Jose Tomás Rodríguez de Paz.
Con fecha 21 de enero de 2021 se publicó un artículo con el título de “No a seguir urbanizando el litoral de Los Llanos de Aridane”, por Pedro Higinio Álvarez, Economista. Un amigo con el que comparto algunas visiones, aunque ésta no.
Yo digo “Sí a revolucionar la forma de hacer y entender el turismo en el litoral de La Palma”.
Primeramente, me gustaría aclarar, para salir del titular, los sinónimos de litoral: costa, playa, ribera, orilla, margen.
Pues bien, esa zona no se puede urbanizar, pues existe una Ley de Costas y unos procedimientos administrativos que habrá que cumplir. Lo digo porque hay ciertos vocablos que incluso a mí, en la vertiente de sostenibilidad (de la costa), me pueden producir rechazo y por eso, lo mejor, es informarme bien. Y, ¿usted?
Intentaré seguir desgranando el artículo de opinión de Pedro Higinio Álvarez, porque debemos vivir más que de teorías y pasar a las cuestiones prácticas (si son reversibles, mejor en lo posible).
Actualmente, se está tramitando por parte del Cabildo de La Palma y el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, un expediente administrativo denominado “Instrumento de Planificación Singular Turística para la Ordenación Estructural y Pormenorizada del Litoral de los Llanos de Aridane” como ya indica el artículo del Sr. Álvarez.
Dice que lo que se pretende con el mismo, es urbanizar un área que abarca una extensión de 28,25 hectáreas (0,3km2 aproximadamente), entre el Hotel Sol y Punta Cho Bito, próximo a la entrada sur del Charco Verde y por debajo de la actual carretera que conecta Puerto Naos con El Remo.
Urbanizar significa hacer las instalaciones y operaciones necesarias (trazado de calles, tendido de electricidad, canalización, etc.) en un terreno delimitado para poder edificar en él y dotarlo de infraestructuras y servicios. Pues bien, podría decirse que eso, casi existe ya en realidad, aunque para explotaciones agrícolas intensivas de platanera. Existen redes de riego, agua potable, instalaciones eléctricas aunque luego vayan de otra forma y consumos que, a saber, igual van en favor del medio ambiente con energías renovables por las bondades del sol y proyectos sostenibles, con menos consumos de agua que la platanera o similares tal vez.
Podemos decir que son terrenos de máxima calidad turística aunque como se ha dicho también lo son de la máxima calidad agrícola. El sol y el agua son buenos para los plátanos, y también el sol y el agua son buenos cuando hacemos turismo.
Y todo ello, con el objetivo de crear hasta un total de 2.600 camas turísticas, y porque no decimos que allí cabrían 45.757 (o 59.759 matas de plátanos con los datos del Sr. Álvarez), es decir, que en cuanto al consumo de agua actual va a ser el mismo como mucho que el de dichas camas turísticas. En un terreno de la máxima calidad turística, debido a sus horas de sol, temperatura media anual y calidad del agua, como así se refleja en el siguiente cuadro estimativo, de los datos correspondientes al turismo, en la zona de dotación turística que contribuya a cualificar Puerto Naos y a la media en Canarias.
Cabe resaltar que el territorio/suelo absorbido por la actividad turística supone sólo el 1,77% del suelo total, por ejemplo, en Gran Canaria (Simancas 2015).
La iniciativa para urbanizar este espacio está aislada de otros proyectos, con independencia de que pueda ser deseada y necesaria la carretera desde El Remo hasta Fuencaliente, la vía en construcción de circunvalación y el Puerto de Tazacorte y otras iniciativas de menor calado, con el objetivo de activar la realidad social adormecida, la revalorización patrimonial territorial, donde esté, y no en todas las UTM de La Palma, y reactivar la realidad económica y cultural de La Palma.
Pero todo esto no es nuevo, ya que desde la elaboración de los primeros documentos de planificación que se han propuesto o aprobado para La Palma, gran parte del litoral La Palma, siempre ha sido “objeto de deseo” para utilizar cualquier argumento que evite la creación de empleo y economía en La Palma y como resultado, sea insostenible también su protección y termine hasta en abandono y la creación de decenas o centenares de puntos críticos por despropósitos con el paisaje aunque sean sólo de decenas de metros cuadrados.
Por supuesto y como no podía ser de otra manera, en algunos informes y documentos del mencionado expediente, seguimos encontrando expresiones vacías, palabras huecas, “lugares comunes” y algunas falsedades en su elaboración, pero esto, desgraciadamente, es frecuente en proyectos y expedientes de este tipo en Canarias. Nada nuevo bajo el sol.
