Bueno, propongo aquí debatir que es mejor para esta isla, aquí hay mucha gente que se opone al turismo, de hecho La Palma ha sido una isla que siempre se ha opuesto a el. Lo que me sorprende es que muchos se oponen porque ven en el turismo una manera de destruir la isla, cuando realmente sucede lo contrario, que la agricultura es mas destructiva para la isla que el propio turismo y voy a dar mis puntos a favor y en contra de cada uno de los sectores. Por qué estoy a favor del turismo??? pues por lo siguiente:
Mayor oferta de empleos: un hotel da muchos mas empleos que una parcela de cultivo de las mismas dimensiones, incluso me atrevería a asegurar que 10 o mas, porque por ejemplo, cuantas personas trabajan en el hotel de Fuencaliente?? y cuantas personas trabajan en una finca de plataneras de la misma extención?? probablemente no lleguen a 10 personas y el hotel son cientos los empleados.
Otro factor a favor es la reducida extención de terreno que ocupa un hotel, esto viene a ser mas o menos lo mismo que lo anterior, pues con 5 o 6 hoteles ya se podría paliar toda la demanda de desempleados que no puede asumir la agricultura.
El impacto paisajístico indudablemente también lo veo mejor, prefiero ver una red urbanizada, da igual hoteles o apartamentos, con sus zonas ajardinadas y demás, que no ver un litoral cubierto de plásticos.
Luego el consumo de agua en los hoteles sería muchisimo menor, y además se puede depurar y reutilizar bién para regar los jardines o lo que sea, en la agricultura, a parte de que ya se gasta muchisima agua por un producto tan exigente en agua como es el platano, esa agua no se puede reutilizar.
Y además que el tema del agua para la agricultura ha llevado a la destrucción de los acuiferos de la isla, apertura de decenas de galerias por toda la isla, provocando desapariciones de fuentes y manantiales, y abusivos aprovechamientos de las restantes que quedan hoy en día. Y a eso añadirle el hecho de las apropiaciones privadas por parte de estas comunidades de aguatenientes que se han adueñado de la isla entera y que en algunos parajes han prohibido la entrada a cualquier visitante (Ejemplo del Barranco del Rio)
La utilización de pesticidas ha provocado, y provoca, daños ambientales severos, el acuifero costero ya completamente contamindado, por no hablar del suelo, el turismo no utiliza ningún producto nocivo para regar los jardines, con agua es mas que suficiente.
El posible desarrollo turístico de la isla se haría en zonas costeras, que ya por cierto, están degradadas, por lo que no habría que destruir zonas vírgenes e intactas de la isla para el desarrollo de este sector. En la agricultura se está ahora promoviendo, o algunos, quieren promover la recuperación de la agricultura de medianias, es decir, volver a desforestar los bosques de la isla para sembrar, como ya hicieron siglos pasados donde se esquilmó la isla entera.
Y de momento no se me ocurre ninguna cosa mas. De verdad, que yo todavía no entiendo a los que defienden la agricultura sobre el turismo alegando daños y destrucción para la isla, pero si es que no hay que ser muy listo!!!!
GALVA
INCREIBLE NO, cierto….
LA IGNORANCIA…
Tengo el Carnet de manipulador de fitosnitarios cualificado…Cuando hice el curso, hasta la CIPERMETRINA estaba permitida para el Platano (buena para la lagarta)…
Ahora, menos el Jabon potasico, aceites de verano,Neem,Bacillus T…TODO ESTA PROHIBIDO…Empezaron por los sistemicos, luego los de contacto , y terminaron con todo…
Quizas el CLORPIRIFOS….
Razón : El Platano se come , y se controla la TRAZABILIDAD ( con un codigo de barrras se identifica la Finca de origen..NUNCA HA HABIDO CONTAMINACIÓN)…..
EL CESPED NO SE COME, Y LA UE LE PERMITE DE TODO…ERGO: LO CIERTO ES LO QUE DIGO…..
Lo que dice el Sr este ( si se le puede llamar así) son los topicazos , manipulaciones y dislates de siempre….
LOS CAMPOS D EGOLFOS CONTAMINAN MUCHO MAS QUE LA PLATANERA…
MUCHO MÁS…
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apurando
Resulta increíble que alguien defienda que son necesarios más insecticidas, fungicidas y demás fitosanitarios, en el césped a cielo abierto que en una platanera, incluso si está dentro de un invernadero. Eso es, simplemente, increíble.
Tengo un pequeño invernadero de unos 100 m2. y desde que empezaron los calores no hay dios que entre, y no solo por el calor, sino por la multiplicación de insectos y todo tipo de seres naturales vivos pero más que fastidiadores.
Por supuesto que yo tampoco entro, ya que mi ángel de la guarda se niega en redondo a acompañarme.
