¡SE ADMITEN APUESTAS, SEÑORES! RAJOY Y LOS SUYOS A DURAS PENAS AGUANTARÁN LA LEGISLATURA.

Nunca más dinero público para los ladrones de la banca. Los ciudadanos no debemos permitirlo.

¡Elecciones anticipadas, ya! ¡Fuera el gobierno de Cuentappborregos!
Parece que hay que fusilar al funcionario. Soy funcionario. Podría llegar a aceptar que me rebajen el sueldo diez veces más, que me aumenten la jornada el doble, pero, por favor, que no me fusilen al amanecer como antaño.
¿Qué culpa tenemos los funcionaros de nada de lo que está pasando? Un buen día aprobamos unas oposiciones en busca de un empleo estable. Nuestro sueldo hasta ahora era escasito, pero seguro. Sí, eso es verdad. Pero acordémonos: cuando en este país estalló aquella ola de prosperidad y se llenó España, y esta isla nuestra, de nuevos ricos, nuestro sueldo, en comparación con lo que ganaban, por ejemplo, muchos autónomos y empresarios varios, era una mierda, pero nadie se metía con nosotros y si por algún casual nos nombraban era para compadecerse de nuestra pobreza.
Resulta que ya nos hemos olvidado de los que ganaban entre 3.000 y 6.000 euros al mes dedicándose a cualquier cosa y que encima aludían al funcionario como un pringadillo que cobraba la cuarta parte de lo que el avispadillo de turno se sacaba en su empresa.
Nunca, que yo sepa, los funcionarios nos metimos con ellos.
Luego, estalló la crisis y España que estaba a punto de adelantar a Francia, después de haber adelantado a Italia, según ZP, empezó a irse al carajo. Pero, claro, la economía de este país, por obra y gracia del ínclito Ánsar (recordaréis, entre otras cosas, lo bien que hablaba inglés) se basaba casi exclusivamente en una burbuja inmobiliaria que, cuando reventó, lanzó de golpe a tres millones de parados contra las oficinas del INEM. Lógico, la recaudación fiscal cayó en picado, se dispalfarró en obras absurdas lo que no está escrito, la corrupción campaba a sus anchas y la deuda y el déficit se dispararon. Fue entonces cuando se empezó a hablar de quiebra, de recesión. Pero, ¿quiénes eran los culpables de tanta crisis? Sencillo: los jodidos funcionarios.
Mucha peña ignorante cree que la partida presupuestaria destinada a pagar las nóminas de los empleados públicos es enorme. Pero se equivocan. Tanto en la administración estatal, como en la autonómica, y en la local, en cada uno de los 14 ayuntamientos de esta isla, cada día hay más gente colocada y asesores. Los FUNCIONARIOS DE CARRERA, es decir, los que se lo curraron y se sacaron unas oposiciones, no crecen porque sus bajas no ya no se cubren. ¡PERO CADA VEZ HAY MÁS ENCHUFADOS!
Los politicuchos lo tienen fácil a la hora de demonizar a los funcionarios porque le han hecho creer al gentío que hay que ir a por ellos, que es lo mismo un jodido burócrata que no da palo al agua en su negociado (que actúe la inspección, coño) y un médico que no da abasto en urgencias o un maestro o profesor que no puede manejar a 30 alumnos (35 ó 40 dentro de poco) maleducados. Entre los des-gobernantes y la masa desinformada van a acabar con nosotros y nos van a recortar hasta la calderilla.
Y sí, para que quede claro, funcionarios mierdosos y gandules claro que hay, y camareros, y mecánicos, y peluqueros, y albañiles, y abogados, y empresarios, y fontaneros, y capitanes de barco, y… Pero la mayoría de todos los currantes de cualquier colectivo son profesionales y trabajadores. Los funcionarios también. Lo que pasa, me temo, es que hay mucha envidia, sino no se entiende tanta tirria.

Estoy totalmente de acuerdo con los que opinan que el actual gobierno de Cuentaborregos y sus secuaces dramatiza la situación económica. El objetivo de esa exageración puede ser ir preparándonos para los próximos presupuestos, que serán aún más duros que los actuales de cara a cumplir con el 3% del defict. No olvidemos que para este ejercicio el objetivo es del 5, 3%. Agárrense que vienen curvas.
Sin embargo, que sepan que no somos tontos y que no pueden pretender tratarnos como a ñiños chicos: les deseo, una vez más, que no completen los cuatro años de legislatura, que sepan que, por mucha pedagogía que apliquen, los ciudadanos estamos esperando resultados, hechos y no palabras de que sus políticas funcionan. Sus iniciativas serán cada vez más impopulares y la Xunta de Galicia será el primer gobierno, de los que están en manos del PP, en sufrir un castigo en las urnas.