Perdomo: "La prioridad es abrir las 24 horas la carretera La Laguna-Las Norias a finales de este mes"

El Cabildo de La Palma sigue trabajando en recuperar las comunicaciones viarias afectadas por la erupción volcánica de 2021 para ir recuperando la movilidad perdida en el Valle de Aridane.

En este sentido, el vicepresidente del Cabildo y consejero de Infraestructuras, Borja Perdomo, ha asegurado a El Apurón, que la prioridad en este momento es poner en funcionamiento las 24 horas del día la carretera La Laguna-Las Norias, porque “para acabarla tardaremos más pues hay que colocar toda la valla y terminar de colocar todas las farolas”.

Así, adelantó Perdomo que se van a ir colocando las farolas solares al menos en los puntos más complejos de la vía para abrirla a finales de este mes de noviembre, y a la vez seguir trabajando para terminar de forma definitiva y cuanto antes esta vía, que se abrrió solo cuatro meses después de apagado el volcán por encima de las coladas, convirtiéndose en uno de los símbolos de la reconstrucción.

De la importancia que tiene esta carretera dan cuenta los más de 5.000 vehículos que pasan a diario por ella y su apertura total durante todo el día supondrá un alivio importante para todos los usuarios pero sobre todo para quienes empiezan a trabajar o salen de sus puestos de trabajo fuera de los horarios de apertura actuales de la vía.

Por otro lado, el vicepresidente del Cabildo también detalló que se van a concluir los accesos que dicha carretera tiene a la zona de Corujo, Cabrejas, y a las zonas que se quedaron aisladas, así como el Camino Aniceto ya que “no pudimos llegar al final”.

“Estamos viendo un estudio alternativo para poder comunicar el Camino Aniceto por la parte alta porque de las solicitudes que tenemos de apertura de caminos podríamos decir que ya están todas ejecutadas por parte del Cabildo”, defendió el consejero que se mostró muy satisfecho y agradecido del gran trabajo realizado por las empresas palmeras que han ejecutado estos trabajos en condiciones, en ocasiones extremas, por las altas temperaturas de las coladas.