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La prestigiosa revista francesa 'Rumporter' se rinde a la maestría artesanal en el tratamiento del guarapo de Destilerías Aldea de La Palma

La revista francesa Rumporter, una de las más prestigiosas del mundo del ron, ha dedicado un artículo a Destilerías Aldea ubicada en el municipio palmero de San Andrés y Sauces, que produce desde hace cuatro generaciones un ron agrícola elaborado solo a base de guarapo, el jugo fresco de la caña de azúcar, toda una rareza en España. Destilerías Aldea fue galardonada con una medalla de oro y dos de plata en el London Spirits Competition de 2020, siendo la única ocasión en la que se presentó a un concurso internacional.

Rumporter destaca en su artículo el deseo de la familia Quevedo representada hoy en día por José Quevedo y su hermana María Jesús, la cuarta generación, de mantener viva la tradición de un ron elaborado a partir de puro jugo de caña de azúcar procedente de las fincas próximas a Destilerías Aldea propiedad de pequeños agricultores de la zona y también de la finca Los Camachos en Barlovento, que pertenece a la Familia Quevedo y única plantación de cultivo de caña de azúcar ecológico de la Isla. Hasta cuatro variedades son cultivadas por agricultores locales que siguen prácticas sostenibles y logran una materia prima de calidad que le aporta personalidad, fuerza e intensidad al destilado final del ron.

La visión diferencial del maestro ronero y propietario José Quevedo le ha dado un nuevo impulso a la marca, manteniendo la tradición de destilar la caña sobre fuego de leña en antiguos alambiques, a la vez que logra imprimir potencia y profundidad al resultado final de cada añada, sin perder de vista su elegante sabor. Rones de terruño que reviven el pasado glorioso de la caña de azúcar en Canarias y de una calidad en boca extraordinaria, que completan un catálogo de rones de edición limitada.

Maestros del ron. El origen del Ron Aldea de La Palma se remonta a 1936, año de fundación de la destilería a manos de Don Manuel Quevedo Alemán (1872-1968) en el municipio grancanario de La Aldea de San Nicolás de Tolentino. Un adelantado a su tiempo, Quevedo fue el primero entre sus competidores en optar por la destilación directa del jugo o guarapo de la caña recién molida y no de la melaza residual, con lo que conseguía mantener el sabor y aroma puros de la caña dulce, tradición que ha mantenido en el tiempo la Familia Quevedo y que se ha convertido en seña de identidad de uno de los mejores rones del mundo.
Nacido en Arucas, Quevedo emigra muy joven a Cuba, para trasladarse en 1888 a Santo Domingo donde ejerció labores en el mundo de los ingenios azucareros. Tras el regreso de las Antillas, a principios del siglo XX, trabajó a la sombra de su padre y su tío José Alemán, propietario de la fábrica azucarera de Bañaderos, tomando más tarde la dirección de la importante fábrica de la ciudad de Guía (Gran Canaria) adquirida en 1909 por el empresario inglés Mr. Leacock. Entonces, con 37 años, Quevedo ya era un más que reconocido maestro del azúcar y el ron.

Esta fábrica, bajo la dirección de Quevedo, estuvo a pleno rendimiento durante cuatro años, pero debido a los efectos negativos de la primera Guerra Mundial en 1916 la producción era casi nula, produciéndose el cierre y venta de la fábrica en 1919 al financiero portugués Enrique Figueroa Dasilva, quien se lleva

los principales bienes de equipo y con ellos a Quevedo a la isla de Madeira. Todo ello coincidía con el fin del segundo ciclo de la caña de azúcar en Canarias, donde ya en 1920 habían cerrado las principales azucareras.

Quevedo y su familia vivirán en Madeira unos 15 años, desde 1919 hasta 1934, y lo hará como director de la fábrica azucarera de Sao Felipe (Funchal), propiedad del referido industrial Figueroa Dasilva, donde seguirá acumulando experiencias en la destilación de aguardiente.

En 1934, tras la quiebra económica de Figueroa, Manuel Quevedo regresa a Canarias con su familia. En este momento, con la experiencia acumulada anteriormente y con la idea de continuar en el mundo azucarero y de la destilación, comienza a desarrollar el proyecto de la fábrica del Ron Aldea que abre sus puertas en 1936 coincidiendo con un nuevo ciclo de la caña de azúcar en Canarias.

Entre 1954 y 1956 se produce el traspaso de la fábrica a la sociedad agrícola Rodríguez Quintana, que realiza una profunda remodelación de la industria con un nuevo edificio, un nuevo alambique, cubas y depósitos de almacenamiento, pero manteniendo a Quevedo como director técnico.

A mediados de los 50 es Don Carmelo Quevedo, hijo de Don Manuel, quien se va a la Palma con la marca Ron Aldea, dando lugar un segundo ciclo en la historia y producción de este producto. Unos años más tarde, en 1969, un hijo de Carmelo, José Manuel Quevedo Hernández se traslada también a la Palma para continuar con la historia familiar.

La Familia Quevedo, cuatro generaciones después, continúa fiel a la tradición de sus antepasados en un antiguo edificio del pueblo de San Andrés junto al mar. Desde 2001 José Quevedo Rodríguez y su hermana María Jesús han tomado el relevo de la compañía con el deseo de prolongar el legado familiar de los primeros maestros roneros, con la destilación directa del jugo de caña y en el mismo alambique que comenzaron a utilizar los maestros destiladores en 1936 (alambique de cobre, destilación en continuo y horno de leña) como clave para mantener intacta la calidad y el sabor singular de Ron Aldea, al que se ha sumado hace año y medio un nuevo alambique que se alterna con el original.

