Incendio secadero Fyffes, 1928.
Preámbulo: Ante la crisis sanitaria que estamos padeciendo en un principio dudé en escribir este artículo, parecía no ser apropiado. Más tarde pensé que por ocultarlo no había dejado de suceder. Decidí relatarlo. Tiene un final epopéyico y ejemplar por parte del pueblo. Igual modo va a tener, no con los mismos métodos, la derrota total del coronavirus. Va a ser de nuevo el pueblo con “fuego”, sin llamas, y con la mayor fuerza en la esperanza compartida por todos/as ante el llamamiento responsable: “Quedémonos en casa ¡¡¡”.
La peste de Tazacorte
En el año 1928, la hoy villa y puerto de Tazacorte hacía tres años que había conseguido la segregación del por entonces municipio de Los Llanos. Por esos años era un próspero municipio comercial y portuario, con menos de 3.000 habitantes y más del 70% de la población obrera dedicada al trabajo en los empaquetados y en el cultivo del plátano. Las infraestructuras del embalaje y exportación platanera por El Puerto ocupaban un destacado desarrollo económico y social. Varios empaquetados de plátanos tenían su sede en el joven municipio creado en 1925.
Aquella actividad, feliz y emprendedora para sus habitantes, se vio truncada cuando en los primeros días de agosto de 1928 se observó en los empaquetados de plátanos y sus proximidades “infinidad de ratas muertas y abobadas, que los obreros recogían y tiraban al mar”, según reseña Salvador González Vázquez en su libro Historia de Tazacorte (1492-1975). En los primeros días seis operarios de los almacenes enfermaron y el médico de la localidad, el mazuco Manuel Morales Pérez (1902-1986) dictaminó que se trataba de la temida peste bubónica, histórica pandemia que había azotado a la Humanidad periódicamente y desde hacia muchos siglos. Morales Pérez fue uno de los héroes de aquella atroz infección.
La peste bubónica se trata de una infección del sistema linfático por la picada de una pulga infectada, Xenopsylla cheopis, “la llamada pulga de las ratas”. Al ser un parásito cuando el ratón muere busca a otra presa, en este caso a un ser humano. La primera referencia histórica de la que se tiene referencia fue durante el Imperio Romano de Oriente (Imperio Bizantino). La pandemia se extendió por el Mediterráneo.
Ante la noticia confirmada, la buena gente de Tazacorte buscaba refugio fuera de su municipio y “en medio del pánico y el rodar de los vehículos, cuando el mal sólo había hecho una víctima, veíanse huir hacia los campos y pueblos cercanos, que en tropel abandonaban sus casas y sus intereses todos” describe Antonio Pérez, según González Vázquez, en un artículo publicado en el periódico palmero El Tiempo el primero de septiembre de 1928.
La angustia, los rumores y los casos de enfermedad y muerte propician una decidida actitud del vecindario que ve en las pacas de paja, importadas por las empresas plataneras, en las que anidaban ratas y ratones infestados con el parásito de la “pulga de las ratas”, el foco de la enfermedad. Se acusa directamente que era el germen de la infección que se cebaba con los trabajadores de esta empresa de fruta. El pueblo clamaba con la quema del almacén de Fyffes, lugar que hoy ocupa el colegio público Juan XXIII, con la radical negativa para ello de las autoridades.
Así fue, el pueblo rocía combustible y prende fuego al empaquetado en el que anidaban ratones en la paja, fibra vegetal destinada al embalaje de plátanos en guacales para la exportación por El Puerto de Tazacorte.
La prensa de las islas se hace eco del suceso. Según el periódico tinerfeño El Progreso (Diario republicano autonomista), el 26 de septiembre de 1928 publica una crónica titulada “Nota Oficiosa: En La Palma le prenden fuego a un almacén de frutos”, las fuentes informativas parten del Gobierno civil de la provincia. La crónica periodística recoge: “Por telegramas recibidos en el Gobierno civil se sabe que el vecindario de Los Llanos, Argual y Tazacorte, después de un repique de campanas, y sin hacer caso de exhortaciones y mandato de autoridades y Guardia Civil, se dirigieron a prender fuego a un almacén que la casa Fyffes tiene en el término de Tazacorte, lleno de pacas de paja, lo que realizaron”, y atestigua la foto de Quintero que acompaño. Según la tradición oral entre esas personas se encontraba la aridanense Juana Tabares Díaz (1888-1956), hija predilecta de Aridane y hoy se titula una calle con su nombre.
