Al ser “abogada de las causas imposibles”, Santa Rita Cuenta con numerosos devotos. ¡Hay tantos imposibles en la vida! En Santa Cruz de La Palma en el Barrio de Benohare se adora en su Iglesia y en Los Llanos de Aridane, en el Llano de Argual de Abajo, en su Ermita donde se venera su imagen. Este día (22), en la Iglesia de los Santos Mártires en Argual de Arriba, a las (20) horas, debido que hay más espacio para celebrar la Eucaristía
Basta mirar un año más el almanaque de este año (2020), día (22) de mayo, Santa Rita de Casia, es una de las santas más populares de la Iglesia, conocida como abogada de los pobres y desamparados y patrona de los imposibles. Es una fecha muy significativa dentro del calendario litúrgico de la Iglesia.
La Iglesia toma parte en las alegrías y en las esperanzas y en tristezas del camino diario de los hombres y mujeres. Es El quien ha confiado el hombre a la Iglesia. Tras estos numerosos caminos, la familia es la primera y más importante. Cuanto falta la familia, viene a crearse en la persona que entra en el mundo una preocupante y dolorosa carencia que pesará después sobre toda la vida.
Hace unas semanas tuve la ocasión de disfrutar en el canal 13TV de una película sobre la bondad de una mujer, de buen trato, con astucia y de inteligencia, sobre la vida de Santa Rita de Casia, que me impactó muchísimo, donde veía que sabía perdonar a sus enemigos y familiares y mantenerlos en la fe de Jesucristo. Les diré que tardé muchísimo tiempo en reconciliar el sueño. Calculé inmediatamente cuántos centenares de telespectadores estarían degustando pasivamente la magnífica proyección, ya que para mí fue una buena dosis de inteligencia.
Santa Rita de Casia nació en el año (1381) en Rocco Porrena, cerca de Casia, en la Región italiana de Umbría. Ella sentía inclinación por la vida religiosa. Por asuntos familiares, se casó con su vecino Pablo Fernández, una persona violenta y temperamental, que le hacía la vida llena de intranquilidades. Tuvo con su esposo dos hijos gemelos. Pablo fue asesinado como consecuencia de su vida agresiva.
La vida de Santa Rita cambió de rumbo al morir sus dos hijos de la enfermedad de la peste. Este fatal suceso le animó a consagrar su vida a Dios, entrando en el Convento de las Agustinas de Casia. Dedicándose de lleno a la contemplación con una vida de total abandono en Dios.
Enamorada de Cristo Crucificado se vio sellada con uno de los estigmas de la Pasión: Una espina en la frente que le produjo una llaga dolorosa y el martirio de ser despreciada por los demás a causa del repugnante olor que despedía. Su corazón dejó de latir el día (22) de mayo de (1457), a la edad de (76) años. Fue canonizada en el año (1900), por el Papa León XIII. Su cuerpo permanece incorrupto.
Santa Rita se ha convertido en modelo de todas las situaciones por lo que pueda pasar una mujer: como joven llena de pureza e ideales, como esposa paciente y de sufrimientos ante los insultos que recibía de su marido, como madre que sufrió en su corazón el dolor de la muerte de sus dos hijos, como viuda solitaria, y por fin, como religiosa en el Convento de las Agustinas.
Bondadoso es aquel que entrega amor con él, disfruta y promueve relaciones humanas dignas. Todos siempre aspiramos a ser felices. Cada uno de nuestros actos está motivado por algo que nos apetece, nos estimula a realizarlo, para fomentar la cercanía y el servicio amable con todas las personas.
ESCRIBE: Miguel Pérez.
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FALCON
¡Pedazo de artículo se ha marcado usted, don Miguel! Más que felicitarlo, le daría la gracias y tenga por seguro que rezaré por usted.
