Aralda Rodríguez: "Los restos de Franco debieron estar en otro sitio hace muchos años"

44 años después los restos del dictador, Francisco Franco, han sido exhumados del Valle de los Caídos y ya descansan, junto a los de su esposa, Carmen Polo, en el cementerio de Mingorrubio. La medida del Gobierno que se ha materializado este jueves, después de una larga batalla judicial protagonizada por la familia del dictador, ha sido especialmente aplaudida por los familiares de las víctimas del franquismo, muchas de las cuales siguen todavía hoy enterradas en fosas comunes o tiradas en cunetas.

Para la presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Palma, Aralda Rodríguez, que sigue buscando a su padre y a un tío, esta exhumación era necesaria porque “era una dictador y sabemos desde que lo enterraron que no le pertenecía estar allí”. “La verdad es que estorbaba porque estaba con todos los que él mandó a matar”, así que “los restos de Franco debieron estar en otro sitio hace muchos años”. Sin embargo, Rodríguez consideró que el gasto de esta exhumación lo tenía que haber pagado la familia y no el Gobierno.

Aralda se mostró partidaria de que una vez retirados los restos del dictador del Valle de los Caídos, este espacio se dedique a la Memoria Histórica porque “ese mausoleo es de la memoria histórica, no de Franco ni de la familia”. Además recordó que hay muchas personas tiradas en las cunetas que ya no tienen familiares, de las que el Gobierno se debería hacer cargo y enterrarlas allí.

Un gobierno, el español, con el que la presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Palma se mostró crítica porque “no está ayudando para buscarlos”. “Yo creo que no está cumpliendo con su deber porque se ha hecho un gasto para quitar a Franco, y sigue habiendo restos de muchas personas todavía en las cunetas que hay que recuperar”. “Si hacen gasto para una cosa que la hagan para la otra también, que nos los merecemos lo mismo porque hay muchos enterrados que no tenían que estar muertos sino con sus familias, porque no hicieron nada. En las islas no hubo guerra, y Franco mandó a matar a todo el que le dio la gana y esas personas no tienen justicia ni tienen nada”, se lamentó.

Aralda Rodríquez sigue luchando para encontrar a dos familiares cercanos, “llevo batallando -recordó- para quitar a mi padre de Los Llanos cinco años y todavía no me han dado el sí para abrir la fosa donde está. Y mi tío está tirado por ahí, y no lo he encontrado”. “Por qué no se busca a esa gente -se preguntó-, por qué no se les apoya, y se da dinero para que se les encuentre a todos. Eso es lo que yo quiero, no por los míos solo, sino por todos los demás, para poder llevarlos a un cementario donde están todas las personas que se mueren”.

Por último, manifestó de los familiares de Franco que “si lo hubieran querido se lo habrían llevado y no habrían montado este espectáculo que han hecho”, por lo que insiste en pedirle al Gobierno que lo mismo que ha costeado los gastos par sacar “a este señor que no estaba en ninguna cuneta, que dé ayudas para quitar a todas las personas que están tiradas todavía por ahí y que fueron asesinadas por el dictador”. Un dictador que ya no tendrá una tumba de Estado.