El pasado martes, 3 de junio, al día siguiente de la abdicación del Rey Juan Carlos y mientras la opinión pública se recuperaba de la noticia que pareció coger a todo el mundo por sorpresa, empezando por el propio monarca, a quien solo ha faltado despedirlo al pie del avión rumbo a un exilio dorado en los mares del Sur, a la sombra de los cocoteros y siendo abanicado por hermosas nativas de piel ebúrnea y ojos rasgados, servidor trataba de explicar a sus alumnos de Bachillerato, de entre dieciséis y dieciocho años, la presunta trascendencia histórica de tan inesperada renuncia, cuando uno de estos chicos, que, para su suerte o para su desgracia, no ha conocido otra cosa que esta democracia sin gracia alguna, vendida al mejor postor por los dos grandes partidos que acaso sean las caras de la misma moneda falsa, dijo muy serio y muy convencido que el futuro rey sería "Felipe Seis".
"Sí, mi"jo, sí… Será Felipe Seis – Las Palmas 2", añadí con ánimo de quitar hierro al yerro. Y el resto de la clase rió, entre feliz y despreocupada, el chascarrillo, dicho sea de paso, pronunciado sin la menor voluntad ofensiva. Todo lo contrario. Tal vez esta equivocada determinación numérica sea la fórmula que más se aproxime a la realidad, física y psíquica, del flamante monarca: habida cuenta de que su egregia figura (alta, esbelta, apuesta) tanto recuerda a los Madelman (hombrecillos articulados de juguete que la empresa Matel fabricó en serie de 1968 a 1983) y de que su capacidad de maniobra (como la de dichos muñecos) está considerablemente limitada a las funciones que para él dispone la Constitución en su título segundo.
Habrá que confiar (no queda otro remedio) en que el nuevo detentador de la Jefatura del Estado sepa mover sus bazas dentro del tablero y que sus pasos, aunque de corto recorrido, estén llevados por la mejor de las intenciones porque, de lo contrario, a esta pieza le espera un jaque en toda regla y no precisamente a largo plazo.
De momento, la partida no ha hecho sino empezar.
Que Dios nos coja confesados…
CASPER
Después de aforar a toda prisa al rey saliente, el gobierno del PP se plantea poner sobre la mesa de debate la posibilidad de retirar algunos de los aproximadamente 10.000 aforamientos que tienen algunas personas en este país, ya que según manifestó la Sra. Cospedal, se trata de un asunto que preocupa a la ciudadanía. Algunos de aforados son jueces, fiscales, y prácticamente toda la clase política que ocupa escaños en el Congreso, el Senado o los parlamentos autonómicos.
Espero que entre que ponen el asunto sobre la mesa y que se decidan a tomar una decisión no pasen 3 o cuatro años, como cuando colocan la primera piedra en una obra, normalmente un par de meses antes de unas elecciones, y ya pasados 3 años, cuando deciden retomar las obras y van a colocar la segunda piedra, ya no saben ni donde estaba la primera.
Pa´mi que les dio vergüenza lo que acaban de hacer con el Rey y se tiraron un farol con esto de los aforados.
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PedroLuis
Lo mismo le deseo Sr. "estaca".
Continuamos… bajo el reinado de Felipe Seis.
Saludos cordiales para todos.
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estaca
Estimado D. Pedro, he leído por encima – porque me apuran; me voy de viaje – su web. Veo que no ha tenido cargos políticos, que a eso es a lo que me refería en el sentido de ejercer de progre o no. Julio Anguita dijo no hace mucho a un periodista “si usted me quiere insultar, llámeme progre”.
En mi caso no puede comparar lo que se digo con lo que
se hecho, porque nunca he tenido cargo político alguno. En un par de ocasiones me han ofrecido algún “carguito”, pero no he caído en esa tentación. No me gustan.
Yo, también, alguna vez, he creído en los “peces de colores”. Fíjese que hasta llegué a votar al PCE. La mayoría de las veces, o bien no voto, o voto nulo. No soy tan “creyente” como usted en los asuntos políticos. No he creído ninguna vez en los “conservadores”, mayormente por la “pinta” de los líderes que ponen. Son tanto de fiar como de un euro de madera.
Creo que F. Glez, fue el menos malo de todos los presidentes. Tenía cierto sentido de estado y daba la cara casi siempre, no en el “plasma”, como el Rajao. Mentía con mucha sinceridad. Fallos tuvo muchos, el mayor, cargarse la enseñanza pública con la LOGSE y privatizar la enseñanza pública, al inventarse la enseñanza concertada.
Yo no tengo claro, ni dejo de tener,- porque no los he conocido – que Tierno y Morodo sean héroes o villanos. Sólo le he trasladado lo que dijo Guerra – entre otros socialistas – de esos personajes.
Buenas vacaciones, D. Pedro.
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PedroLuis
Estimado Sr. “estaca”, como niño rural de la postguerra, nos educaron para trabajar y tratar de alcanzar un futuro mejor, de progresar, en otras palabras. Nunca, ni entonces ni ahora, hemos creído en los “peces de colores”, pero sí estábamos (y estamos) convencidos de que la democracia, con todas sus imperfecciones, es una fórmula razonable para alcanzar y repartir más equitativamente el progreso.
