El Cabildo de La Palma colabora con la Federación Insular de Caza en el proyecto 'Por el hábitat'

“Velhoco ha escrito:
Los cazadores sueltan conejos pequeños de cría en los montes. Ahora esa práctica estará, me imagino, apoyada por el Cabildo. Agulillas y cernícalos, enemigos naturales de los conejos, sobre todo cuando son gazapos, sorprendentemente están desapareciendo cuando hay abundancia de comida para ellos. Los agricultores que tengan viña estarán aterrados con esta noticia.”

Velhoco, jodidamente bien expuesto su comentario. Sí, claro, no estará, está apoyada por el Cabildo, ya que este colectivo les proporciona lo que tanto desean en sus elecciones: votos, y no verse su campaña mermada por no seguirle la corriente y deseos de estos descerebrados.

Mi sorpresa fue mayúscula cuando en un reportaje televisivo de canarias vi que existen granjas-viveros de “lindos lepóridos”, para repoblar nuevamente los montes donde se precise, así garantizar que el “censo cinegético” se mantiene activo.

Con respecto a:” Los agricultores que tengan viña estarán aterrados con esta noticia”. Pues…, ya no tanto, particularmente son cuarenta años con las mismas cucharadas todas las temporadas, eso sí, no termino de acostumbrarme en ver cómo le descerrajan dos disparos; una abundante perdigonada a una pareja de cernícalos dándoseles de comer a sus podencos. Afeado tal hecho a un trío de cazadores, autores del hecho, uno de ellos, el “Pancho Villa”del grupo, llevándose el dedo pulgar de su mano derecha al correaje de su “Beretta” doble cañón, lo levanta de sobre su hombro, que se viese clara la intención del siguiente comentario: ¿No vé Ud. lo que llevo aquí?- Sí, claramente, faltaría más, y ¿que va hacer Ud.?, ¿ Practicarme una traqueotomía? ¿Aliviarme los bronquios de mi catarro?- Si hiciera falta sí, así que no se ponga tonto. ¿Tonto?

Es decir, que se permiten amenazar al dueño de la propiedad, que no es un coto privado de caza, pues todo ocurrió ahí.

El Código Civil es bastante claro al respecto: “Nadie puede entrar en campo ajeno aunque esté sin vallar”. “Establece el mismo que las propiedades privadas se consideran acotadas y cerradas, aunque físicamente no lo estén”.

Con respecto al amor por sus animales, sepan lo que algunos cazadores hacen con sus perros una vez ya no les son útiles para ese fín: “Morirán de hambre, colgados o de un disparo Si además han tenido el infortunio de dar con un cazador especialmente cruel, serán colgados de manera que sus patas rocen ligeramente el suelo, lo suficiente como para alargar aún más la agonía. Es lo que en la tradición galguera se conoce como “tocar el piano”.

Bien, se aprecia que se me ha ido el baifo, y el motivo se intuye, ni me gusta el talante cabildicio, ni mucho menos el colectivo, la casta de cazadores, que si bien parece que están todos en la misma saca, cuando me den razones de no violencia, respeto por lo ajeno, respetar la naturaleza y sus pobladores desiguales, ya estaré en condiciones de hacer una nueva valoración, en tanto sigo afirmando son unos violentos irrespetuosos y dispongo de centenares de casos reales, algunos dramáticos con resultado de lesiones graves y nadie se ha responsabilizado de ello. Pese a que deben disponer de seguro obligatorio de responsabilidad Civil y Penal, tanto el cazador con armas o sin ellas, es decir, solo perro, perro y hurón, por supuesto renovable anualmente junto a la correspondiente y preceptiva licencia.

El Cabildo que continúe con su política empática de este grupo, con tal de no afectarles los resultados electorales. En tanto, sigamos desparramando, poblando los campos de conejitos y demás plagas importadas qué a fin de cuentas, la viticultura, las verduras, campos y cultivos no tienen el mínimo valor, ¡Que carajos!