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El callejón
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La fábula del pollito y el falso cesto de huevos de víbora

En el exhaustivo relato del desafortunadísimo error cometido por el ex concejal lagunero Zebenzui González, durante una conversación privada, mantenida a través del servicio de Whatsapp de su teléfono móvil, con su colega en el PSOE, Marcos Expósito, el pasado 3 de agosto, el periodista Daniel Millet incluía, en el reportaje publicado en La Opinión de Tenerife, el 18 de septiembre, el testimonio de un militante socialista no identificado que describía el descalabro del tristemente célebre Zebenzui en los siguientes términos: “Es como si un pollito se cae a una cueva llena de víboras sin querer y no tiene apenas salida”.

A la luz de la transcripción íntegra de las conversaciones telefónicas que Millet ofrece en el referido texto, queda claro que el desprestigio del ex edil de Mercados, Sanidad, Medio Ambiente, Cementerios y Playas y Piscinas, fulminado de todos sus cargos por orden del mismo alcalde que lo designó para estas lides, se debió a una fatal equivocación que, en tiempo récord y con la paciente demora con la que se urden y perpetran todas las sabrosas venganzas que se sirven en frío, hizo que el procaz e indiscreto munícipe pasase de su condición de pollo con hechuras de firme promesa del socialismo lagunero a pollito incauto, despedazado a mordiscos por víboras emponzoñadas con el odio y el rencor que el siniestro fabulista Javier Abreu desató contra el bocazas, con el encono enfermizo con que devuelven el golpe todos los políticos que se sienten traicionados por sus propios compañeros.

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