Cambiando las frases del escrito de Pedro Higinio, si me permiten el juego de palabras, ante este nuevo “NO” de determinados círculos de opinión, de un nuevo “atropello” contra lo que deciden quienes hemos puesto para que nos gobiernen, contra un suelo turístico de máxima esperanza para La Palma, ¿no tienen nada que decir las entidades empresariales de La Palma?, ¿no tiene nada que opinar la Consejería de Turismo? ¿No tiene nada que decir el propio Ayuntamiento, por la descapitalización irreversible que supondría arrasar con una posible nueva expectativa empresarial sostenible que haría convertirse en una de las mejores zonas turísticas de Canarias?
Si estas zonas del litoral de Los Llanos de Aridane o Las Hoyas, en Tazacorte, no se han urbanizado todavía es, principalmente, porque la rentabilidad del turismo en dichas zonas no era tan alta que no compensaba su venta para la urbanización. Estas zonas no deben salvaguardarse para siempre de su urbanización, máxime con los actuales valores sociales y medioambientales de las empresas turísticas de hoy en día, ya que constituyen un activo económico, ambiental y social de primera magnitud para el uso y disfrute de las generaciones venideras.
¿En qué cabeza (ecologista) cabe que se pretenda seguir reconstruyendo fincas con nuevos plantones e infraestructuras agrícolas, cuando las que tenemos en La Palma y en el conjunto de Canarias, reflejan una debilidad y vulnerabilidad importantes en el conjunto de la economía por las amenazas externas, y por los malos usos insostenibles de abonos y pesticidas, que también dañan nuestra salud, tal como estamos sufriendo, y que se ha vuelto más sensible como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19?
Seguimos defendiendo que el empresariado (agrícola y turístico) responsable y amigo de la Reserva de La Biosfera de La Palma y que practiquen una agricultura integrada o ecológica, deben tener derecho a recibir una compensación monetaria directa (agrotasa y “turtasa”), independientemente de la recibida por kilo comercializado, por turista recibido, debido al beneficio paisajístico que genera su actividad y que es una de las señas de identidad de La Palma, incluido en el respeto al paisaje en su conjunto, sus valores patrimoniales, sus prácticas responsables, su responsabilidad social y ambiental y su ejemplo ante otro empresariado.
Este tipo de proyectos ahonda en un modelo turístico del que hemos hablado en otros escritos, causante de grandes beneficios ambientales, económicos y sociales para las islas, por transformador, innovador y generador de cambios.
Afirmaríamos que si la economía de La Palma va orientándose hacia nuevas formas de entender el turismo y la construcción de infraestructuras de apoyo, el futuro social y económico de esta isla SÍ que tiene un horizonte totalmente despejado y viable, y no hacen falta otras medidas de reactivación económica. Eso no implica necesariamente, que el que se urbanice la zona prevista tenga que ser con modelos del pasado sino que a buen seguro podrá serlo ante los nuevos modelos generadores de economía local, modelos sostenibles y modelos sociales nuevos que vertebren la integración en otras actividades evitando signos de debilidad estructural y de pobreza sino más bien al contrario. Porque quizá no sea el qué, sino el cómo hacer, y sobre todo, tener en cuenta los porqués.
Desgraciadamente y como ante otras expectativas, la realidad, en muchos casos, nos dice que este tipo de proyectos territoriales, ambientales y para contribuir a la mejora de la economía de La Palma y de su sostenibilidad social, también lleva aparejado la aparición de comportamientos presuntamente de supuesto lobbie de presión del “no a casi todo”, entre particulares y con la participación, muchas veces, de las respectivas entidades ecologistas con acción sólo cuando son públicas y notorias los estados casi finales de expedientes provocando una vez más la incertidumbre implicada que asusta a propios y extraños y aquellas por las que La Palma sigue hoy en día teniendo poco más de 80.000 habitantes, los mismos que en 1971, cuando el volcán Teneguía, hace nada menos que 50 años.
