Dicen los manuales que, cuando el famoso y devastador crack de 1929, Estados Unidos reorganizó el país a base de una política para entonces avanzada que es conocida como el New Deal. Esta expresión, que significa Barajar de nuevo, es la política que puso en marcha el presidente Roosevelt para salir de las ideas liberales que llevaron a la gran bancarrota de la bolsa. Incluyó, entre otras las siguientes medidas: inversión para construir obras públicas (escuelas, calles, parques), reducción de la jornada laboral para disminuir el desempleo, elevación de los sueldos medios, otorgamiento de créditos a las empresas que querían invertir, puesta en marcha de un programa de asistencia social (seguro de desempleo, vejez y enfermedad, así como supresión del trabajo infantil).
Además obligó a reducir la producción agrícola para elevar los precios de las cosechas y aliviar la situación de los agricultores, también Roosevelt construyó diques, centrales hidroeléctricas y complejos industriales para reactivar las economías regionales. El New Deal, puesto en práctica a partir de 1933, permitió que EEUU se fuera alzando progresivamente como el líder mundial en los años 30 y 40 del pasado siglo, cuya contribución fue esencial para la victoria aliada contra Hitler. Esa forma de entender la política introdujo importantes innovaciones que fueron copiadas por los Estados occidentales cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. En resumen: el Estado debía intervenir en la economía para evitar crisis económicas como la del 29 y garantizar el bienestar de la población a través de leyes e instituciones creadas al efecto.
A la vista de lo que está sucediendo con la deuda soberana, con la caída de la bolsa, con el crecimiento del paro, con la huida de capitales, con la crisis bancaria y, en definitiva, con la sensación cada día más agobiante de crisis profunda en España, habría que preguntarse qué economistas tiene la Unión Europea que no son capaces de entender lo que pretende un buen puñado de líderes: activar el crecimiento en vez de empeñarse exclusivamente en agudizar los recortes.
Si la señora Angela Merkel pierde sus elecciones del año que viene -ya le han dado los electores un buen palo recientemente- habría que afirmarse en la idea de que la crisis no perdona y que el señor Hollande en Francia tiene mejores ideas que las que dispone Berlín. Ahora solo faltaría que esta Europa -club de ricos, club de mercaderes- cultive un poco más el talento creador y deje un poco de lado el énfasis represor.
Blogdeleonbarreto.blogspot.com
Unoqueyaemigro
Señor Ificrates, parece claro que usted y yo partimos de formas muy diferentes de ver el mundo.
Yo intento encontrar puntos de acuerdo, porque me parece más constructivo y porque ya tengo edad suficiente para huir de verdades absolutas, pero hay algunas cosas que necesitan entenderse bien.
Vamos a ver, yo he escrito que nos vendría bien tener muchos Amancio Ortega o Juan Roig, para que crearan riqueza y empleo, y así poder salir cuanto antes de la crisis. A usted parece que no le ha gustado, pero déjeme que le de unos datos:
El grupo Inditex, creado por el señor Ortega, tiene ya más de 100.000 trabajadores en todo el mundo, 40.000 en España.
La cadena de supermercados Mercadona, creada por el señor Roig (en realidad la empresa la fundó el padre del señor Roig pero entonces eran solo 4 tiendas de ultramarinos, nada que ver con lo que conocemos hoy), creo que va ya por los 70.000 empleados. Todo esto sin contar proveedores y empleos indirectos.
Usted puede pensar lo que quiera, pero yo seguiré pensando que ojalá tuviésemos más casos como estos.
Que el señor Roig, y el señor Ortega, de paso se hayan hecho ricos, o inmensamente ricos, o en el caso del señor Ortega, si usted quiere, obscenamente rico, pues es cierto.
Pero han creado un beneficio enorme para la sociedad.
Entiendo que hay personas, y parece que es su caso, a las que les parece mal que haya ricos.
A mi solo me parece mal si la riqueza la han adquirido por medios ilícitos o tramposos.
También creo que tienen que pagar impuestos. Esto ya lo he escrito aquí y seguro que usted estará de acuerdo conmigo.
Tenemos un grave problema de fraude fiscal y se tiene que solucionar, pero estábamos hablando de creación de riqueza y empleo.
