No estoy para nada de acuerdo con la famosa calidad de vida de la que alardea la mayoría de los palmeros. ¿Por qué se dice eso? ¿Porque apenas hay criminalidad? Muchas veces es preferible que te roben los 20, 50 o 100 euros que lleves encima a otras cosas. Es verdad que el entorno natural es alucinante y el ritmo de vida apacible, pero vivir aquí puede llegar a ser un infierno en lo que se refiere al componente social. De hecho, la dimensión política, que es la más dada a ser criticada, es tan solo una prolongación de una sociedad mayormente bruta, dotada de una mentalidad tribal –acaso herencia de los antiguos awaras– que desprecia el progreso y que considera mortal enemigo a todo aquel que haga algo, o que solamente lo piense. En pocas palabras, aquí mientras no hagas nada, todo el mundo te quiere, pero ni se te ocurra pestañear porque la llevas clara. En fin, quien lea esto me podrá decir que exagero o que me hago la víctima, que todo lo que digo sucede en los lugares pequeños donde el anonimato es imposible. Y es verdad. De hecho, yo lo creía así hasta hace un tiempo (concretamente, hasta que restablecí en mi isla después de casi 10 años fuera). ¿Qué es, pues, lo que me mueve a teclear apretando los dientes de rabia que La Palma es una isla bruta y maleducada? El nulo respeto por las personas en todos y cada uno de los aspectos de su vida. Y no solo hablo de cosas que la gente inventa y esparce por ahí sobre temas tan sensibles como el estado de salud, las creencias religiosas, la ideología política o la orientación sexual, que son estrictamente personales y que ya de por sí merecen el mayor de los respetos, además de que no deberían ser públicos en ningún caso, salvo que el afectado sea quien libremente los manifieste. No, no solo hablo de eso. Hablo también de las explicaciones que se dan sin que nadie las pida y en las que, por supuesto, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Hablo del chantaje sistemático al que es sometido cualquiera en su trabajo por sus conocidos para hacerles favores, regalarles cosas (especialmente si trabaja en una empresa de cierto tamaño o en la Administración), dejarle facturas sin pagar por los siglos de los siglos… Por supuesto, y como en todo, hay excepciones. Espero que usted, que está leyendo esto, sea una de ellas.
digoloquepienso
Y por que volviste ?,,, porque no te vas donde te dejan vivir tan bien y has estado tan bien, según tu.
te responderé muy fácil, porque aquí acogemos a todo tipo de gente como tu y encima les damos "ayuditas"
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fuentesanta
Sergio, te has quedado corto. Hay que sufrirlo.
Esto es un reducto digno de un estudio serio.
En una ocasión vino un psiquiatra a la isla a trabajar, … y se tuvo que ir.
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Martelero
Pues es justamente el haber vivido fuera lo que me ha servido para entender aún mas a la sociedad de La Palma, y mi formula para sobrellevarlo ha sido: Ignorar y ni puto caso.
De algo te debe haber vivido un tiempo fuera de La Palma.
Pueblos pequeños, grandes infiernos.
En mi ámbito personal, de dice, se comenta, se chismorrea, se rumorea, se contubernia, vamos, ni te imaginas. Es mas, ha llegado un momento que hasta me gusta sembrar la sombra de la sospecha para que aquellos que les gustan hablar de mi hablen. ¡Y hasta es divertido!
Lo diría de otra manera, aplica Darwin: Adáptate.
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Sergio
Antes de encaminarme, dime qué no entiendes y, si quieres, te lo aclaro.
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elfolloneropalmero
sergio no entiendo nada, si no estas bien uno ya sabe el mundo es muy grande…
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