Ronmiel Special Cask Selection. La revista francesa Rumporter hace referencia en su artículo al Ronmiel que tanto gusta a los turistas que visitan La Palma. Precisamente, el maestro ronero José Quevedo ha recuperado una receta originaria de La Palma del siglo XVIII para elaborar el primer Ronmiel reserva que se produce y comercializa en Canarias y único en el mundo, compuesto por una mezcla de rones añejados en las mejores barricas de la destilería a la que se le ha añadido un mayor porcentaje de miel, para luego madurarlo en barrica de roble americano y lograr el resultado final.

Este novedoso ‘blend’ logra un equilibrio perfecto con la miel pura de abejas de la Isla. En el proceso se han intensificado los matices a vainilla, café y cacao, consiguiendo un producto con cuerpo que hará las delicias de los amantes del Ronmiel. Un producto único y exclusivo que, sin perder la esencia del Ronmiel tradicional, aporta nuevos matices y aromas al paladar.

El próximo año el maestro ronero José Quevedo espera poder presentar un producto muy exclusivo de Destilerías Aldea que está en proceso de maduración. Se trata de un ron premiun artesanal Single Cask cosecha de 1991, un ron 100% agrícola con carácter potente y muchos ésteres (componentes aromáticos que surgen durante la fermentación). Para su elaboración se ha elegido una de las 20 barricas de más de 25 años que existen en la bodega de Destilerías Aldea, cuyo contenido será traspasado a unas 200 botellas aproximadamente, ofreciendo un producto exclusivo y muy cotizado.

Un legado inigualable. La historia de amor de la Familia Quevedo con el ron de caña es digna de una película cinematográfica. La encomiable dedicación y entrega de cuatro generaciones de maestros roneros nos permite hoy disfrutar de una amplia y cuidada selección de productos clásicos y ediciones limitadas que otorgan prestigio y seña de identidad a Ron Aldea en todo el mundo.

Los productos clásicos de Destilerías Aldea están conformados por el Ron Aldea Blanco, cuya característica principal es su aroma a caña de azúcar recién cortada; Ron Aldea Dorado, ensamble de rones envejecidos hasta un año con elegante acabado; Ron Aldea 8 Barricas, cuidada selección de 8 de los mejores barriles de ron de la Destilería envejecidos hasta 8 años; y Ronmiel Aldea, sabroso ron blanco mezclado con deliciosa miel procedente de la apicultura insular tradicional, del que se producen cada año más de un millón y medio de litros y que atrae especialmente a los turistas que visitan las Islas.

La Familia Quevedo ha cuidado con mimo sus ediciones limitadas, especialmente apreciadas. Es el caso de Single Cane, un ron blanco de alta expresión del que se producen menos de 3.000 botellas por añada; Ron Single Estate, un ron ecológico, el primero y único ron orgánico 100% local elaborado en Canarias y España, con una producción de menos de 2.000 botellas por zafra; Ron Aldea Maestro, elaborado por primera vez en 2011 con la añada de 2001. Se elabora en barricas de roble americano en su proceso de maduración; Ron Aldea Familia, elaborado por primera vez en 2011 con rones de la añada de 1996 para rendir homenaje al relanzamiento de la marca Aldea en la isla de La Palma en 1969 y del que se producen menos de 7.500 botellas por añada; Ron Aldea Triple Vintage edición limitada resultado de los mejores rones de la destilería. Un producto único digno de alquimistas y elaborado a partir de añadas extintas; y el Ron Aldea Tradición, que rinde homenaje a la primera receta original del primer maestro ronero y fundador de la Familia Quevedo, y que fue elaborada en Gran Canaria en 1936. Su primera edición se lanzó en 2013 con la añada de 1991 y se producen menos de 2.000 botellas por lote.

Abrirse al mundo. Ron Aldea se fabrica en el Trapiche de El Melonar, sobre el acantilado de Rompecabos, junto a Puerto Espíndola en San Andrés y Sauces, enclave histórico por su vinculación al comercio del azúcar palmero y escenario perfecto para degustar el placer de volver a las raíces. En el mismo lugar se encuentra el Centro de Interpretación de la Caña de Azúcar y el Ron, un museo que recibe cada año cerca de 70.000 visitas.

Los turistas y residentes pueden disfrutar de un maravilloso viaje a través de la historia de una de las tradiciones con mayor arraigo en Canarias, conociendo todo el proceso de elaboración del ron desde la zafra de la caña de azúcar, a partir de Semana Santa y durante los siguientes tres meses; pasando por la molienda de la caña una vez seleccionada; el proceso de fermentación del guarapo; la destilación del guarapo que permitirá al ron mantener el sabor, aroma y bondades de la caña de azúcar recién cortada; el proceso de maduración y mezcla que requiere gran maestría y paciencia; y, finalmente, la hidratación con agua procedente de los nacientes de Marcos y Cordero y su reposo durante un periodo mínimo de dos meses, para que se produzca la integración y ensamblaje de todos sus componentes.

Este Centro de Interpretación logra que el público se sienta partícipe en cada una de las etapas y de los aspectos históricos, sociales y culturales de un cultivo que durante los siglos XV y XVI fue de gran importancia para la economía local. Un espacio diseñado también para que el visitante aprenda a diferenciar entre los rones artesanales hechos directamente del jugo conservando todas sus propiedades y características organolépticas de la caña, de los rones industriales que se hacen con la melaza y son mayoría en el mercado.

Un viaje en el tiempo que devuelve al visitante el origen artesanal de una destilería de ron que mantiene al día la tradición y la máxima calidad de sus productos, dirigidos al mercado local pero también a la exportación a Europa y Canadá, aportando nuevos sabores para una historia que continúa con la ilusión de brindar el mejor legado a la futura quinta generación de Ron Aldea.

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