El Cabildo recibe el estudio de viabilidad para poner en marcha plantas de desalación

Veo que muchos están contentos de que se implante una desaladora en La Palma, incluso llegan a denominarla “sostenible” lo cual denota una sumisión absoluta a las tesis de Cabrera o bien una atrevida ignorancia sobre lo que supone una desaladora.
¿Se queja alguien de las desaladoras de Tenerife? si; ¿Se queja alguien de las desaladoras de El Hierro? Si y mucho; ¿Se queja alguien de las desaladoras de Gran Canaria? no lo sé; ¿Se queja alguien de las desaladoras de Fuerteventura? Si, pero no les queda más remedio que aceptarlas ; ¿Se queja alguien de las desaladoras de Lanzarote? Si.
Las desaladoras son una solución válida, son el mal menor cuando no hay otra opción, y en La Palma hay más opciones.
Veamos lo que supone la instalación de una desaladora. Lo primero es que hacer una desaladora no es presentar (bueno, presentar no, decir que hay) un estudio diciendo que es viable. Para hacer una desaladora lo primero es redactar un proyecto (no un estudio) que, si se hace bien puede tardar mínimo 6 meses, suele ser bastante más (también los hay que hacen un copia-pega y lo entregan una chapuza, que si bien es más rápido, luego tiene consecuencias). Ese proyecto tiene que estar visado por el colegio del ingeniero que lo haga, con los plazos que eso conlleva. Además se tiene que hacer un proyecto industrial separado (alta tensión, baja tensión, contraincendios, etc.) para dar de alta la explotación en industria, que al igual que el anterior tiene que tener un visado de calidad por el colegio de ingenieros industriales, con la complejidad tanto de su elaboración como la de su tramitación de visado. Después tiene que tener el visto bueno medioambiental (que tal y como está la cola de trabajos pendientes de evaluar se pueden pegar mas de un año suponiendo que sea favorable, aunque es subsanable si el político de turno exige su prioridad y el funcionario la acepta). Tiene que tener el visto bueno de Costas, licencia del ayuntamiento, visto bueno del minas por aquello de los sondeos que hay que realizar para la toma de agua. No nos olvidemos del periodo de información publica y dar conocimiento a las distintas partes afectadas.
Seguimos. Una vez terminado el proyecto y teniendo el visto bueno de todo el mundo (¿vamos por dos años?), hay que buscar pasta para hacerla, que por cierto con esto del Covid19 las administraciones no van a disponer de mucho dinero. Bien, ya tenemos el dinero, ahora hay que licitar el proyecto, otros 6 meses mínimo y rezar para que no quede desierto, pues los contratistas ya no están para hacer aquellas bajas demenciales del 40%, que concluían con enormes problemas durante la fase de ejecución y un descenso drástico de la calidad de los materiales y por tanto de la obra.
Vale, ya está adjudicada y comienza la obra, otros 2 años mínimo para terminar la obra si todo va bien y el proyecto es ejecutable, otros 4 meses para la puesta en marcha, y ya tenemos capacidad para producir agua desalada. Ahora habrá que usarla, para eso hace falta energía, bien, proyecto de instalación de molinos y/o placas solares, bueno pues el mismo proceso que para la desaladora (aunque se puede hacer de forma paralela). Poner molinos no es tan fácil como poner un ventilador y enchufarlo, hay que ponerlos donde haga viento, no donde nos de la gana y por supuesto llevar la electricidad producida a la planta desaladora. Luego el problema que tiene la energía renovable es que es capaz de producir, pero no de almacenar y desgraciadamente la desaladora tiene que trabajar, y consumir energía, 24 h/día, 365 días/año, tanto si hace sol como si no, tanto si hace viento como si no (por cierto no se como estamos de viento en la zona oeste, de sol bien). En los momentos que no haga sol ni viento la desaladora sigue demandando energía que habrá que dársela de combustibles fósiles, incluso haciendo una Gorona palmera.
Vale, ya tenemos energía y podemos producir agua desalada. Ahora hay que tratar esa agua porque el proceso de desalación retiene todas los iones y algunos los deja en niveles tan bajos que hay que postratar el agua para que sea o bien potable o bien para riego. Ya la tenemos tratada y disponible. Digo yo que parte se usará para el abasto público y otra para resolver la “pertinaz sequía”. La de abasto nos la comemos porque no hay más remedio, pues te la meten en la red y punto, pero pregunto ¿los agricultores estarán dispuesto a regar con agua desalada (o diluida) a su gallina de oro (oro ya bastante devaluado), el plátano, en vez de con un agua de la calidad de las de las Haciendas o la del túnel, pues si, no les quedará otro remedio, cómo pasa en Frontera.
Ahora hablemos de los costes de explotación: primero la amortización, ah no, eso no que como la ha pagado papá administración la inversión no hay que amortizarla, vale; segundo, mantenimiento (personal, productos, electricidad, gastos generales, reparaciones, mantenimiento del edificio, mantenimiento de sondeos, etc); tercero, amortización de las instalaciones y equipos, esta si, esta hay que asumirla para cambiar las membranas, bombas, tuberías, llaves, recuperadores de calor, estructuras, etc, etc, etc, cuando se estropeen o queden obsoletas.
Ya tenemos el agua y sabemos los costes de producción a la cota 0. Ahora toca hablar de la elevación del agua desde la cota 0 a la que haya que llevarla, por debajo de la 450. A partir de aquí es el mismo coste que elevar el agua salobre de los pozos del barranco de Las Angustias. Seguimos, ahora tendremos que hablar de depósitos de almacenamiento y postratamiento, electrobombas para elevar el agua, red de distribución, depósitos de cabecera, etc, con su consiguiente coste de construcción y mantenimiento.
Continuamos hablando esta vez de los costes medioambientales de los vertidos de salmuera a una costa virgen. Estos costes son evaluables pero alguien pensará aquello de que “tranquilos que el océano lo aguanta todo”.
Bueno y ahora que sabemos lo que cuesta, hablemos de lo que habrá que pagar. Por supuesto, este coste estará subvencionado por el Estado en un 50%, que habrá que pelear en convenios que según quien gobierne se firmaran más rápido o más lento, o a lo peo ni se firman. Pero aquí habrá que pensar si el Estado estará dispuesto a subvencionar toda el agua que se desale en toda Canarias, pues no es lo mismo dar 8,5 millones ahora a lo que supondrá ese 50% cuando se implanten todas estas desaladoras sostenibles que se proponen.
Esto es parte de lo que hay con las desaladoras.

Parece ser que definitivamente el CIALP apuesta por todo menos por lo más fácil, menos la perforación sostenible del trasvase, todo lo demás es bueno. Bueno es su decisión y serán los palmeros quienes lo disfruten o lo padezcan.
Lo primero que destaca de la noticia es que volvemos a usar aquello de que hay un estudio que concluye la viabilidad de la instalación de una desaladora en Tazacorte, pero como ya viene siendo habitual en las declaraciones del Sr. Cabrera y haciendo gala de la nota del 0,3 en transparencia del CIALP, no se presenta el estudio por lo que estaremos unos meses debatiendo sobre quién, cuándo, cómo se ha redactado.