Como ya hemos vivido lo suyo, nos hemos ilusionado, desilusionado, y vueltos a ilusionar…con los “progresistas” y con los “conservadores”…Y en los dos bandos hemos conocido a personas (ciudadanos normales y dirigentes políticos) que apreciamos y valoramos. En absoluto me considero radical (aunque puedo llegar a radicalizarme en determinados planteamientos o casos concretos), miro atrás sin ira, y al futuro con más escepticismo ahora que antes.
Tampoco yo conozco su trayectoria personal (siempre imprescindible, para comparar lo que se dice con lo que se hace), respeto obviamente sus opiniones o criterios, aunque no tengo tan claro, como usted parece tenerlo, que sin personas como Enrique Tierno, Raúl Morodo, Alfonso Guerra o Felipe González, por citar los mismos que usted, las cosas hubiesen ido mejor.
Un cordial saludo (www.pedroluisperezdepaz.es).
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Pintao
No puedo menos de agradecer la oportunidad de por una vez, ver las cosas claras ante tanta verdad como se pueden leer en muchos comentarios.
Es evidente, cuán horteras son las gentes que se califican de progres y de izquierdas. Que gusto leer razonamientos de tanto peso y verdades históricas tan incontrovertibles. Este país tiene esperanza!
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estaca
Antes muchos presumían de ser progre. Si se era progre se prosperaba. Entonces tu vida estaba pautada. Cumplirías con la regla de las tres C: cambiar de Casa, de Coche y de Compañera,(un progre no tenía mujer, tenía compañera, F. Glez, dixit. Y Pxie, añadiría la ministra de ZP , Calvo).
Un progre nunca vivía en un chalet (eso lo hacían los franquistas), vivían en “viviendas unifamiliares”. Tampoco tendrían queridas (las tenían los de derecha), tenían una “segunda familia”.
No se pegaban comilonas en restaurantes. Degustaban platos de cocina de diseño en los sitios para gourmets. Éstos estaban relacionados en los suplementos de un periódico que fundó Fraga, y que dirigía el Jefe de los informativos de TVE de Arias Navarro. El ágape siempre terminaba con tarta de arándanos y licor de manzana, bien frío.
El sustancioso sueldo de un cargo progre no era para lucrarse como hace la derecha. Lo era para dignificar el cargo, dado que los franquistas, (es decir los papás de los altos cargos de la administración socialistas, e.g., Bono, Bermejo, Fdez de la Vega, etc.) habían desprestigiado y proscrito el ejercicio de la política.
Un buen progre tenía que haber visto – o al menos, afirmarlo – un par de docenas de veces “Muerte en Venecia” (en aquella época la sociedad no estaba tan sensibilizad con la pederastia como ahora). Ahora, ninguno de ellos ha visto esa película.
Algunos progres emitían un “voto de calidad”, votando al PSP de Tierno y Morodo. Ese voto, al parecer, valía más que el voto de los “descamisados” del PSOE o del PCE. Entonces llegó el comandante Alfonso Guerra y mandó a parar. Se acabó la diversión, dijo. Dictaminó que el viejo profesor era “esa víbora con cataratas”; descubrió que nunca había pegado tiros en la guerra civil, que tampoco era de un pueblecito de Soria, y que era un irresponsable por incitar a los jóvenes a las drogas (“ahora a colocarse”, decía en las fiestas de la movida madrileña) y que su gestión como alcalde era lo peor que había sucedido a la capital de España (claro está, hasta que llegó Gallardón). Luego aparecieron algunos libros documentando lo dicho por Guerra, y ya nadie reivindica al viejo profesor como referente de algo bueno. Sólo figura en manuales del arte de la fullería.
D. Pedro, desconozco su trayectoria personal y profesional, pero me da la impresión- igual estoy equivocado – que usted no era un progre al uso. Al menos como la mayoría de los que conozco.
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Pintao
Nunca es tarde para volver a la senda de la verdad.
Equivocado andaba yo pensando que el desarraigo de la juventud actual no se debía al sistema educativo de los últimos años que sin duda fallos tendría, pero no para que desembocara en que la parte de la juventud de origen más modesto, tuviera hoy el gran dilema del desarraigo y falta de perspectivas con todos los males que ello arrastra consigo.
Pero ya veo que siempre es mejor doblegarse a las razones expuestas con tanta clarividencia, que permanecer inmerso en el error.
Alguna razón habría para que yo pensara de manera tan poco acertada, como el tremendo desaguisado que en Canarias se ha llevado a cabo en planificar el desarrollo económico, que pese a el maná que nos ha caído encima durante las últimas décadas, se resuma hoy en un tremendo desequilibro social por haber priorizado los negocios especulativos de "el que salga el último que apague la luz".
Tenemos una sociedad llena de grandes desigualdades con un paro propio del tercer mundo, mientras el inductor económico del Archipiélago no ha hecho más que crecer.
