El Museo Naval de Santa Cruz de La Palma ha sido este fin de semana sede de una interesante charla coloquio, dentro de la colaboración que mantiene esta institución cultural con la sección local de la Unión de Radioaficionados de La Palma, sobre las comunicaciones vía satélite por radioaficionados.
La radio y los satélites son además parte esencial de las comunicaciones marítimas, una temática en el que el Museo Naval tiene enorme interés, por su papel en la historia y la seguridad de la navegación.
Este es además un campo apasionante, en el que los radioaficionados afrontan a la vez dos retos: uno técnico, en cuanto al equipo necesario, y otro tecnológico, en cuanto a la forma en que utilizan los satélites geoestacionarios para hacer rebotar su señal y ponerse en contacto con interlocutores a través de estas ondas.
Una órbita geoestacionaria es una órbita en el plano ecuatorial terrestre a unos 35.000 kilómetros de la tierra que orbita en el mismo sentido que la rotación de la tierra. Normalmente se refiere a esta zona como el cinturón de Clarke, pues es donde se encuentran los satélites geoestacionarios, que se mantienen siempre en la misma posición y son los que se usan para las comunicaciones, como TV, radio o telefonía, entre otras.
La radioafición a través de satélites no es especialmente complicada, si bien tiene algunas diferencias con la convencional, como la necesidad de tener antenas específicas, su orientación y la rápida frecuencia de las señales, que exigen práctica a las personas aficionadas que se inician en este tipo de comunicación. Aspectos como la tipología de equipos necesarios para el uso de satélites por radioaficionados fueron abordados mostrando ejemplos de antenas elaboradas en La Palma para llevar a cabo este tipo de comunicación.
La charla coloquio corrió a cargo de Román Rodríguez, Tomás Vento, César regalado y Miguel A. Hernández, todos ellos de la unión comarcal de Santa Cruz de La Palma de la URE.
