Cuando conozca su alma pintaré sus ojos.
Modigliani
Matices más allá del lenguaje, es el título de la nueva exposición de la pintora Luz Sosa. Una pintora que aunque reconoce que los retratos no son el camino más sencillo, dentro de la pintura, los trabaja con frecuencia con un objetivo claro y definido, trabajar los rostros como principio espiritual.
Su leit motiv y casi su obsesión es llegar hasta lo más profundo, a la revelación de los personajes, por eso a través de los rasgos faciales, se centra en los ojos, en la mirada de los protagonistas. Luz se conecta en la imagen que se proyecta en la retina y la zona de su cerebro donde se procesa la información con la intención de encontrar el alma, raptar ese lugar donde la palabra no llega. Y me confiesa: esa parte del ser humano me fascina.
En sus retratos intenta ir más allá de la piel. Vivir el rostro del retrato, sentir la belleza que está en la estética, en la armonía, en los colores. Luz, lo vive no solo como un lugar físico, sino como un lugar psíquico que articula repleto de esas emociones que acompañan al ser humano en su recorrido vital, y que quizás el retratado no quiere mostrar. Y me manifiesta:
– Intento contar esas pequeñas historias que hemos guardado celosamente desde nuestra infancia: los miedos, el egoísmo, las carencias, las necesidades afectivas, la ira, los celos, la soledad, el yo recóndito. La alegría. Esas historias que están dentro de nosotros, pero que no se materializan. Intento contar y plantear preguntas. Preguntas realizadas con imágenes.
Nos presenta doce lienzos en pequeños y medianos formatos, retratos de mujeres y algún hombre ejecutados en óleo, técnica con la que la artista se siente muy a gusto porque es un tipo de pintura que le permite trabajar con pinceladas rápidas, ágiles y espontáneas. Definir la situación del personaje, sentir la energía de la creatividad, abandonarse a la corriente que discurre ante sus ojos. Crear y cultivar la belleza. ¿Pero en qué consiste esa belleza? En la belleza estética, la belleza del gesto y de las ideas que igual que en la vida muestra sus latidos y autenticidad.
Dos notas curiosas debo decir que las obras las podemos ver organizados en parejas, en un juego de encuentros y de fulguraciones. Solo una de las imágenes de la colección pertenece a su entorno familiar, el resto es obra totalmente anónima.
Reconoce que tiene especial predilección por el color, por los colores vivos e intensos, pero a la vez delicados. Hoy, en una búsqueda más ha cambiado la paleta y nos sorprende con 5 cuadros a tinta china sobre papel con un toque de color en donde surge la espontaneidad. Surge esta obra en carboncillo, fresca y espontánea, Surge igual que en una ceremonia en blanco y negro, a través de la experimentación, elaboración, fotografía. Surgen rostros de los bocetos ya trabajados acompañados de luces y sombras.
Los primeros pasos de Luz Sosa en el mundo del arte fue a los trece años con la fotografía que le llevó directamente a la Publicidad creativa y al diseño gráfico. Autodidacta, observadora y amante del claro oscuro, aprendió a plasmar en colores con pinceladas de los pintores internacionales: Salazar e Isabel Echevarría. Más tarde encontró en la pintura el camino de indagación de las más básicas emociones, motivo principal de su trabajo artístico y afirma: Lo que más me preocupa es que quien vea mis obras, sienta emociones.
Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en diferentes galerías de Gran Canaria como el CICCA, espacio digital, Club Prensa Canarias, Ermita de San Pedro Mártir y el Teatro Municipal Juan Ramón Jiménez. Ha mostrado sus trabajos en Palma, Valencia, Polonia y Nueva York. Ha obtenido Premios de pintura rápida en Mar de Velas y Mesa y López.
La Exposición Matices más allá del lenguaje podemos visitarla en Casas Consistoriales, Plaza de San Juan, 2. Telde. Gran Canaria