Yo no sé si el señor Ortega o el señor Roig pagan menos impuestos de los que deberían. Me faltan datos.
En cualquier caso, preferiría que tuviéramos muchos empresarios de éxito (no el éxito del "pelotazo" y la especulación, claro), y que tuviéramos que preocuparnos de cómo hacer que paguen más impuestos, a no tenerlos, y que nos tengamos que preocupar de qué hacer con 6 millones de parados que es lo que tendremos en este país dentro de poco.
Somos un país de tradición católica y ser rico no está bien visto, ya sabe, lo del camello por el ojo de la aguja.
En los países de tradición protestante es diferente, y hay curiosas teorías sobre el efecto que esto puede haber tenido en el desarrollo económico de unos países frente a otros.
Usted no sé si ha llegado a pensar que no es bueno que haya ricos a través de la Catequesis o de la lucha de clases, pero en cualquier caso yo creo que se equivoca.
El problema fundamental es cómo se crea la riqueza.
Usted dice que la riqueza hay que distribuirla bien, y en eso no le quepa duda de que estamos de acuerdo (igual no tanto en qué significa bien), pero la riqueza primero hay que crearla.
Yo creo que la iniciativa privada crea riqueza mejor que la iniciativa pública.
Esta creación de riqueza se produce por que hay personas que asumen riesgos, invierten sus ahorros y muchas veces los de sus familiares, o hipotecan sus casas, para poner en marcha un proyecto empresarial, y luego se esfuerzan mucho para intentar que funcione.
Puede que fracasen o puede que les vaya bien. A algunos les va tan bien que se hacen ricos.
A mi me parece evidente que el riesgo tiene que tener un premio. No le vamos a decir a alguien que invierta ahorros y esfuerzos para montar una empresa, que si le va mal habrá perdido ahorros y malgastado esfuerzos, pero que si le va bien que nos avise que ya repartimos las ganancias entre todos, que aquí no nos gusta que haya ricos.
Yo creo que el que se arriesga tiene que tener premio. No somos una sociedad de emprendedores porque no aceptamos esto.
Sí creo que tiene usted razón en que se agrandan las diferencias. Es cierto que es difícil entender cómo los salarios y los costes siempre están bajo presión mientras las remuneraciones de algunos altos directivos parecen desorbitadas. Realmente hay algunos motivos, y creo que no es tan sencillo como parece, pero en general podemos estar de acuerdo.
Sin embargo, yo creo es un problema relativamente secundario y que la sociedad progresa.
Sería un error fijarnos solo en lo que está pasando en Europa y olvidar que ahora mismo hay muchas zonas del mundo que eran pobres y que están prosperando rápidamente.
Creo que seguiremos teniendo unas buenas sanidad y educación públicas, pero hay cosas que hay que ajustar.
Sería un rasgo de madurez ser conscientes de lo que cuestan las cosas, y decidir qué tipo de “contrato social” queremos y podemos tener.
Yo creo que no hay derechos adquiridos o conquistados que nos pueda garantizar alguien distinto de nosotros mismos.
Esto ya lo he escrito antes y también he escrito que necesitamos recaudar más impuestos.
La presión fiscal en España (recaudación como porcentaje del PIB) está por debajo incluso de la de Grecia, y así no vamos a ninguna parte.
Seguro que en estas cosas estará de acuerdo conmigo, pero creo que es importante prestar atención a todos los aspectos del problema.
No entiendo lo de la aristocracia financiera estéril. Que ahora mismo en Europa el sistema financiero esté roto, no quiere decir que no siga funcionando bien en muchos otros sitios.
Por más que me esfuerzo no puedo ver similitudes con la Edad Media.
Con el copago (lo de repago es muy agudo pero no es correcto porque los impuestos que pagamos no son “nominales”) farmacéutico nos pasa lo mismo que con todo lo demás.
Lo ideal sería poder seguir como hasta ahora, pero decir que las personas van a tener que elegir entre comer y pagar las medicinas me parece simplificar demasiado el problema.
Tendremos que darnos cuenta de que la situación ha cambiado mucho desde que diseñamos nuestro "estado del bienestar". Lo cierto es que cada vez vivimos más años, cada vez tenemos más tratamientos a nuestra disposición, mejores pero también más caros, y sobre todo cada vez somos una sociedad más envejecida (la demografía es otro de nuestros grandes problemas, en Europa y especialmente en España).