El hecho estaba consumado y el rotativo resalta: “Ha llegado el juez de Instrucción de Los Llanos, quien ha empezado a instruir diligencias sobre lo sucedido”. Se habían producido daños considerables en una propiedad privada y era perceptivo abrir diligencias penales. Tanto es así que el rotativo señala: “los hechos censurables han sido producto de una gran incultura y un ambiente del temor que desde hace unos meses se respira en el pueblo y comarca de Tazacorte”.
Ignoramos la resolución judicial que recayó sobre esas diligencias judiciales. Lo cierto es que la peste bubónica de Tazacorte cesó, con víctimas mortales y enfermos, con la quema provocada, y no falta de valentía popular, del inmueble del empaquetado platanero de la compañía británica Fyffes.
* Cronista Oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009).
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Nitrofoska
Y yo me pregunto ¿Qué tiene que ver Franco, su dictadura, movimientos feministas y su tratamiento con el contenido de este hilo?
Aquí se recoge un trabajo del pasado siglo, y solo (entiendo) con la intención de comentar los azotes que hemos recibido como parte integrante de la humanidad en cuanto a epidemias y pandemias. Se ha sobrevivido, no sin las victimas que desgraciadamente siempre acontecen. Ese es el verdadero valor de la pérdida: la vida.
Con la que nos está cayendo ya a medio Mundo, donde se nos recuerda, ó parecemos estar en el 1555, en pleno azote, y que diezmó media Europa; 1916-18, donde se contabilizaron entre 20 y 40 millones de personas fallecidas; en 1957 con la conocida Gripe Asiática, con un millón de muertos. Sin embargo, leyendo las “aportaciones” vertidas aquí, da la triste impresión de no haber tomado conciencia, de no calcular las dimensiones que podría tomar la actual infección y contaminación, la propagación hasta donde podría llegar, tanto en países como en víctimas. Se trata, de un problema muy serio, tanto desde el punto de vista de la salud, como socio-económico que no se puede calcular, y nos lo tomamos a bromas.
Como siempre, aparecen los ya conocidos y clásicos troll, los revientahilos, con sus interpretaciones simulando ser quienes no son, si bien ya les conocemos de sobra, por mucho que intenten emplear esa caligrafía de inclitos estultos gárrulos. ¡Que ridículo!
Vaya manera de hacerse notar, en el vano intento de hacerse los graciosos, sin caer en cuenta que una cosa es ser gracioso y otra bien distinta caer en gracia. Aquí ni lo uno, ni lo otro, salvo crean que están actuando en el Circo “Totis.” Para esto último hay otros espacios más indicados. Seamos serios.
Cordiales saludos y, por favor, ¡Cuídense!
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sirinoke
Corrijo: …un baifo, no un batido.
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sirinoke
Ay Jessica y su victimismo, cada vez que apareces se muere un batido.
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ekofemenesta
pos estava franco enel poder enel 1928??
kisiere disir algomas porosegoro melo borran
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Jessica
Parece mentira que todavía haya quienes defienden a una dictadura fascista y represora de todos y todas los y las ciudadanos y ciudadanas, sobre todo de la clase trabajadora y proletariado. Y sigan metiéndose conmigo o con grandes dirigentas de nuestro gobierno solo porque somos mujeres y feministas. Sus insultos son nuestra fortaleza. Unidas somos más fuertes y venceremos en nombre del ecofeminismo inclusivo y progresista. Muerte al heteropatriarcado represor.
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Nitrofoska
Bien, quisiera hacer una breve aportación a las notas y apuntes de Viky, respecto a esa pesadilla que a punto de crear, por lo pronto, una epidemia y, no solo en Tazacorte, también estuvieron afectados-contagiados miembros de la población de Argual. Entre algunos de los afectados y que murieron, desgraciadamente, existieron también infantes. Otros, conociendo los síntomas que producía y siendo en algunos casos miembros de la misma familia, silenciaron el problema tan grave de salud, sin tomar en consideración modo y formas de contagio, todo ello en evitación que les dejaran solos y abandonados, si bien al final sufrieron sus consecuencias.