Fíjese que en mi casa solo se escucha Radio María y se ve Radio María TV, Intereconomía y, a veces, 13 TV (en ocasiones peca de comunista este canal de televisión). Vi esa película y la grabé…¡Una maravilla! Esa noche cumplí con mi señora, como hombre, y después sí estuve también pensando y reflexionando sobre Santa Rita.
desde aquí le animo a que escriba sobre San Juan Pablo II, el Papa que adoraba a María por encima de todo.
El 16 de octubre de 1978 el mundo se sorprendía con la proclamación de un Papa no italiano, desde el neerlandes Adriano de Utrecht, preceptor de nuestro Carlos V, ningún otro había llegado a sentarse en la silla de Pedro. Karol Wojtyła adoptaba el nombre de Juan Pablo II, para terminar con el trabajo inconcluso del papa Luciani.
La elección del Papa Juan Pablo II dio voz a una Iglesia del Silencio que descubría el telón comunista, y dejaba ver martirios, persecuciones, degradaciones y traiciones. El cardenal Wyszynski invitó al Papa a su patria y recibió la visita papal en Polonia en 1979. Fue la primera visita de un Papa a un país del orbe comunista. Su visita oficial en junio de 1979, unificó a la nación en torno a unos principios ligados con la dignidad humana. Juan Pablo II les habló en su homilía de Varsovia, de historia y cultura, de cómo en 1944 fueron abandonados por los aliados y aplastados por los nazis que devastaron la ciudad, pero en aquellas ruinas quedó la estatura de Cristo llevando la cruz. Polonia descubría a través de sus palabras su identidad y aquella visita tendría consecuencias. El fallecimiento en 1981 del cardenal primado trasladó el liderazgo moral de la Iglesia en Polonia al joven Papa eslavo.
La aportación del Papa Juan Pablo II a la caída del comunismo y a la restauración de las libertades en los países de la Europa del este será determinante. Durante los 27 años de su pontificado, la Iglesia Católica se visualizó de una manera enorme, siendo nombrado en 1994 la persona más influyente del mundo por la revista Time. El pontífice polaco llegará a visitar 127 países y duplicará las relaciones diplomáticas existentes, llegando a 173 países. Su perfil lingüístico, llegará hablar diez idiomas, entender cuatro más y con conocimiento de otras cuatro, le permitirá una gran cercanía con los fieles. Su carisma con los jóvenes le pondrá en contacto con los problemas reales de aquella generación, desde la concepción de la persona humana, el amor y el sexo y la relación del trabajo con la dignidad humana. Su protagonismo será determinante en el hundimiento del comunismo, sin que aquello significase un reconocimiento favorable del capitalismo liberal, al que siempre criticará, por la defensa de la dignidad de la persona humana.
Aquel Papa que nació un 18 de mayo de 1920 como Karol Wojtyla, nació en una Polonia recién recuperada su soberanía nacional, viviendo un intenso patriotismo que lo haría compatible con la universalidad de la Iglesia Católica, la Iglesia del Amor. Su libro Memoria e Identidad es uno de los libros más claros donde explica el amor profundo por su tierra polaca, sin desmerecer de su entrega al resto de la humanidad. Su vida fue dura, viviendo desde joven la pérdida de sus seres más queridos, y quedando sólo muy joven. El joven Wojtyla sobrevivió de obrero manual, fue resistente a través de la divulgación clandestina teatral de la obra clásica polaca, que estaba penada con la muerte, seminarista y como sacerdote, conoció la vida parroquial y la académica de docente en la Universidad Católica de Lublin. Aquel joven vivió los duros años del “imperio de los mil años” del III Reich y del “paraíso comunista” que erradicaría la pobreza y la cristiandad. Sin embargo fue un hombre con Fe, confió en Dios y supo cumplir con su obligación, recuperando el alma de una nación fracturada. Ahora Polonia lo quiere como el gran restaurador de su país, el polaco más internacional de los tiempos, y los demás como el Papa que a través de su entrega y sus viajes, permitió la reevangelización del nuevo Milenio y restaurar los cimientos de una Cristiandad atacada en sus bases más firmes, la familia, la juventud, la vida y el trabajo.
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