Cada 1 de mayo, y desde muy antiguo, el gallardete, especie de bandera blanca con una cruz dibujada, era izado sobre la montaña de La Laguna anunciando la festividad de las Santas Cruces. Este año, a los pies de la montaña, se extiende la cicatriz negra del volcán de Cumbre Vieja. Las tierras y los asentamientos vecinales han quedado divididos por una muralla de lava.
Lava que engulló muchos cruceros y de algunos se salvaron en el último momento los Santos Maderos que son custodiados por los vecinos y mayordomos a la espera de un nuevo emplazamiento. Aun con este drama humano de desolación, la vida continúa y al menos el gallardete del año 2022 ya ondea sobre la montaña siendo acompañado por una tocata anunciadora de bucios.
Las tres cruces, Calvario, de la cima volverán a su lugar la víspera del 3 de mayo debidamente vestidas y enramadas. El volcán no ha podido arrasar con las tradiciones de profundas raíces. La esperanza en la reconstrucción hoy la protagoniza, como antaño, el símbolo de la Santa Cruz, que une arraigo y nuevas esperanzas para los laguneros. En el año 2003 se recuperó esta costumbre de la subida del Gallardete, realmente una bandera blanca con una cruz, en la montaña de La Laguna con tocata de bucios y voladores.
Antigua y ancestral manifestación popular de los festejos a la Santa Cruz rescatada por el Grupo Etnográfico Baile Bueno de La Laguna en Los Llanos de Aridane, isla canaria de La Palma.
3399
Que no se pierdan las costumbres.
Leer más