La situación producida por el COVID-19 no será un obstáculo para disfrutar, por cuarto año, del teatro amateur. El festival “Tijarafe, la Cuarta Pared” será sustituido por un nuevo concurso de micro teatro denominado “Diablito 2.0”, que se presenta como una alternativa online que permite seguir apostando por esta disciplina, aun en tiempos difíciles. El 14 de noviembre, coincidiendo con la Semana Cultural José Luis Lorenzo Barreto, se hará público el fallo del jurado.
“El festival “Tijarafe, la Cuarta Pared” no ha desaparecido. En 2021, si la situación lo permite, retomaremos con más fuerza el formato que veníamos desarrollando a lo largo de estos años. Ahora toca reinventarse, creando un concurso online que nos permita seguir repartiendo “Diablitos”, señala Beatriz Gómez, directora del festival, quien añade que “la disciplina del teatro siempre ha estado presente en el municipio y queremos seguir apostando por ella, porque Tijarafe se ha convertido durante estos últimos tres años en el epicentro de teatro de autor en Canarias y seguiremos trabajando para que siga siendo así”.
El plazo de inscripción y envío de obras estará abierto del 28 de septiembre al 6 de noviembre. El concurso estará dirigido a asociaciones, colectivos y demás grupos residentes en Canarias, vinculados de alguna forma con las actividades teatrales de forma aficionada y sin ánimo de lucro. Se concederán tres premios en metálico, 200 euros para el primer premio, 150 euros para el segundo y 100 euros para el tercero. Las bases del concurso se pueden consultar en la web del Ayuntamiento de Tijarafe.
La concejala de Cultura, Diana Lorenzo, indica que “Tijarafe siempre ha sido un municipio con una gran cultura teatral, donde, además, se ha apostado por la realización de un festival que se ha ido consolidando edición tras edición, atrayendo el interés de grupos de teatros de dentro y fuera de la isla. Por lo tanto, y pese a las circunstancias, no queríamos perder la ocasión de disfrutar de esta disciplina cultural, adaptándonos a la situación y tomando como aliado las nuevas tecnologías, que nos permiten tener una cita con el teatro desde casa”.
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He aquí una amplia redacción ó crónica gráfico-descriptiva, que pone de manifiesto que su redactor no sufre problemas visuales de atención, observación ni de escritura mecanografiada, para solicitar empleo pidiendo ser vendedor de los cupones de LA DOCE, donde su salario presume será mejor remunerado que si fuese de LA ONCE.
CeroCeroSiete, eres el mejor, con diferencia, aunque ahora tengas siempre en la mano la navaja de ese señor…, y eso impone.
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Analizando la foto veo una cosa que no entenderé nunca, o sea, las mesas de las oficinas con un ordenador delante y sin embargo llenas de papeles, libretas y libros como si estuviésemos a principio del siglo pasado. Ahora hay dispositivos electrónicos, ordenadores, teléfonos móviles, etc. La información almacenada en formato de papel está más que obsoleta.
¿Para qué quieren los ordenadores? Supongo que usarán los ordenadores como un elemento decorativo. Parece que algunos libros cumplen la función de una plataforma para elevar la pantalla del dispositivo informático.
Yo acudo como cliente a una empresa privada y veo un despacho así y salgo corriendo, me voy a otra sitio porque me parece que mezclar ordenadores con papeles no da buena imagen de modernidad y dinamismo, no sé.
Veo un calendario de papel en el escritorio, increíble. El ordenador tiene un calendario y el teléfono móvil también. Si una persona del siglo XXI ve esa imagen pensará que retrocedió a la Edad Media.
Luego la señora tiene las manos mal colocadas en el teclado qwerty, los dedos van en la línea de teclas más abajo, donde hay unas marcas palpables en las letras F y J para poder colocar los dedos incluso en la oscuridad o con los ojos cerrado. Con eso, con ver esa foto, sé que probablemente, aplicando la navaja de Ockham, es más bien alguien de mirar a las teclas mientras las pulsa y eso impide trabajar más rápido. Una persona mecanógrafa experta coloca siempre bien los dedos de forma inconsciente en el teclado para hacerse una foto.
Cuando yo escribo jamás miro al teclado y la mayoría de las veces ni siquiera miro al monitor cuando estoy redactando algún comentario en El Apurón, estoy casi siempre mirando otra pantalla, tengo tres, casi siempre hago varias tareas al mismo tiempo. En El Apurón y las redes sociales no me pongo a revisar si hay algún fallo con alguna tecla, pero en otros documentos sí pongo mucho más cuidado y los reviso varias veces.
De todos modos ahora hay software que hablas por un micrófono y pasa la voz a texto, tanto en un ordenador como en un teléfono móvil. Tan solo con esas aplicaciones ya las agendas y las libretas de notas pasaron a la historia. Con las notas electrónicas puedes hacer copias de seguridad en la nube y así jamás se pierden si se avería o se pierde el dispositivo electrónico, pero con las notas de papel, se lo lleva el viento y te quedas a dos velas.
Veo una botella de agua Barbuzano, la que cobran a 1,29 € la garrafa de 8 litros cuando hay agua de fuera más barata, como por ejemplo la que viene de Vilaflor de la isla de Tenerife bajo la marca Naturis. Eso, en una oficina, da una imagen de derroche y de que no hay un control muy estricto en el gasto y por ende es negativo para la empresa, o también se podría interpretar como publicidad no solicitada.
Teléfonos fijos, no sé, creo que ya casi nadie los utiliza.
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