Esto es la descripción de un problema grave, creo que lo entiende todo el mundo, pero como siempre se pueden tomar dos actitudes, intentar resolverlo ajustando cosas o pensar que es responsabilidad de otros y protestar porque no podemos seguir como hasta ahora.
Parece que el consumo de medicamentos en España es superior al de otros países desarrollados, lo que parece indicar que hay margen para intentar reducirlo, y el copago pretende tanto recaudar como disuadir el consumo innecesario.
También parece claro que los señores Ortega o Roig, que a usted le caen tan bien, cuando se jubilen, podrán pagar algo por sus medicinas sin que se resienta su alimentación.
Sobre las farmacéuticas se equivoca usted por partida doble. Primero porque sí que están reduciendo y mucho sus beneficios, y segundo porque solo con eso no basta.
Los beneficios se están reduciendo mucho por dos motivos, uno es la propia evolución del sector, que tradicionalmente ha sido bastante rentable pero que últimamente está teniendo muchos problemas, sobre todo relacionados con la expiración de patentes de los fármacos más rentables y el crecimiento del mercado de genéricos, y otro es que la administración está negociando a la baja todos los contratos de suministro.
Como no somos un país muy serio, en España haya un tercer motivo y es que además la administración no paga, o paga al cabo de dos años, con lo cual hay muchas empresas farmacéuticas (que por cierto son grandes creadoras de empleo cualificado) que están reduciendo inversiones en nuestro país.
Es posible que la crisis no afecte de forma evidente a los más ricos pero sí que afecta a muchas empresas, pequeñas, medianas y grandes.
Hay otras cosas que sí se pueden hacer para reducir el gasto farmacéutico, y que estoy seguro de que se van a hacer, como centralizar todas las compras. No tiene ningún sentido que las compañías farmacéuticas negocien precios y contratos de suministro con cada servicio de salud de cada comunidad autónoma. Ya verá que esto se va a poner pronto encima de la mesa y también verá cómo hay mucha gente que no lo entiende.
La discusión entre libertad y libertinaje la vamos a dejar porque tiene poco que ver con este tema, pero la distinción entre igualdad y equidad sí que me parece muy importante por una cuestión de justicia.
Es justo que una persona que se arriesga para montar un negocio, si tiene éxito, tenga una recompensa mayor que el resto, que no se ha arriesgado.
Es justo que una persona que dedica años de su vida a formarse para un trabajo cualificado, tenga un salario mayor que el que no lo hace.
Es justo que una persona que ha cotizado toda su vida, cuando se jubile tenga una pensión significativamente mayor que la de quien no lo ha hecho.
Es justo que quien trabaje viva mejor que quien no lo hace.
Todo esto son ejemplos de equidad. Entiendo que hay personas que siguen prefiriendo la igualdad para todo, aunque la Historia nos enseña que los intentos que se han hecho hasta ahora para imponerla no han funcionado del todo bien.
También creo que se equivoca usted sobre lo que cabe y no cabe en las ideas liberales, sobre todo hablando de liberalismo económico, pero eso ya podría ser una discusión demasiado larga.
Sobre los problemas de las personas que no pueden pagar las hipotecas, otro tema mucho más complejo de lo que normalmente nos gusta admitir, copio un link a unos comentarios que hice en el kiosco de la plaza sobre los bancos, para no repetirme.
Hay tres, uno sobre rentabilidades y riesgos, otro sobre las hipotecas, y otro sobre una cita de Thomas Jefferson que últimamente circula mucho por internet.
http://www.elapuron.com/foro/kiosco_plaza/show_thread.php?ID=4282&seccion=kiosco_plaza&pag=0
En fin, después de todo esto le puedo resumir en tres puntos lo que me parece que son los tres problemas más importantes que tenemos en este país:
1) Un excesivo gasto público en cosas que no son ni útiles ni necesarias
2) Una muy insuficiente recaudación de impuestos
3) Una pirámide de población cada vez más envejecida
Espero que podamos estar de acuerdo al menos en dos de los tres, lo que no deja de ser un buen porcentaje, ¿no le parece?
