Hay que pagar mejor a Willy

La cosa está clara. Para rebajar el déficit hay que aligerar el Servicio Canario de Salud, asignar más enfermos a cada médico, apuntillar la enseñanza, rebajar prestaciones sociales. Qué importa si dejamos de contratar a profesionales jóvenes, qué importa si cerramos más salas del Negrín y otros centros sanitarios, qué importa si para verte un espolón en el pie te dan cita para dentro de cinco meses, qué importa si te tienen que operar de la rodilla y te llamarán dentro de un año, qué importa si los hoteles andan llenos pero no baja el paro. Menos mal que la gente se queda en casa a ver En clave de Ja, La Revoltosa o La Gala, sustanciosos ejemplos de buen hacer. Qué importa si desmantelamos lo accesorio, otras cosas son intocables. Por ejemplo los salarios y las pagas extras de los diputados regionales, buena parte de alcaldes, consejeros y concejales, el uso del helicóptero para desplazamientos, la malhalada Policía Canaria.

La receta es simple: los recortes hay que aplicarlos bien. ¿Para qué los proyectos de cultura, esa cosa aburrida, si nadie ve exposiciones, nadie al teatro, nadie lee libros? Eso piensa la cohorte. Porque eso es lo que nos pasa con nuestros políticos, que después de tantos concubinatos para mantenerse cueste lo que cueste ya no son creíbles. Una clase política parasitaria, que aspira a mantenerse por los siglos de los siglos. En vez de cultivar la identidad lo que mayoritariamente se ha construido ha sido una red de favores, reinos de influencias y corruptelas atadas y bien atadas.

Por supuesto que hay excepciones valiosas pero en general los políticos no dan alegrías. Ni de izquierda ni de derechas. Así don Jerónimo Saavedra no ha optado por una retirada digna como fue la de don Juan Rodríguez Doreste, aquel hombre sabio; al contrario, necesitó seguir disfrutando las migajas del poder a costa de poner en almoneda el alma. En la derecha y en el nacionalismo hay suficientes casos. Y en cuanto hay mala prensa, al discutido se le pone puente de plata y al Senado. Que se lo pregunten a los presuntos de escandalazos ya conocidos y de otros solapados. Y para que desaparezca el paro y no nos dejemos caer en la depresión desmantelad a fondo la cultura, llena de bohemios y de locos, y pagad mejor a Willy García, aquel DJ de los 40 principales, ahora director y cerebro de la TV Canaria. En los presupuestos regionales ya se ha hecho todo lo necesario para que este año 2012 Willy no solo no vea rebajado su sueldo sino para que se le hagan los incrementos necesarios y acordes con su valía.