En estos días de tanto calor las colillas son un peligro y para muestra este botón. Ayer miércoles se registraron dos conatos y el martes uno y los tres fueron provocados por colillas tiradas desde los coches. Sobra decir que es penoso que alguien arroje una colilla a la carretera en cualquier época del año, pero es todavía más grave que se haga en estas fechas, con unas temperaturas tan elevadas, porque ese gesto que puede paracer una tontería, puede provocar un incendio forestal de consecuencias desastrozas para la Isla. Más vale prevenir que curar, así que las colillas bien apagadas a la papelera y no a la carretera.
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