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ificrates
No, no me parece.
Hoy día los ricos ganan más que nunca y nunca hemos tenido un crecimiento más bajo y peores índices económicos.
La clase rica en EUA gana cinco veces más que en los 50 y 60 , pero genera menos riqueza. Yo no creo que cuantos más ricos mejor, creo en que cuanto mejor sea distribuida la riqueza de un pais, mejor.
Y esta creencia mía viene acompañada por los hechos, pues la teoria de que cuantos más ricos mejor, nos ha traido esta crisis. Simplemente no sirve, asi la rueda no gira. Si los ricos no sufren la crisis y mandan los ricos ¿que motivación tendría el poder para evitar estas crisis?
Al contrario, ocurre y está ocurriendo en toda Europa, donde la sanidad y la educación, que estaban socializadas, están dejando de estarlo.
Pagarte un grado universitario, puede que lo consigas, pero luego tienes que pagarte un posgrado. Entonces pasarás a pagarle a un banco una gran parte de tu sueldo, si consigues trabajo, quizás durante décadas. Un encadenamiento de las clases medias, de los profesionales, de las personas que trabajan y producen, a una aristocracia financiera esteril, inútil, inerte, incapaz,pero que tiene la sarten por el mango,porque ellos hacen las reglas y trucan la baraja. Igualito que en la Edad Media.
El repago farmaceutico, implica que la gente decida entre comer o medicarse, comen por supuesto, enferman, claro. La consecuencia es que tienen que hospitalizarlos y aumentan los gastos. Es mucho más caro hospitalizar que medicar. La opción está clara, reducir los beneficios de las multinacionales farmaceuticas. Pero eso es impensable, los ricos no pueden pagar la crisis.
Toda esa discusión sobre libertad y libertinaje, igualdad y equidad, suelen ser sofismas para huir de una verdad muy clara. Los que se autoproclaman liberales no aceptan los principios liberales. Inventan todo una suerte de laberínticos razonamientos para explicar que la igualdad si pero no, que la libertad si pero cuidado con… y que la fraternidad ¿para que sirve la fraternidad si no ganas dinero?.
Libertad es que TVE no sea un mecanismo de propaganda, que es hacia lo que se encamina. Igualdad es que el presidente del CGPJ sea condenado por no pagar de su bolsillo sus fines de semana de lujo, o que Mario Conde cumpla todos sus años de condena en lugar de solo 3, fraternidad, es que la gente no tenga que seguir pagando la hipoteca, incluso despues de perder sus casas. ¿Las hay?.
Ahora que Bankia es pública ¿dejará de ser el mayor ejecutor de desahucios de Madrid?
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lleon
Amigos del alma: ustedes son geniales, este es un tema que tiene muchos matices pero creo que ustedes los están apuntando casi todos.
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pevalqui
Está claro "Unoqueyaemigro" que la estabilización fiscal, algo que también expreso yo mismo en mis primer post, paso previo a los eurobonos, será complicado y difícil. Previsiblemente podemos estar ante una Europa de varias velocidades. Usted lo ha expresado de forma más detallada y didáctica que la mía.
Estimado amigo Pedro Luis. Jajaja. Si a uno le venden en un chiringuito al lado de sus tienda lo mismo pero a precios mucho más ventajoso, "le tocan a uno las narices". Con ello no justifico lo que usted bien apunta.
Francia es un país de amplia tradición democrática y mucho más influyente que España. En este caso, el signo político justifica mi propuesta.
Saludos cordiales
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Unoqueyaemigro
Señor Ificrates, tengamos cuidado con la igualdad.
Estaremos de acuerdo mientras se trate de igualdad de derechos, igualdad de obligaciones, e igualdad de oportunidades.
El resto debería ser equidad, al menos desde mi punto de vista. Me temo que igualdad y equidad son dos palabras que mucha gente confunde.
No sé de dónde se ha sacado usted que “si no tienes dinero no tienes derecho a sanidad ni a educación”. Esto afortunadamente no ocurre ni parece que vaya a ocurrir en ningún país de Europa.
Con cosas que no son ciertas difícilmente podremos tener un debate constructivo.
