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La Verdad ya "descansa" en su nuevo hogar, el Museo Naval de la capital

Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando la directora del centro museístico se puso en contacto, vía skype, con Thomas Cox para mostrarle la llegada de la campana

El viaje de retorno de la campana de La Verdad a la isla vivió este jueves su último capítulo, primero a bordo de la Nao Santa María, donde se celebró el acto de entrega de la misma al Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, y después con el curioso traslado de este pequeño trozo de la historia naval de la isla escoltado por los 12 de su Majestad, vestidos de época, al Museo Naval, donde permanecerá en exposición pública para quien la quiera visitar y conocer su historia y la de la industria naval palmera.

Durante el acto llevado a cabo en la Nao Santa María, intervinieron las familias del constructor, (Arozena), armador (Yanes) y último capitán (Simón Sosvilla Cáceres) del velero La Verdad, botado en La Palma en 1873, y que naufragó en la costa de Bermudas en 1899, salvándose la campana de apenas 40 centímetros de altura, forjada en bronce con su nombre y fecha de botadura grabados, que después de 120 años ha vuelto a su hogar. Además también tomaron la palabra las distintas autoridades que pusieron en valor el pasado astillero de la Isla Bonita en la que se llegaron a construir 150 naves como recordó el presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Melchior, quien dio las gracias al señor Thomas Cox por su “generosidad” de donar la campana, que “ha sido testigo de actos muy importantes” y que ahora se conservará en el Museo Naval.

Para el presidente del Cabildo, Anselmo Pestana, los pueblos que recrean su historia, que la recuerdan, también merecen un futuro mejor. “Espero que este tipo de actos, que recrean una parte muy bonita de nuestra historia, nos ayuden a ser capaces de más cosas”, dijo, y el alcalde Sergio Matos hizo un repaso por la historia de La Verdad y dio las gracias a los impulsores de esta iniciativa que ha hecho posible el retorno de la campana.

Especialmente interesante fue la intervención del capitán de la Nao, Manuel Muruve, quien recordó el periplo de la campana hasta llegar a la isla y que describió de la siguiente manera: “Un americano se dirigió a nosotros cuando estábamos en Estados Unidos y desde el año pasado la campana ha estado a bordo del Galeón en todo el periplo, en toda la costa este, y al final cruzó un poco a destiempo, con la temporada de huracanes en su apogeo, desde Estados Unidos hasta España. Durante todo ese tiempo ha estado a bordo del Galeón y en un momento pasó a la Nao Victoria, que la llevó al astillero donde se estaba haciendo la Nao Santa María”, que es la que ha traído la campana a La Palma. “Aquí está vuestra campana; me siento muy orgulloso de haberla traído y que sea para un museo marítimo, ya que en España hay muy pocos pese a tener una historia muy grande”, dijo

Tras el acto oficial, llegó el momento del traslado de la campana, todo un espectáculo que partió del puerto y continuó por la calle Real, ante la mirada antenta de los curiosos, hasta su depósito en el Museo Naval. Allí se vivió otro momento muy emotivo cuando Carmen Concepción, la directora del centro museístico, se puso en contacto con Thomas Cox para mostrarle que la campana ya había llegado a su nuevo hogar. Recordar que Mr. Cox vino a la isla para estar presente cuando llegara la campana pero las condiciones de la mar impidieron captar el instante culmen de esta bonita historia llena de generosidad que ha cruzado los mares.

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