El robo de aguacates moviliza a agricultores de La Palma en la búsqueda de soluciones

Varias decenas de agricultores de aguacates de La Palma, ante la continuidad de los robos de las cosechas que ya se han convertido en rutina habitual en la isla, motivado en parte por los buenos índices de precios que en la actualidad tiene el aguacate y en parte por la facilidad con la que los amigos de lo ajeno colocan el aguacate robado en el mercado, sin que hasta la fecha ninguna administración haya puesto remedio; han decidido autorganizarse para buscar soluciones ante un problema que no es nuevo y que año tras año se repite ocasionando cuantiosas pérdidas económicas, a lo que se han de unir elementos inmateriales como lo son la frustración y la sensación de indefensión ante la falta de acción eficaz de la administración de justicia hacia los responsables de cometer tales actuaciones.

Por este motivo, hacen un llamamiento al conjunto de las administraciones con diferentes competencias en la materia, para que sumen esfuerzos, poniendo sobre la mesa medidas efectivas, en lugar de desviar responsabilidad de unas a otras. “Los agricultores entendemos que lo primero en lo que han de ponerse los responsables de las instituciones manos a la obra, es en confeccionar un registro de productores, en el que figuren los datos del agricultor, superficie cultivada, paraje en el que se encuentra ubicada la finca, número de plantas, producción estimada; en definitiva, datos como los que ya se llevan a la práctica en otros cultivos como es el caso de la viticultores o los productores de plátanos, que permite tener una información puntual y específica de cada productor en todo momento, lo cual facilita tener un control bastante exhaustivo de los datos de producción.

Otra medida que consideran que debe llevarse a cabo de manera periódica y exhaustiva es el control en los empaquetados, pues “al margen del daño económico que supone en robo de las cosechas para el agricultor, puede darse el caso de que el robo indiscriminado pueda dar lugar a riesgos para la salud de los potenciales consumidores por la falta de controles de trazabilidad de aguacates que hayan sido robados, que han podido ser tratados con venenos recientemente”.

En este sentido, se insiste en la necesidad de incrementar los controles en los empaquetados, pues se estima que son miles de kilos de aguacates los que se roban anualmente; cantidades que tienen difícil salida a través de mercadillos, por lo que “tenemos la certeza absoluta de que el producto de tales robos está siendo comercializado por otros cauces”.  Por lo que entienden que en el momento que ninguna empresa se dedique a comprar aguacates robados, el propio hecho de robar dejará de tener sentido.

Los agricultores, por último, hacen un llamamiento a la totalidad de agricultores de aguacates de la isla de La Palma para lograr la unidad de acción en la defensa de los intereses de este importante subsector agrícola local.