Qua haya una élite a la que no le afecte la crisis, no me parece necesariamente una mala noticia.
Estoy convencido de que al señor Amancio Ortega o al señor Juan Roig, fundadores de Zara y Mercadona, por poner dos ejemplos, la crisis no les afecta.
Les habrá hecho tener que ajustar el rumbo de sus negocios, pero seguro que no han tenido que darse de baja en el gimnasio.
Sin embargo, ojalá tuviésemos muchos más señores Ortega o Roig creando riqueza y empleo.
Sería mucho más fácil salir de la crisis, ¿no le parece?
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Unoqueyaemigro
Señor Democrito, dice usted que la solución pasa por más papel del Estado, más “keynesianismo”, pero me temo que esto tiene dos problemas.
Primero, que en este país el estado ya está sobredimensionado, problema que no tenían en los EEUU en los años 30 del siglo pasado.
Aunque la enfermedad sea parecida puede que no valgan las mismas medicinas si el enfermo además tiene otros males.
Segundo, una crisis de deuda, que es lo que tenemos, difícilmente se va a mejorar generando más deuda, que es el efecto secundario que lamentablemente tiene la medicina keynesiana.
Habrá que probar otras cosas porque esa medicina el enfermo ahora mismo ya no la tolera.
Hay otra forma de estimular el crecimiento y es aumentando la renta disponible de las familias, es decir, bajando impuestos.
Esto no sé si alguien todavía lo recuerda pero era el programa de gobierno del Partido Popular, que ganó con él las elecciones y lo debería estar aplicando.
Yo creo que en los próximos presupuestos ya vamos a ver algo en este sentido (bajada de impuestos directos, o sea, IRPF). Creo que se han dado cuenta del error y es posible que lo corrijan antes de los dos años prometidos.
También habrá que subir el IVA que es de los más bajos de Europa, y ya hemos hablado aquí de lo necesario que es armonizar las cosas.
Por más que le pese al señor Montoro creo que esto lo veremos muy pronto. Bajada de IRPF y subida de IVA.
El problema es que en España se recaudan muchos menos impuestos de los necesarios, y esto es una situación que o se corrige o nos hundimos.
No podemos hablar de derechos y servicios públicos en peligro, y al mismo tiempo seguir mirando para otro lado cuando se estima que tenemos entre un 20% y un 25% del PIB de economía sumergida.
O que no se persiga con rigor auténtico el fraude fiscal, digamos, de “los más ricos”. A mi no me gusta nada utilizar esta terminología pero no cabe duda de que con los impuestos tenemos un problema.
No deja de sorprenderme que haya manifestaciones de protesta por los recortes en servicios públicos, pero que no las haya en protesta por la economía sumergida y el fraude fiscal.
En los países nórdicos, que conozco bien, y donde se pagan muchos impuestos a cambio de buenos servicios públicos, si uno no cumple sus obligaciones, el primero que le denuncia es su vecino.
En nuestro país me temo que no tenemos esa mentalidad de defensa del sistema. El que no paga es el más listo y tal vez secretamente le envidiamos. Creemos que los servicios públicos son “derechos que hemos conquistado” y yo creo que esto es un error, porque induce a pensar que están garantizados o que deben estar garantizados por alguien distinto de nosotros mismos.
En realidad la única garantía válida es que estemos dispuestos como sociedad a pagar lo que cuestan. En este sentido creo que necesitamos un cambio cultural, y lamentablemente los cambios culturales son los más difíciles de todos.
Sobre Bankia, no tengo muchos comentarios, creo que no queda más remedio que hacer lo que va a hacer el gobierno, aunque a nadie le puede gustar, pero también espero (con pocas esperanzas) que haya responsabilidades.
Empezando por la CNMV, por bendecir una salida a bolsa hace menos de un año en la que se han pillado los dedos miles de pequeños ahorradores mal informados y peor aconsejados.
Como usted, soy optimista y creo que saldremos adelante, aunque yo creo que no será gracias a “los de arriba”.
Hablar de brotes verdes está ya muy desprestigiado pero yo comenté hace unas semanas, en la sección del kiosco de la plaza, que empieza a haber algunos datos positivos.
