El Cabildo de La Palma, junto a su séquito de “servicio”, siguen infundando el miedo a los vecinos de Puerto de Naos y La Bombilla en la Isla de La Palma.
Es la única arma que tienen, porque el resto de argumentos y mentiras, ya se les ha desmontado.
Mensajes privados con amenazas y chantajes que luego se convierten en más mentiras.
Reuniones o limpiezas “para nada”.
Pero lo que está claro, es que gracias a Dios o a la Vida, no todo habitante o afectado es carne del miedo.
Temor es lo que sienten ellos cuando los afectados libres de ese temor, duermen plácidamente con el sonido del mar en sus viviendas sin pedir permiso a nadie.
Vergüenza deben sentir, cuando estos vecinos, demuestran que salen sanos de sus casas y sin ningún tipo de síntoma “gaseoso”.
Miedo sienten, cuando el telón se cae y se les ve la cara, a todos aquellos que ante la justicia, no tendrán tiempo ni dinero para argumentar tanto teatro.
El miedo es libre, pero a los que no nos producen ni un ápice de temor, los que amenazan, los correveydile que envían recados a las familias, los que no temen a un comité científico que en ningún momento pronuncian “vamos a hacer un plan para que vuelvan a sus casas”, sí que seguiremos demostrando que hubo un día en el que nos obligaron a permanecer en nuestras casas por los gases de CO2, y hoy curiosamente, se les prohibe entrar.
Al Equipo B, porque el A, eran los mejores.
Se les está cayendo el chiringuito.
Y no a un lado o al otro, sino encima.
Y de eso, estamos siendo testigos todos.
Afectados y no afectados.
Ya lo decía Isaac Newton: Que todo lo que sube, baja.
Y todos los responsables, bajarán hasta donde haga falta.
Esperamos que lo hagan sin miedo.
*Fdo Conchi Jaén, afectada y vecina “sin miedo” de Puerto de Naos.
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