El concierto del Isla Bonita Love Festival hace cumbre con LP

Dos letras, LP, Laura Pergolizzi, marcaron sin duda el momento cumbre del concierto del Isla Bonita Love Festival que se ha celebrado en el Puerto de Tazacorte, ante la presencia de miles de personas, que pudieron disfrutar de un espectáculo muy variado, que fue desde el pop, a la bachata, pasando por el rock.

Un menú variado y muchas y distintas expectativas que no se vieron defraudadas, en un concierto que se prolongó desde la tarde del sábado hasta la madrugada del domingo, con un desfile de primeras espadas de la canción sobre los dos escenarios que se levantaron en esta cuarta edición del Love Festival en el recinto portuario.

El comienzo tuvo un marcado acento canario, con el sonido de Agoney, la estrella tinerfeña del momento en la música pop española después de su paso por Operación Triunfo. El cantante enseguida conectó con el público con su frescura y espontaneidad. Agoney estaba en casa y eso lo sintió el cantante.

La siguiente estrella en salir a escena fue Mónica Naranjo, que se reencontró con el público cuatro años después sobre el escenario, con todo el poderío y la pasión de la pantera, en un concierto acústico que sedujo al público.

La cantante elevó la temperatura de la tarde de Tazacorte, ya de por sí calerosa, con su repertorio emocional y cargado de sensualidad, que alcanzó uno de los momentos cumbres con uno de sus más emblemáticos temas: Desátame.

Miles de gargantas acompañaron este auténtico himno, en uno de los momentos sin duda que quedará grabado a fuego para la memoria de los asistentes al concierto. Público con el que la cantante dialogó mucho de amor y de respeto.

Mónica Naranjo cerró su concierto con “uno de los grandes artistas que ha dado esta tierra”, Agoney, cantando a dos voces otros de los grandes temas que han marcado su carrera musical: Sobreviviré. Un final por todo lo alto para una de las actuaciones más esperadas en el Love Festival.

El relevo sobre el escenario lo tomó Carlos Rivera. El mexicano subió al escenario con un tema cargado de fuerza, que enseguida reenganchó al público al ritmo del concierto que había dejado por todo lo alto Mónica Naranjo.

Los temas románticos de Rivera contagiaron los mejores sentimientos al público que se dio cita en el Puerto bagañete. El cantante dejó para el final uno de sus grandes temas, Regresa mi corazón, con el que se despidió del escenario.

A las 21:30 horas, el recinto portuario lo llenó la voz enigmática de la estrella más esperada de la noche, LP. La delicada figura de Laura Pergolizzi contrastaba con la fortaleza de sus temas y su poder sobre el escenario.

Acompañada de un ukelele, una guitarra y hasta una pandereta en algunos de sus temas, el sonido de la cantante norteamericana nos trasladaba a otras latitudes, mientras entraba la noche. Los registros vocales de LP y la autenticidad que destila su directo construyeron sin duda el momento cumbre de todo el concierto.

Con el poder de una rockera, cerró con uno de sus grandes temas, Lost on you, arropada por una banda inmensa que dejó los acordes más potentes e inolvidables de cuantos se pudieron disfrutar esta velada del amor hecho música.

El relevo lo tomó Prince Royce, que puso el acento latino del concierto. El joven cantante neoyorkino hizo bailar al público al ritmo de la bachata, estilo que lo ha situado en el top mundial de las listas de cantantes.

La noche ya se ponía algo fría, con la brisa del mar, y como anillo al dedo llegó la ternura y la complicidad de Pablo López, que generó una atmósfera entrañable como solo sabe hacer el músico andaluz.

Era una de las actuaciones más esperadas de la noche y no solo no defraudó, sino que conquistó al público con un repertorio que corearon sus fans con el cantante, que estuvo acompañado de su inseparable piano.

El relevo llegó por otra actuación muy esperada, la de Fangoria, que este año regresaba a La Palma, pero esta vez al concierto del Love. Olvido Gara, todo un icono del colectivo LGTBI+, hizo vibrar al público que se resistía a que terminara la noche, a la que puso el broche de oro la música tecno de Brian Cross.