Cuántas preguntas se abren con el año nuevo. Si el futuro de España pasará por ser republicano y federal como Alemania, o monárquico y federal al estilo de Bélgica, donde las tribus se odian tanto como aquí; si Rajoy seguirá en el País de las Maravillas; si se van a evaporar los millones de parados ya que los brotes verdes reverdecen a marchas forzadas; si los fiscales anticorrupción continuarán siendo los mejores abogados defensores de los presuntos corruptos, incluidos Urdangarín y la Infanta; si Obama nos espiará mejor cuando hablemos por móvil con la amante; si ahora que Euskadi está pacificado Cataluña pasará a ser un Estado dependiente o independiente; si el Balón de Oro va a ser este o aquel, y si en caso de empate Blatter tirará una moneda al aire; si los bancos se animarán a ir soltando crédito; si la Unión Deportiva va a seguir siendo el equipo catatónico/eufórico; si el enésimo proyecto de reforma de la Ley Electoral de Canarias saldrá adelante; si seguiremos disfrutando del pésimo nivel en educación y la sanidad derivará en el buen negocio privado que ya se está montando; si el descrédito de las instituciones y la crisis de valores redundará en autocrítica por parte de los padres de la patria; si por fin Rouco Varela va a excomulgar al papa Francisco antes de que el Vaticano lo jubile; si a Diego Costa le tocará jugar contra la selección brasileña; si los bancos saneados con dinero público van a seguir presumiendo de sus ganancias; si las españolas que necesiten abortar volverán a apuntarse a los viajes organizados a Londres, ya que -Gallardón dixit- si te viene un feto malformado, lo que debes hacer es dar gracias a Dios y seguir adelante.
Es que somos un pueblo de pícaros, abúlicos, y vivalavirgen. Individualistas acérrimos, lo público y el interés general funcionan poco. La gente confía más en la lotería que en el trabajo, por aquí no pasó la reforma calvinista. La amiga Uka Rösch, que es joven, de Berlín y lleva años entre nosotros, no se explica cómo en estas islas se desaprovechan de tal manera la energía solar y la eólica. Me esfuerzo en explicarle que España es diferente, aquí todo se privatizó y, como cualquier valor especulativo, la electricidad está sometida a la ingeniería financiera, igual que lo fue la burbuja inmobiliaria. Ella insiste: si Berlín es una comarca tan poco soleada, cómo es que allí hay tantas instalaciones para aprovechar la energía solar y aquí nanay. Le digo: a lo mejor eso va asociado a la cuota de honorabilidad y ética personal de quienes mandan. Debe ser que las energías alternativas procuran menos ganancias, el señor Soria quitó las ayudas, el botín debe estar en otro sitio.
Tantas cosas le pedimos al Año Nuevo que hasta le suplicaríamos una derecha a la europea, civilizada como en Alemania o Francia, no asilvestrada, que mantenga los mínimos democráticos. A lo mejor, para aclarar las ideas, hasta podríamos demandarle al 2014 un genuino partido político de extrema derecha, no sea que con lo ya existente nos sigamos confundiendo.
Para serenar el espíritu, hicimos un recorrido literario en el que tuvimos presentes a Domingo Rivero, Manuel González Sosa y Manuel Padorno, un paréntesis en el frenesí de las compras. Voces del ayer que dejaron compromiso, buen hacer y lealtad. El Museo Domingo Rivero, en Torres, 10, sector Triana, en el edificio donde habitó el poeta aruquense hasta su muerte en 1929, está haciendo mucho por las letras y las artes gracias a José Rivero Gómez, el nieto rescatador. Allí presentaciones de libros y exposiciones son frecuentes, lo mejor es que se ha creado un público fiel. Se me olvidaba: a pesar de los pesares, Feliz 2014.
(Blog La literatura y la vida)
PedroLuis
Estimado don Luis, a este país nuestro le sobran preguntas y le faltan respuestas. Y cuanto más "concretitas", mejor.
Ocurre, sin embargo, que las preguntas nos las formulamos todos, y las respuestas no encuentran dueño. Al final, como mucho, conseguimos que las preguntas sean colectivas y las respuestas, si acaso, individuales. Así nos hacemos "individualistas acérrimos", convencidos de que "lo público y el interés general funcionan poco".