Para no repetirme copio el link por si a alguien le interesa:
http://www.elapuron.com/foro/kiosco_plaza/show_thread.php?ID=4365&seccion=kiosco_plaza&pag=0
Por cierto, la metáfora del viento, las olas y la corriente puede resultar un poco cursi (al menos me lo parece al releerla ahora), pero creo que refleja bien lo que está pasando, y seguramente a todos nos viene bien un poco de optimismo.
Como muchos palmeros soy un apasionado del mar.
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Unoqueyaemigro
Señor Luis, el resto de entradas que yo he leído en este blog son muy interesantes pero esta vez no cabe duda de que ha tocado usted un tema que va a generar muchos comentarios. Seguro que va a ser positivo.
Señor Democrito (espero que no le moleste que yo le llame a veces señor filósofo que ríe), no comparto su visión de los mercados. Es cierto que estamos a merced de los prestamistas, pero esto es lo que le ocurre a cualquier persona o empresa que se endeuda demasiado. Los países que tienen niveles de deuda aceptables no están a merced de los mercados.
La prima de riesgo no es un juego ni un capricho, es simplemente lo que su nombre indica. Prestar dinero al estado español es hoy más arriesgado que prestárselo al estado alemán.
El “déficit cero” que a usted le parece un “camelo” es algo de sentido común, pero no estoy seguro de que usted lo haya entendido bien, y tal vez es porque no se utiliza el lenguaje con la precisión necesaria y no se entienden bien las cosas. Lo cierto es que no se trata de “déficit cero” sino de “déficit estructural cero” y la diferencia, que se puede entender fácilmente, es importante.
Vamos a ver, los ciclos económicos (expansiones y contracciones) existen y yo creo que seguirán existiendo. La descripción más antigua que conozco de los mismos es maravillosa y está en el Antiguo Testamento. Es la historia de un faraón de Egipto que soñó con siete vacas gordas y siete vacas flacas. Un muchacho llamado José interpretó el sueño del faraón haciendo la previsión de que vendrían siete años de abundancia seguidos de siete años de escasez. El faraón, que era un buen gobernante, ordenó almacenar reservas de trigo durante los años de abundancia, para poder alimentar a su pueblo durante los años de escasez.
Ahora mismo no tengo la Biblia delante y no recuerdo si esto también se lo aconsejó José o fue iniciativa del faraón, pero en cualquier caso el faraón fue prudente y gobernó bien.
Lo normal es que en épocas de escasez, o recesión, es decir, en la parte baja o “mala” del ciclo, los estados tengan más gastos que ingresos y por tanto tengan un déficit. También es normal que se gaste un poco más para intentar estimular la economía y pasar cuanto antes a la parte expansiva o “buena” del ciclo, y esto también genera déficit.
Cuando llega la parte expansiva del ciclo, lo normal es que los esos mismos estados ingresen más de lo que gastan, y por tanto tengan un superávit.
Es decir, lo que se gasta de más cuando el ciclo está bajo se compensa con lo que se ingresa de más cuando el ciclo está alto.
Los déficits que dependen del ciclo económico se llaman déficits coyunturales, y son inevitables.
Como ven, hasta aquí nada nuevo que no supieran ya en el antiguo Egipto.
El problema viene cuando el estado tiene tantos gastos que incluso en los años de bonanza económica son mayores que los ingresos. Esto es lo que se conoce como déficit estructural, y esto es lo que si no se controla hace que la deuda vaya creciendo y creciendo cada año.
Cualquier persona puede entender que una deuda que crece y crece cada año conduce irremediablemente a la quiebra, más pronto o más tarde, pero irremediablemente, y da igual que se trate de una persona, de una familia, de una empresa, o de un estado.
A mí más que un camelo me parece puro sentido común.
Muchas personas no lo entienden pero creo que aquí tiene alguna responsabilidad la prensa, porque entre las palabras “déficit” y “cero”, debería ir siempre la palabra “estructural”, y además creo que no cuesta mucho explicar lo que significa.
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PedroLuis
Mi notable ignorancia sobre el "agobiante" asunto que aquí se debate, no me impide valorar y admirar prácticamente todo lo que aquí bien se ha escrito, confrontando ideas y teorías, que como bien se sabe no resulta fácil enunciarlas, aunque suele ser bastante más difícil llevarlas a la práctica… y que funcionen.
