Varios cientos de personas protestan en La Palma contra la reforma laboral

Unas 300 personas, según las policía local capitalina, y alrededor de 800, según los sindicatos CCOO y UGT, se manifestaron este miércoles por las calles de Santa Cruz de La Palma para protestar contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno central y contra las políticas de austeridad, ajustes presupuestarios y recortes sociales impulsados por los distintos gobiernos de la UE, en el marco de una movilización organizada por la Confederacion Europea de Sindicatos.

Con pitos y pancartas que rezaban "No a la reforma laboral", "El trabajo decente no es un privilegio. El empleo y las personas lo primero"," Por un empleo estable y de calidad", "Paremos la reforma laboral", y coreando consignas como "Más negociación y menos imposición",o "Rajoy, escucha, La Palma está en la lucha", los manifestantes se concentraron en la plaza de España, primero, y luego recorrieron la Calle Real hasta llegar a la Dirección Insular de la Administración General del Estado donde se leyó un manifiesto reivindicativo, que luego fue entregado en la propia Dirección Insular que se encontraba aún abierta con motivo de la movilización.

El secretario general de Comisiones Obreras Canarias, Jesús Arteaga, que fue uno de los participantes de la protesta, dijo que es necesario la movilización social para luchar contra la reforma laboral y conseguir que en el proceso de tramitación parlamentaria se modifique y "si no es así no nos vamos a quedar parados porque está en juego nuestra democracia". Anunció que el domingo 11 de marzo "volveremos a salir a la calle en todas las capitales de provincia y esperemos que la gente se conciencie de lo que nos estamos jugando con esta reforma laboral que afecta negativamente a todo el mundo, no sólo a los trabajadores, sino a muchos autónomos y empresarios, que va a agravar el problema del paro y a profundizar en este circulo vicioso de la recesión. Esperamos que la gente salga a la calle a protestar para que el Gobierno, si es de verdad democrático, escuche al pueblo".

"La gente se está agarrando a un clavo ardiendo, creen que hay que darle una oportunidad al Gobierno de Rajoy para ver si es verdad que nos van a sacar de la crisis. Pero nosotros decimos que no y que no va a generar empleo porque la reforma lo que hace es abaratar y facilitar el despido y abaratar los salarios. De los efectos negativos de la reforma no se libra nadie y eso la gente lo tiene que saber para que conozca lo que verdaderamente nos estamos jugando, que no es otra cosa que la democracia y el estado del bienestar y de la justicia social. Si hay que hacer sacrificios que se repartan equitativamente entre todos y no entre los más débiles", dijo el sindicalista. Arteaga insistió en que lo que está en juego es la democracia que "en este país nos ha costado tanto conquistar". "Si seguimos por esta deriva los valores democráticos van a salir seriamente dañados", afirmó.

El secretario general de UGT, Antonio Martel, por su parte, insistió también en el mensaje de que la reforma laboral nos afecta a todos por igual y espera que la gente empiece a tomar conciencia de sus consecuencias y que los empleados empiecen a sacarse el miedo y vean que su puesta en escena en la calle es necesaria para corregir esta reforma "impuesta dictatorialmente por un gobierno y que son ellos los que nos tienen que arropar" porque "en La Palma hoy son 10.300 trabajadores, el 27% de la población", pero advirtió que a lo largo de este año se incrementará esta cifra sobre los 13.000 o los 14.000 desempleados, lo que sería un situación insostenible para un territorio tan pequeño.

Por eso, dijo, "confío en que en próximas manifestaciones se sume más gente" porque "es una reforma agresiva contra los derechos de los trabajadores".

Martel se lamentó de que en la manifestación había más empleados, que desempleados, lo que atribuyó sobre todo a las dificultades de ir casa por casa explicando las nefastas consecuencias que la reforma laboral tiene para los trabajadores.

Los sindicatos no descartan convocar una huelga general antes de que finalice el mes de marzo.