Ya es tradicional que al llegar el mes de julio en nuestro pueblo de Tazacorte, nos vistamos de gala: día (15), en este año (2020), festividad de los Beatos Mártires de Tazacorte, el Padre Ignacio de Azevedo y sus (39) compañeros.
Nació en Oporto (Portugal) en el año (1526). El día (7) de julio de (1570), zarpaba del puerto de Funchal, el galeón “Santiago” arribando a nuestra Isla de La Palma y protegiéndose en el Puerto de Tazacorte. Sus habitantes los recibieron y acogieron con mucha generosidad y hospitalidad, ofreciéndoles muchos víveres.
Cuando abandonaban la nave para bajar a tierra, el Padre Ignacio y una parte de la tripulación, para saludar personalmente a tan amables personas, el Padre Ignacio de Azevedo se encontró con la grata sorpresa de que el dueño de aquella Hacienda era de don Melchor de Monteverde y Pruss.
Habían sido grandes amigos en Oporto (Portugal). Don Melchor le invitó a hospedarse en su casa. Durante los días que permanecieron en la casa de don Melchor, junto con sus compañeros, visitaron la Iglesia de San Miguel y la Ermita de Las Angustias. La belleza paisajística del Valle de Aridane, lleno de impresionante majestad, invitaba a la oración.
En sus conversaciones con don Melchor Monteverde y Pruss, éste le aconsejó que no abandonara la Isla, al Padre Ignacio, porque podía ser apresado por el pirata Jacques de Sores, con sus embarcaciones.
El (13) de julio el Padre Ignacio de Azevedo celebró su última Misa en tierra, en la Iglesia de San Miguel en Tazacorte. Después de la celebración de la Eucaristía, tuvo el Padre Ignacio la revelación de su próximo martirio, al presentir que iba a morir junto con sus (39) compañeros en las aguas hacia el sur de la Isla. Tan fuerte fue la impresión recibida que con los dientes produjo en el borde del Cáliz una suave mella. El Cáliz está depositado en Tazacorte y el Arcón de madera conteniendo las reliquias se conserva en la Iglesia de San Miguel Arcángel de Tazacorte y también en la Ermita de Las Angustias de Los Llanos de Aridane.
En el año (1632), el Cabildo de la Isla de La Palma solicitó al Santo Padre que fueran beatificados. El Papa Benedicto XIV, en septiembre del año (1742), reconoció que eran auténticos Mártires por la Fe, y Pio IX, en el año (1862), los beatificó.
Ellos son patrimonio espiritual de la Isla de La Palma. Fueron acogidos en la tempestad y les acompañó donde triunfaron en la Fe; por eso, con toda razón se han de llamar “Mártires de Tazacorte” en su Ascensión a la Gloria de Dios.
ESCRIBE: Miguel Pérez.
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