Si hay un trabajo duro en el mundo, trabajar en un invernadero a partir de esta época del año seguro que está entre los más duros. No me imagino cómo puede ser ese invernadero si lo rociase de insecticidas, fungicidas, fertilizantes… debe ser peor que un chute de heroína cortada con matarratas.
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AntonioLuz
GALVA.
¿Dices que todos los campos de Golf y los Hoteles dan pérdidas?.
Pues da la casualidad que es el motor económico de Tenerife, Lanzarote, Gran Canaria y Fuerteventura, genera empleo y riqueza y paga impuestos por un tubo en lugar de recibir el pastizal de subvenciones que recibe el plátano.
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GALVA
Ya, Antonio Luz, por eso lo llaman “dios juno”, por esa dualidad; señala acertadamente los problemas, y luego actúa de forma que empeoran…
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GALVA
Bueno, a los que negaban lo evidente, manipulan y mienten descaradamente:
Es cierto que hay plataneras que dan pérdidas… pero todas, absolutamente todos, los hoteles y campos de golf dan pérdidas: Si no fuera por las subvenciones estatales, ni uno solo se sostendría durante ni un solo día.
Y lo peor es que hay compañías Hoteleras que no invierten ni un duro en el lugar de explotación, y , si pueden dar sueldos miserrimos en Zimbaue o en Indonesia , lo hacen , percibiendo grandes beneficios PARA ELLOS…
Lo malo es que ese MODELO FRACASADO aun hay quien quiere venderlo como panacea…
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AntonioLuz
GALVA.
¿Sobran hoteles? Pero si tenemos menos que una simple calle de la Playa de las Américas¡¡¡ Sin la subvención platanera no se plantaría una mata de platanos en toda la Palma, te olvidas de ese "pequeño" detalle.
Wladi, ¿ gan analista del sector agropecuario? Bueno creo que tienes razón,es el mejor que puede analizar como el REA, promovido por su partido, consigue que un importador de queso de Holanda sea subvencionado y el que lleve queso de La Palma a Tenerife, pase las de Cain para poder venderlo¡¡¡chiquito analista¡¡¡
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apurando
Es cierto que hay hoteles y campos de golf que dan pérdidas… pero todas, absolutamente todas, las plataneras dan pérdidas: Si no fuera por las subvenciones, ni una sola se sostendría durante ni un solo día.
Y lo peor es que producimos plátanos que tiramos a la basura y traemos papas de Inglaterra y hasta de Israel, algunas de las cuales son tan malas que deberíamos tirarlas a la basura.
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GALVA
Cuando se oculta LO EVIDENTE….
Se deja en evidencia….
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GALVA
El césped de los campos de golf es un cultivo muy vulnerable, que necesita un USO INTENSO DE HERBICIDAS PARA IMPEDIR LA INVASIÓN DE OTRAS ESPECIAS VEGETALES; también, para hacer frente a una gran cantidad de insectos y de hongos, HAY QUE TRATAR EL CÉSPED Y EL SUELO CON INSECTICIDAS Y FUNGICIDAS.
En cuanto a los fertilizantes, a los campos de golf se le aplican sobre todo ingentes cantidades de abonos químicos nitrogenados que salinizan el suelo y contaminan los acuíferos.
Los biocidas imprescindibles para el mantenimiento de los campo de golf circulan a través del agua, del suelo y de la atmósfera. Al ser tóxicos, persistentes, bioacumulativos y poco selectivos, no atacan sólo a las especies consideradas "no deseadas", sino que también afectan a las personas expuestas y pueden dañar y matar aves y otras especies silvestres que vivan en los hábitats próximos.
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GALVA
Los campos de golf, unidos siempre a la urbanización del territorio, son la excusa de moda para reclasificar terrenos agrícolas que habría que proteger y obtener así beneficios millonarios a costa de la depredación del territorio valenciano. Su inclusión en los proyectos urbanísticos persigue únicamente encarecer el precio de venta de las viviendas asociadas, aunque la gran mayoría de compradores no practiquen el golf.
Eso sí, los promotores los presentan como el milagro que salvará nuestros pueblos y el Gobierno Valenciano tiene la poca vergüenza de afirmar que mejorarán el paisaje y el medio ambiente.
Como veremos, nada más lejos de la realidad.
Los impactos ambientales de los campos de golf son muy diversos: consumo de territorio, urbanización del medio rural y natural, pérdida de conectores biológicos entre espacios naturales, contaminación de acuíferos, desfiguración del paisaje, presión humana por incremento del tráfico, ruido, contaminación lumínica nocturna, etc.
Debemos entender que un campo de golf es un ambiente ajardinado, donde se ha modificado el relieve y se ha eliminado la vegetación natural. Y que se mantiene contra natura con un riego intensivo y con la aplicación de ingentes cantidades de biocidas químicos destinados a exterminar toda forma de vida natural, especialmente la subterránea (gusanos, topos, etc.), que pueda interferir con el golf. El resultado es un ambiente totalmente artificializado, con una biodiversidad mínima, tanto de flora como de fauna, muy inferior a la de los terrenos agrícolas que normalmente suplanta, que son el hábitat idóneo para los ciclos vitales de multitud de especies.