GRACIAS a todos, por vuestro magisterio.
P.D.- Yo también recibí la carta abierta del "Sr. Sampedro" y me chocó sobremanera lo de "hijo-puta" y otras lindezas… pero me tragué el anzuelo. Suele pasar cuando estamos aturdidos por la confusión y el engaño que sufrimos un día sí y otro también. Y no sólo desde INTERNET, sino desde las más altas instituciones del Estado, que nos cuentan una "verdad irrefutable" hoy, que se desvela mentira mañana. Hace dos meses Bankia nos la ponían como ejemplo de "solidez finaciera" y esta mañana oíamos a su presidente decir algo bien diferente… y el BANCO DE ESPAÑA ¿para donde ha estado mirando?
Se engañan los Gobiernos entre sí con el déficit real… Engañan las Autonomías al Gobierno Central…
Cómo carajo no nos vamos a creer que ante semejantes desmanes terminemos llamándonos entre todos "HIJOPUTAS"… Hasta poco me parece.
"Hijo-puta" (perdón mamá) me siento yo también por haber reenviado el correo a muchos amigos y seguramente haberles inducido a errores como los que aquí se comentan…Es una consecuencia más del mundo globalizado en que vivimos… O sea, que de seguir por el camino emprendido, pronto seremos todos o "chinos" o "hijoputas".
Cordiales saludos.
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ificrates
La economía actual no es liberal, el liberalismo proclama la libertad, igualdad y fraternidad. No el "si no tienes dinero no tienes derecho a sanidad ni a educación". Eso no es igualitario no solidario, y sin esto tampoco hay libertad.
Tampoco nos gobiernan despotas ilustrados, primero porque no están ilustrados, segundo porque su lema era: "todo para el pueblo pero sin el pueblo". Pero no se trabaja para el pueblo.
La ideologia económica se parece más a una aristocracia medieval. Gobiernan solo para un 1% de la población. Pero hay una diferencia. "Nobleza obliga" en la Edad Media, un aristócrata disfrutaba de más privilegios, pero tenía más obligaciones.
Hoy no es así la economia está enfocada a beneficiar a una minoria privilegiada y libre de obligaciones morales y legales. Estamos en una especie de anarquismo clasista. Las leyes y las normas morales solo afectan a las clases medias y bajas, no a las élites, no al 1% al que la crisis no afecta.
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democrito
Estamos de acuerd, hay que potenciar el crecimiento y estimular la demanda para poder salir de la crisis, o poner las bases para salir de la misma.
Pero, ¿Queremos más intervencionismo del estado que la nacionalización de Bankia, precisamente por un gobierno que en su programa presume de Neoliberalismo?
Claro que el neoliberalismo, ese que preconizaba "el fin de la Historia", y que practicaron Reagan y Tatcher en los años del siglo pasado, también ha "pinchado". Ahora son los sacrosantos "mercados" los que impone su "diktat" a todas las facetas de la sociedad, y cómo no, estamos en recesión y merced a los prestamistas de la deuda, que juegan con la prima de riesgo, deponen gobiernos, e "intervienen" en la economía. Luego, nos cuentan el camelo del "déficit cero" ,de los ajustes estructurales, de las políticas "reformistas". En fin, que todavía hoy en los comienzos del siglo XXI el sistema económico vigente tiene crisis periódicas. La pregunta es cuándo y cómo saldremos de ésta.
Coincido con Luis en que con más papel del estado, con keynesiasmo. La contradicción es que el Estado ya está interviniendo. Hoy mismo nos hemos enterado de la cifra astronómicas que hay que inyectar en Bankia para reflotarla-más de 25.000 millones de euros-, que se dice pronto…
¿Es que el Estado y el Banco de España miraban para otra parte, y ahora se ven obligados a intervenir"
No soy economista, y como cualquier ciudadano estamos sumidos en la incertidumbre; aunque soy optimista, y seguramente saldremos de ésta. Cuando "los de arriba", o lo poderes económicos vean que no hay "consumidores", que la demanda sigue a la baja, etc. ya buscarán las fórmulas para "activar" la economía, porque si no cómo obtendrían el "beneficio", elemento fundamental del sistema capitalista imperante.
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