por la plaza de Las Nieves adornada con pequeñas banderolas en honor a la Patrona.
MuchachitoNuevo
Para no ser bueno ha enseñado una buena lección, no ir tocando animales que no conoces.
Mejor un gato que un pitbull o un presa canario.
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