Algunos expertos indican que los turistas que juegan al golf gastan 6 veces más dinero que los no jugadores, dato que hace referencia solo a los turistas hoteleros.
Pero debemos tener en cuenta que en el País Valenciano la construcción de campos de golf se asocia a las segundas residencias (mal llamadas turismo residencial), más que al turismo hotelero. De todas formas, se trata de un modelo insostenible, con unos beneficios que de ninguna forma compensan el consumo desmesurado de recursos (por ejemplo, un turista de golf gasta entre 10 y 15 veces más agua por día de estancia que un no jugador).
Es inaceptable la nueva ley valenciana aprobada para regular y aumentar la cantidad de campos de golf (y ya hay más de 100 proyectos en el País Valenciano) y además les considere dotaciones públicas de interés social y prometa subvencionarlos con fondos destinados a la conservación de la naturaleza. Consideramos que esta política es una amenaza para el desarrollo de un auténtico turismo rural y cultural de bajo impacto ambiental, un sector que crea puestos de trabajo estables y de calidad sin depredar recursos naturales tan fundamentales como la agua, el paisaje o la tierra fértil.
EL AGUA EN PELIGRO
El mantenimiento de las grandes extensiones de césped de los campos de golf consume grandes volúmenes de agua, sobre todo en regiones de clima mediterráneo, con escasas precipitaciones y grandes pérdidas por evaporación.
Se calcula que las necesidades de riego de un campo de golf de 18 hoyos medio (40-50 hectáreas) superan los 500.000 m3 anuales (el equivalente al consumo doméstico de más de 8.000 personas), con consumos diarios en los meses de verano de unos 3.000 m3.
A este volumen hay que añadir el agua que se evapora en los pequeños lagos insertados en los campos; y todo ello sin contar el enorme consumo de los centenares —o, en muchos casos, millares— de chalés vinculados a cada campo de golf, con los correspondientes jardines y piscinas.
En un territorio donde los recursos hídricos son tan limitados y donde los agricultores y ciudadanos se esfuerzan en ahorrar agua, es inadmisible que se despilfarren en el golf unos caudales que son vitales para garantizar las demandas domésticas, agrícolas e industriales; no podemos permitir que aumente la sobreexplotación de las aguas subterráneas, que al final puede poner en peligro el abastecimiento de agua potable a los pueblos o amenazar algunos espacios naturales protegidos (como en los casos del campo de golf del Saler, que detrae caudales de la Albufera de València, o de los que se abastecen de los del marjal Pego-Oliva).
¿Es el agua depurada una solución?
Lejos de lo que se piensa, no hay ninguna obligación legal de regar los campos de golf con aguas depuradas. Éstas, frecuentemente insuficientes para cubrir esta demanda, son mal aceptadas por los propietarios de los campos de golf tanto por ser de peor calidad y oler mal, como por su coste y por la complejidad de la depuración que exige la conservación del green. Debemos pensar también que utilizar las aguas depuradas para el golf impide que se destinen a usos prioritarios (agricultura, industria, limpieza de calles, etc.), donde realmente sustituirían a los caudales utilizados actualmente, procedentes de los ríos o de los acuíferos.
Por otra parte, el riego intensivo con aguas depuradas puede contaminar los acuíferos, ya que son aguas con una elevada salinidad y con niveles altos de nitrógeno, fósforo, materia orgánica y otros compuestos derivados de una depuración ineficiente.
UN VERDE QUE MATA
Los campos de golf son monocultivos absolutamente inapropiados en las zonas de clima mediterráneo. Su mantenimiento exige la aplicación intensiva de productos químicos (fertilizantes y plaguicidas) que, arrastrados por las aguas de riego y por las lluvias, contaminan las aguas subterráneas y provocan la pérdida de biodiversidad.
El césped de los campos de golf es un cultivo muy vulnerable, que necesita un uso intenso de herbicidas para impedir la invasión de otras especias vegetales; también, para hacer frente a una gran cantidad de insectos y de hongos, hay que tratar el césped y el suelo con insecticidas y fungicidas.
En cuanto a los fertilizantes, a los campos de golf se le aplican sobre todo ingentes cantidades de abonos químicos nitrogenados que salinizan el suelo y contaminan los acuíferos.
Los biocidas imprescindibles para el mantenimiento de los campo de golf circulan a través del agua, del suelo y de la atmósfera. Al ser tóxicos, persistentes, bioacumulativos y poco selectivos, no atacan sólo a las especies consideradas "no deseadas", sino que también afectan a las personas expuestas y pueden dañar y matar aves y otras especies silvestres que vivan en los hábitats próximos.
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