Esta historia daría para mucho más, así como cierta leyenda, sin poderse contrastar para darla por cierta, así como la propagación, penalidades, angustias, sufrimiento de algunas madres, qué en un acto heroico, que sólo ese cordón umbilical, de tantos que tienen, les mantiene unido a ésta y su prole, acabaron en desenlaces fatales. Triste final a tanto amor y sacrificio.
En la asistencia médica de estos enfermos estuvo también nuestro discípulo de Ramón y Cajal : D. Manuel Morales, a la sazón recién estrenada su titulación en Medicina y, como anécdota particular, una vez asistidos los pacientes y dadas las “Órdenes pertinentes de cómo actuar” una vez llegado a su amado Tazacorte, siguió hacia el Puerto de Tazacorte, donde junto con su vestimenta se metió en el mar y, no salió hasta pasadas unas horas, como medida de higiene y desinfección de posible contagio
Conozco a familiares de las víctimas, quienes me relatan lo ocurrido, así como también algún miembro de la mía, que pese a su edad, no tienen problemas de riego, quienes me comentan que muchas familias salieron de sus casas para residir más lejos, (no diré lugar, evidentemente) para salvaguardar sus vidas hasta ver si se terminaba esta infección tan contagiosa y mortal.
En Argual, frente a la ubicación de la actual farmacia, y el monumento a Los Calabaceros, se encontraba una casa quemada, en ruinas, y en un solar que nunca tuvo ninguna actividad, propiedad de una persona con dos de las clásicas tiendas de toda la vida, la usaba como almacén de víveres, piensos y forrajes para animales.
Bien, el comentario popular es que, dicho almacén estaba albergando lo comentado, que al parecer provenía de Argentina, también daba cobijo a una población muy alta de ratas y, por tanto, siendo las toxinas de la pulga que parasita a las ratas, y conociendo la secuencia de su propagación, en un acto de responsabilidad, y sin encomendarse a nadie, prendieron fuego al edificio, dos plantas con suelo de madera en el segundo. Sería por lo de aquel viejo refrán: “Muerto el perro se acabó la rabia.”
Fui testigo ocular de dicho almacén en ruinas, el cual desapareció totalmente con las obras y restructuración, cuando eliminaron un puente existente a escasos metros y las nuevas vías hicieron su aparición.
Es posible que gente del oeste, del Valle, aún recuerden su situación.
Cordiales saludos.
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MIRMILLON
Como Jessica siga escribiendo nos vamos a enterar que Napoleón Bonaparte ayudó a Franco a derrotar al Frente Popular. Vaya anafalbeta !!
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Ivan4
¡Ya salió la típica happyflower que nos habla del heteropatriarcado y de simplonadas como la de que estamos ante un castigo de la Naturaleza…!
¿Tenemos que aprender de Irene Montero, de Mibellaisla o de Jessica?
A Pedro Sánchez hay que construirle un monumento por tener que aguantar a estas hippi-estalinistas de Unidas Podemas. Cuando acabe todo esto, el Marquesado de Galapagar tendrá que emigrar a Cuba.
Si no es por el PSOE, acabaríamos siendo Corea del Norte o Ruanda.
¡Bien por Ángel Víctor Torres y por Pedro Sánchez!
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Mibellaisla
Se nota bastante que el confinamiento y la situación excepcional que estamos viviendo está haciendo reflexionar a la población y haciéndola más amable y solidaria…lamentable!
Nunca había visto un nivel de agresividad tan alto hacia una persona simplemente por equivocarse a la hora de hacer un comentario.
Está claro que hay quien no quiere aprender nada ni siquiera en situaciones extremas…muy penoso!
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Ivan4
¡Gracias por la corrección, Fragelio! Ni sé de Física nuclear ni sé de medicina, pero no voy por ahí afirmando algo de lo que no tengo ni idea. Conozco perfectamente la diferencia entre bacteria y virus. ¡Y rectifico si me equivoqué o me despisté (ahí ya lo toma usted como quiera)!
Sí afirmo que Jessica es una INCULTA y una SEMIANALFABETA, como Irene Montero.
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