El destino ha sido generoso con Canarias y nos ha concedido muchos "talentos", que han terminado en los bolsillos de cuatro y generalmente la razón o la leyes siempre se han podido soslayar si la bolsa sonaba lo suficiente. No hay zona que habiendo tenido demanda inversora no esté tremendamente judicializada con juicios que se pierden en el tiempo y al fin de la jornada la gallina de arriba termina cagando a la de abajo.
Pero veo que no, con un sistema educativo más riguroso y disciplinado, hoy los jóvenes serías obedientes ciudadanos, respetuosos con las normas de convivencia y pacientes sin perder la esperanza en nuestros dirigentes que la gracia divina ha dotado para que lo sean.
Siempre es bueno tener la oportunidad de volver a la verdadera vía, pues es fácil equivocarse de senda, le pasaba hasta a Dante Alighieri que así lo expresaba en la Divina Comedia:
"Nel mezzo del cammin di nostra vita
Mi ritrovai per una selva oscura
Ché la diritta via era smarrita"
Si esto le pasaba al Gran Dante, que no le pasará al ignorante de mi.
Saludos y gracias por hacerme ver la luz.
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PedroLuis
Sr. "estaca" (o Sra., al fin y al cabo, "estaca" es femenino): Su comentario es duro, un buen estacazo, sin duda. Algunos lo calificarán, como usted mismo dice, de "reaccionario". Yo no me atrevo, desde luego, porque aprecio en el mismo una elevada dosis de verdad.
Otros diremos (hasta ahí llego) que tal vez habría que matizarlo. Seguramente, porque "España" es extensa y diversa, y el colectivo de la educación muy grande…
También es verdad lo que dice del perfil "progresista" (pro PSOE y PSP -del prof. Tierno, que con su talla intelectual nos cautivó a muchos-) dominante en el colectivo que llenó los "colegios, institutos y universidades", tras la transición y el estado de las autonomías… Era la "etiqueta" más popular y hasta los que no eran (o pensaban) progresistas, lo parecían o no lo desmentían…
A la vista está, los resultados no han sido buenos… Echar la culpa de todos los males sólo a la "pregresía", seguro que no es justo, pero una buena cuota "tenemos", por acción u omisión.
Ahora, recuperar los valores colectivos (disciplina, respeto, trabajo, responsabilidad, credibilidad, etc., que son los valores en los que debe sustentarse la verdadera democracia), a uno y a otro lado de la mesa, alumnos y profesores, no resulta fácil… menos con la parafernalia burocrática, pseudopedagógica, de evaluaciones, endógenas, exógeneas y mesógenas…
Complicado el panorama, sí. Entenderlo, asumirlo y explicarlo. Más cuando no estamos detrás de un pseudónimo. Como en aquellas "asambleas y movimientos", no siempre resulta fácil ni cómodo decir lo que se piensa. Unas veces porque nos lo creíamos, otras porque no nos atrevíamos, y muchas porque no sabíamos que nos equivocaríamos…
Saludos cordiales.
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estaca
Cuando vemos esos niños (y a veces niñas) en Oriente Medio que se ponen un cinturón explosivo y se inmolan, no decimos que son bárbaros, descerebrados, poligoneros, macarras, etc.
Tampoco decimos que esa generación ha sufrido una mutación en sus genes y se han vuelto tontos. Todos coincidimos que a esos chicos les han lavado el cerebro o que le han “comido el coco”.
Eso evidencia la importancia de lo que la sociedad le “meta en el coco” a los chicos y de las medidas que establezca la sociedad para corregir las conductas antisociales. Por eso, a dos centenares de jóvenes – y muchos más que hay – descamisados que saltaron al césped del campo de la UD Las Palmas, yo no los califico con esos adjetivos gruesos.
La sociedad española votó democráticamente en repetidas ocasiones al PSOE. Éste, con Rubalcaba a la cabeza, implantó la LOGSE. El PP dio un par de gritos para cumplir el expediente, pero cuando se dio cuenta que tener un pueblo adocenado era lo mejor para lo que hoy llamamos “casta” (antes clase política), hizo un amago de cambiarla (igual que ahora con la LOMCE), que no duró nada.
Luego vino ZP, votado dos veces democráticamente y no hizo sino continuar lo que ya estaba establecido. Eso sí, con unas cuantas excentricidades, las que les vino de perlas a la casta para usar a ese chifleta como chivo expiatorio.
La inmensa mayoría de los profesores, según las encuestas de entonces, eran votantes del PSOE. Cuando se implantó la LOGSE, la mayoría de los profesores de la enseñanza pública y los sindicatos las recibieron con gran alborozo. Una minoría de los docentes no, y fueros señalados, tildados de fachas, de reaccionarios, etc.
Sabiendo lo que se avecinaba todos los dirigentes socialistas y todos los profesores de la enseñanza pública pusieron sus hijos a buen recaudo en colegios privados.
Pues esos jóvenes descamisados, nuestros jóvenes, que no descerebrados, ni bárbaros, ni poligoneros, son el fruto de lo que la mayoría de la sociedad, con sus votos ha sembrado.
Ahora, a apechugar con las consecuencias.
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TedoteLaPalma
"Con este grado de cultura, más bajo que la raíz de la caña,…"
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