Algo está cambiando en Santa Cruz de La Palma. Nuestro municipio asiste a un momento en el que las obras eternizadas en el tiempo se terminan y se ponen en marcha y las viejas aspiraciones de la sociedad palmera por fin tienen cumplimiento. En pocos años la ciudad ha recuperado y ganado importantes espacios para la cultura, el deporte, la actividad comercial, el ocio y la expansión. Desde el pasado lunes, Santa Cruz de La Palma ha ganado también un espacio fundamental para la transmisión del conocimiento y la investigación.
La Escuela de Enfermería nace del compromiso de la Universidad de La Laguna y el esfuerzo del Cabildo de La Palma para dar cumplimiento a una antigua reivindicación de los palmeros, que durante décadas hemos asistido a la marcha de nuestros jóvenes estudiantes fuera de la Isla, en lo que ha constituido una auténtica sangría de nuestro capital humano. No en vano, el recuerdo de la Escuela de Magisterio, que tenía sede en nuestra ciudad, permanece latente en buena parte de nuestros mayores, como un referente de calidad educativa y factor de cohesión social.
Que nuestros jóvenes accedan a la mejor formación posible y luego encuentren los cauces necesarios para ejercer su labor en nuestra Isla continúa siendo uno de los grandes retos que sigue afrontando la sociedad palmera. Se ha dado un primer paso de capital importancia al garantizar la formación más exhaustiva de nuestros jóvenes en una especialidad de la rama sanitaria cada vez más demandada. Pero no basta. Es necesario poner las mejores condiciones y los medios precisos para que las promociones que se formen en este Centro tengan la oportunidad de desarrollar aquí su labor profesional con totales garantías.
Estoy seguro de que la Escuela de Enfermería de la Universidad de La Laguna en La Palma será un éxito y que los profesionales que salgan de este centro alcanzarán la más alta cualificación. Confío además en que esta nueva andadura encuentre su reflejo muy pronto, con renovadas apuestas en disciplinas para los que nuestra Isla se muestra tan propicia, como la astrofísica, el turismo o aquellas relacionadas con el medio ambiente. Las puertas de Santa Cruz de La Palma, por supuesto, están abiertas para ello.