Este tipo de opiniones de gran impacto exterior por la buena estima que le tenemos a nuestra gente bien formada, y más, si es economista y además profesor, con implicaciones en la sociedad y en la economía de la isla, hace que debamos poner de nuevo sobre la mesa de debate la posibilidad de incrementar por los ayuntamientos la divulgación y concienciación por su buen planeamiento, capaz de disminuir las voces críticas porque los objetivos de desarrollo sostenibles se están aplicando bien, y aprovechar lo que tienen actualmente para impulsar y aprobar este tipo de proyectos y que éstas pasen si hiciera falta cualquier visto bueno incluso del Gobierno Autónomo, y de cualquier otra gobernanza, y la seguridad jurídica suficiente para que haya confianza de esa nueva clase empresarial, ética y responsable; es por ello que debe legislar y tomar decisiones desde un ámbito cercano a la realidad en profundidad de aplicación de sus competencias y saber y leal entender de las leyes cualesquiera que le sean de aplicación, insular, regional, estatal o europea. Un ayuntamiento, que en este caso es el de Los Llanos de Aridane, sí puede, debe tomar decisiones sobre el territorio, en el marco del planeamiento insular y que afecte de manera tan importante a una isla para su bienestar conjunto. Suerte, y a trabajar.
Lecturas como la que ha servido de estímulo a este largo escrito, nos hacen recordar las palabras de un profesor de ingeniería de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que, parafraseándolo, no nos equivocamos demasiado al afirmar que la aplicación de la legislación urbanística de Canarias es, por encima de todo, un “paraguas ecologista” bajo el cual supuestamente se permiten todo tipo de arbitrariedades y juicios técnicos y jurídicos interpretativos que se hace imposible no sólo hacer obra civil ni siquiera que la demande la sociedad, sino que ni siquiera se llega a proyectar, mientras se siguen sucediendo planes y planes, que “aburren” y hacen abandonar ilusiones por transformar la sociedad con nuevos planteamientos que no dejan expresar.
Por último, y es para provocar, porque intuyo lo que se vaya a contestar, decir que el PIB per cápita, que es un buen indicador de la calidad de vida, en Canarias en 2019, fue de 21.244€ euros, frente a los 26.430€ euros de PIB per cápita en España.
Y, ya que el Sr. Álvarez, nos habla de la mayor producción de plátanos, pero quiere la menor cantidad de turistas, hacemos la siguiente comparación con el PIB per cápita entre La Palma y Lanzarote, por ejemplo, en 2018. Mientras Lanzarote tenía un PIB de 23.702 euros, en La Palma era de 18.785 euros.
El PIB de Lanzarote fue de 3.548 millones de euros, el más elevado entre las cinco islas menos pobladas, seguida de Fuerteventura (2.500 millones), y supone más del doble que el PIB de la isla de La Palma (1.500 millones).
Si queremos más de lo mismo, siempre escuchando durante 50 años lo mismo, aunque hay críticas constructivas en muchas ocasiones, en general, es un “no al final”.
Espero que, habiendo pasado de la ingeniería para terminar hablando de economía, Pedro Higinio me permita que nos tomemos unos cuantos cafés para poder comprendernos. Y tan amigos. Puedo entenderte, aunque no lo comparta. Y, espero, “que lo que nos ha traído hasta aquí, no nos lleve hasta allí (o no todo)”. Deseo que haya #espirituindianostodoelaño si ambos queremos.
Fuentes:
datosmacro.expansion.com/ccaa/canarias
canalagrariolapalma.com/recomendacion-de-riego-en-platanera-del-20-al-27-de-enero-de-2021/
biosferadigital.com
elapuron.com
José Tomás Rodríguez de Paz
Ingeniero Civil
Consultor en Dirección y Planes Estratégicos
Profesor de Formación Profesional y Certificados de Profesionalidad.
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escarabajo
Aclarando conceptos: ribera es la orilla de un rio o delta con lo cual aqui va a ser que no.
Urbanizar no es lo mismo que roturar, esa costa no se encuentra urbanizada, se encuentra roturada, es decir dotada de infraestructura agraria a nivel de suelo rustico para alcanzar la condicion de solar debe estar urbanizada y no lo esta, como bien establece la ley del suelo, debe tener saneamiento,red electrica, acerado y encintado de calles, y abastecimiento de agua potable, no de riego. No confunda ud.
Por otro lado el cultivo del monoplatano no deberia ser el prioritario ni el uso de pesticidas que ya se ha reducido, pero otros frutales como mangos o aguacates esta demostrado que aportan calidad, economia y reducen el consumo del agua.
Mas hoteles??? Para quien? Mire ahora todos cerrados y le importa algo al grupo Socimi banco buitre que el hotel sol este cerrado??? Ni cosquillas en su economia, ese dinero es migajas para ellos, por ello apuesto por la economia local.
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