Los humanos necesitamos el misterio, lo cultivamos. Forma parte de las grandes incógnitas de la vida: de dónde venimos, hacia dónde vamos. El de los ovnis es un tema que va y viene, se pone de moda por momentos y luego cae en el letargo. Forma parte de los enigmas de difícil solución, participa de ese mismo misterio que en estos días de Finados estaba tan presente en cada hogar. Muchas veces se reservaba sitio para los muertos en las comidas del día 1 de noviembre, solía haber sillas vacías en memoria de los antepasados. Y en cada familia era muy frecuente encender lamparitas de aceite por la memoria de cada uno de los que habían fallecido. En una isla como La Palma, por su verticalidad, sus nieblas, su cultura rural y el peso de las tradiciones, hay muchas historias sobre brujas, ánimas y aparecidos. Incluso existió la luz del Time, una variante más de un fenómeno que también se ha dado en la luz de Mafasca, Fuerteventura.
En pasadas décadas estas islas han sido un buen observatorio de ovnis. El avistamiento de objetos voladores no identificados ha tenido innumerables episodios desde Gran Canaria a El Hierro, desde Tenerife a La Palma. En los llanos de Ucanca el radiofonista Paco Padrón convocaba multitudes en las noches de verano para contemplar presuntos avistamientos que nunca aparecían. Ahora parece que existe incluso un "turismo ufológico" en EEUU, Perú, Brasil, Argentina, México y Chile. Sobre todo en desiertos como el de Atacama, Chile, donde se instalará el Telescopio Europeo Extremadamente Grande que disputó la isla de La Palma. Pues bien: en Canarias está apareciendo también el fenómeno, sobre todo en El Hierro y en la propia isla de La Palma. Nos dicen que hay extranjeros que vienen para contemplar el cielo palmero desde Tijarafe a Barlovento, lugares en los que al parecer los pescadores ven con frecuencia objetos luminosos. Parece que después de tales avistamientos suelen verse por el lugar aviones de la base aérea de Gando en Gran Canaria.
Hay turistas que vienen a hacer senderismo, a conocer las playas, a fotografiar nuestros volcanes y hay otros que sencillamente vienen a buscar esas extrañas luces en el cielo, luces que brillan en forma de disco y que brotan del mar y van hacia tierra, o al revés. Luces que a su vez se dividen en otras que se alejan, se juntan y desaparecen. Son rojas, violetas o azul pálido, al amanecer o al atardecer. Hay quienes opinan que los ovnis existen, pero que son terrenales. Su aparición estaría relacionada con experimentos militares, vuelos de aviones espía no tripulados, ingenios que las grandes potencias experimentan dentro de su particular guerra de las galaxias. Quizá porque en las cumbres de El Hierro se pretendía construir instalaciones militares fueron frecuentes en aquel lugar. En el norte de la isla de La Palma, al igual que en las cumbres de Tenerife, en Gáldar y otras zonas del noroeste grancanario, se constata la frecuente visión de estas luces.
La zona del Roque de los Muchachos, en las cumbres palmeras, donde hoy está el Observatorio también iba a tener un uso militar. Y probablemente también fue una montaña sagrada para la población prehispánica. Se cree que los aborígenes eran panteístas, para ellos la naturaleza, la luna y los planetas, y los lugares elevados eran entes divinos. Y La Palma está de suerte por la abundancia de sus petroglifos y otros restos de la población bereber que la habitó antes de la conquista. El hecho de que seamos islas en medio del océano nos da una ubicación de privilegio para tales misterios. Creamos o no en la vida extraterrestre, el secreto de los ovnis está ahí y seguirá ofreciéndonos sus guiños.
Además, en nuestras islas hay muchas historias de muertos que se aparecían y solicitaban las misas gregorianas para "descargar" su alma mientras penaban en el purgatorio. En una sociedad cada vez más laica y descreída, más materialista también, se instaló el Halloween más bien hortera para agitar la noche del 31 de octubre. Antes el 1 de noviembre se celebraba en muchos lugares de las islas con castañas asadas y vino, era la llamada Noche de Finados. Ahora es una resaca hollywoodense con disfraces de dudoso gusto, una especie de carnaval monotemático que hace furor entre los jóvenes por la influencia del cine y la TV. De manera que este carnaval anticipado de Halloween ha calado mucho entre los jóvenes como casi todo lo hortera que viene de EEUU, otro gallo nos cantaría si además imitáramos sus universidades, su capacidad de investigación, el compromiso de su gente con el país.