Evidente, eso para España no es bueno. Pero también España, lógico, va camino del individualismo ¿último alcance del federalismo?
Y yo qué sé.
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pevalqui
Ante tanta pregunta retórica, y alguna indagatoria, casi nos llenas de pesimismo, tras habernos insuflado el espíritu la filarmónica vienesa, Luis, tal y como comentábamos en el blog de nuestro José Amaro. Claro que de eso, no se alimentan los parados. Y como aseveras posteriormente, mejor quedarnos alimentándonos el alma, el espíritu, porque a España le hizo falta más de una revolución.
También hay que añadir, ahora que como bien sabes, mis relaciones con Alemania se han familiarizado, que támbién tienen "sus por qués", aunque su estructura social está a años luz de la nuestra. Eso si, nosotros tenemos el Sol. Pero como bien dices su aprovechamiento energético, no deja tantos beneficios, más allá de aquel viejo slogan que popularizó Fraga en los 60 de "Spain is different".
Ya me lo comentaba Santiago, ingeniero exitoso, de mirada inteligentemente distraída, la pasada noche de Fin de Año. Tiene una empresa que se dedica a hacer proyectos que dan acogida a las energías renovables. Y cuando, tras su alegato, le espeté de forma coloquial: -"pero aquí en España no te comes una rosca con todos esos proyectos". -No, no, nosotros ahora mismo – me respondió-, estamos desarrollando trabajos en Chile, en Los Estados Unidos, en el Norte de Europa y en los Emiratos Árabes.
Dios proveerá, que decíamos no hace mucho.
Buenas noches. Saludos cordiales.
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Pintao
Le agradezco Don Luis que nos describa con tanta claridad y maestría los destellos de la cruda realidad en la que estamos inmersos.
Me vino a la mente una afirmación de un primo mío, barloventero para más detalle, que cuando yo cierro un comentario diciendo "estro, si fuéramos alemanes, no nos pasaría", el lo remata de una manera algo más cruda y sin duda más norteña, al afirmar: "sabemos lo que hacemos mal, pero nos callamos la boca por que somos una partida de bobotiezos".
No quiero yo ser tan rotundo como mi primo, pero si que los alemanes, algo de lo que están bien curados es de hacer lo contrario de lo que debieran y encima callarse la boca.
En este santo país, tenemos tan interiorizado que "sólo el dudar ya es pecado" que nos dicen que de hecho ya hemos superado la crisis, que ya lo que nos queda es mejorar, para que se note, que viendo los fríos datos sobre el papel y comprobando que estamos con casi todas las macrocifras en peor situación que hace dos años y aunque esto sea expuesto con independencia por gente digna de confianza y los datos sean oficiales, lo veamos de otra manera sólo porque la bien engrasada maquinaria mediática del partido del gobierno, nos lo repite machaconamente y sus miembros, todos a una, con la vista al frente y firme el ademán, utilizando las previamente estudiadas medias verdades, vuelven sobre lo mismo una y mil veces, como dictamina el último argumentario.
Y yo creo que en nuestro subconsciente permanece la huella de las viejas enseñanzas donde se nos advierte que la duda es pecado y el espíritu crítico de gentes de por sí, intrínsecamente perversas.
Al final termina uno por preferir hablar del tiempo, pues se le ocurre decir que el deficit va aún peor, o que la deuda externa del Estado ha subido en una mayor proporción, o que no habrá creación de empleo mientras nuestro crecimiento no sea superior al coste de nuestra financiación externa y la respuesta que habitualmente obtiene es que "ustedes lo que quieren es echar basura a la gestión de Rajoy que está consiguiendo levantar a España". Y se acabó en argumento.
Lo primero ese "ustedes", pues nadie sabe ni lo que voté ni lo que pienso votar, y después ese subterfugio de no querer hablar de los datos de la estadística oficial, sino más bien confiar todo a la buena voluntad del que manda. Y esto hablando de gente de la que consideramos formada.
En una ocasión hace años, le traducía yo un artículo a un amigo sobre el caso del Juez Garzón, y en dicho artículo se ponía al sistema judicial español cual cupa de dómine. No vea lo que me costó convencer a mi amigo que The Economist es un periódico de derechas, y no lo que el llamaba un folletín de la izquierda de siempre, envidiosa y bolchevique.
Y así nos va, Don Luis, es nuestro sino.
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