HEMICICLO PARLAMENTARIO

Veamos, para el dios del tiempo y Cualquier otro. Aquí no se han basado las críticas a favor o en contra, de agrupaciones políticas en los puramente insultos, aunque a veces, si es cierto, se le de un talante poco amigable a algunas agrupaciones bastante particulares, tanto en sus quehaceres como en el manejo que se traen, y son ellos mismos los que insultan, y lo hacen públicamente, con luz, taquígrafos y testigos. En otras ocasiones el insulto es ya a la inteligencia humana que nos toman, (“a su pueblo”) por idiotas, y donde la utilidad del mismo es simplemente pura matemática electoralista.

Pero generalizando, ustedes lo que vienen a decir es que el insulto se basa en: ¿Por qué se afirma, que la mayoría de políticos son corruptos, ineficientes y mentirosos? Bien pero eso no es un insulto, eso es ya, y estamos de acuerdo, parte de la genética humana. Además que la respuesta es bien corta; es simplemente porque pueden serlo. ¿Qué hace un político? Lo mismo que un empresario. No hay mucha diferencia con la de cualquier empresario. Ambos buscan una necesidad y la cubren. Una de las definiciones de empresario político es aquella persona que intenta obtener beneficios a cambio de reformas. (La forma más extendida del concepto es otra, y se refiere al hombre de negocios que intenta ganar beneficio mediante subsidios, proteccionismo, contratos del Gobierno o influencias políticas. Esto es lo que conforman los lobbies de la banca, ecologista o sostenible, sector alimenticio y ese largo etcétera. Este sistema es el que nos lleva al Capitalismo de amigotes o Crony Capitalism. Para el caso, pues, favoritismos, y que siempre caen en las redes. La tentación les puede más que la honestidad y clara moral, así que sucumben.

Pero las diferencias entre un político y un empresario son básicamente que:
El empresario necesita el favor del mercado para triunfar: el de su cliente, acreedores, accionistas y proveedores. La pérdida de confianza destruye al empresario al momento.

El político no necesita el favor del “mercado”, es decir, de la gente, (solo en campañas electorales). En todas las naciones siempre hay dos partidos mayoritarios que controlan el país, hagan lo que hagan. Solo necesitan el favor corporativista de otros políticos (oposición, parlamento, municipios…) y “lobbies” para conseguir sus fines. Cuando estos elementos fallan aparecen los signos y sospechas de connivencias, suele ser muy común y con resultados sorprendentes, si bien terminan siendo incapaces de sujetar el contenido del continente.

El empresario no puede saltarse la legalidad, el político sí. Los medios políticos, en sentido amplio como: Gobierno, partidos, sindicatos, patronal, ya sabemos se financian mediante el robo de los impuestos, el fraude de la deuda o la extorsión de las tasas y multas. Esto es así, y para suavizar diremos que mayoritariamente. Si un empresario usara estas herramientas para crecer, iría a la cárcel. Solo una empresa privada en este país (y probablemente en el mundo) cobra un impuesto privado. La SGAE. La razón se debe a la unión política que tienen con el Gobierno. En un “laissez faire”, tal absurdidad no podría existir. Es decir eso de «dejen hacer, dejen pasar», refiriéndose a una completa libertad en la economía: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral y mínima intervención de los gobiernos.

Con respecto a la irresponsabilidad, un empresario siempre ha de ser responsable de sus acciones. Si vende artículos defectuosos o engañosos, tarde o temprano, pagará tal abuso. Incluso si hace una línea de productos que no gusta a la gente (mercado) lo tendrá que retirar. El político es todo lo contrario. Las acciones del político no tienen consecuencia. En este país hay escándalos cada día y ningún político dimite ni se le juzga. No de la manera con que debería procederse. El sustantivo empleado daría igual, pues al igual que en criminología, no es igual homicidio que asesinato, el resultado siempre es el mismo: existe una víctima, aunque si la forma de juzgarlo, pero se hace, se juzga y sentencia. El político campa a sus anchas por su territorio, sin inconvenientes. ¿Qué quieren Uds. que les digamos?.

Si bien no he dicho nada nuevo, esto es del dominio público, pero el resultado viendo lo que ocurre

Claro, los cotos de caza, pues desde los feudos hasta la actualidad se siguen practicando, y seguirán así. Es otra forma de fraguar grandes operaciones mercantiles y hasta personales, el resto viene por añadidura.

Descalificaciones, insultos, no, sencillamente no será más bien ¿Llamar las cosas por su nombre?

Saludos cordiales y buen fin de semana.

Cualquiera, cuando dice que el impresentable soy yo, se refiere a mi, pues no leo nada coincidente, así que me atribuyo la oración. ¿Le ha molestado que llame impresentables a sus colegas? Hace Ud. como escarabajo, que lanza un globo sonda y a ver…

Si, sus colegas son unos impresentables y a las pruebas me remito. Su agrupación está tan mal de salud, tan gangrenada, que no queda por donde cortar tejido sano. Todo está putrefacto y me llama impresentable?

Sus colegas y sus maniobras desastrosas, que ya comienzan con Aznarín, nace la privatización y comienzan a vender medio país, es decir; en lugar de continuar nacionalizando las grandes empresas, que no se trata de una cuestión de izquierdas o de derechas, sino de eficiencia y de sentido común. Y para prueba, mire cómo ha degenerado la situación desde que comenzaron las privatizaciones. Un pueblo digno, libre y soberano no vende sus competencias, sus herramientas de poder y de financiación a los mercados financieros, a poderes supranacionales y a las multinacionales, como han hecho PPSOE. Se que lo dice por qué paradójicamente, Franco era un militar genocida, ignorante, mediocre y facha y fascista, con ese tic nervioso de firmar sentencias de ejecución a la hora del café, pero no me cabe la menor duda de que sus tecnócratas regularon mejor la economía que el libre mercado actual.

Se que es mal síntoma pensar así, pero al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

Pese a todo, creo tiene Ud. la impresión que deseo fervientemente se instaure una nueva dictadura, para que esto sea una balsa de aceite, al menos, con la corrupción actual, no era necesario invitarles amablemente a salir y devolver lo “recaudado”. Ellos solos se encargarían de gestionarlo, y es muy posible que las diarreas les saliesen por el cuello de la camisa, así como el cambio muy periódico de ropa íntima.

No crea que por ese motivo es por lo que le tengo alergia a unidos-Podemos, no, no soy de derechas, pero tampoco adoro a ídolos y menos a cantamañanas, vendedores de específicos crecepelos para calvicies intelectuales notables. Para nada. No se preocupe, ya en persona lo comentaremos otro día.

Cordiales saludos y buen fin de semana.