Vecinos de Fuencaliente, ante la polémica que se ha suscitado con la Plataforma Más Nunca, están recogiendo firmas para que el dinero que se donó por instituciones y que se recogió en diversos actos benéficos que se celebraron en beneficio de los afectados del incendio sea repartido a los mismos.
Así lo expresó el que fuera hasta hace poco portavoz de Más Nunca en La Palma, Eduardo Pérez, quien describe que el "malestar general se palpa en el ambiente, y los vecinos piden respeto hacia ellos y hacia todas las personas que colaboraron con el municipio en la recaudación de los actos solidarios". Pérez considera lamentable que "ante un gran acto de solidaridad que se ha producido por la desgracia de Fuencaliente, se haya llegado hasta ciertos extremos".
"Los vecinos de Fuencaliente están cabreados con todo lo sucedido en relación a la Plataforma Más Nunca de Las Palmas por las recaudaciones que se han realizado en distintos actos benéficos para los afectados del pasado incendio en La Palma", comentó el ex representante de la Asociación que fue expedientado y expulsado de la misma precisamente cuando trató de repartir tales fondos entre los afectados.
Aseguró que "en la última reunión de la Plataforma, en el municipio de Fuencaliente, explicaron que Más Nunca no se dedica a repartir dinero a los afectados, y no dieron explicaciones de las graves acusaciones que se publicaron en los medios acerca del modo en que los directivos de La Palma hicieron el reparto". En este sentido, recordó que se dijo por parte de la Plataforma que "el reparto de los donativos se realiza de una manera poco transparente y en la que solo participa una persona de la Comisión, beneficiándose de buena parte de los "talones" y que "..se realiza en privado bajo el criterio de unos amigotes que benefician a sus conocidos"
"Estas graves acusaciones vertidas en los medios ha sido lo que ha increpado la situación en algunos directivos, socios y afectados por el incendio en La Palma", comentó Eduardo Pérez, que explicó que en dicha reunión, al no desmentir dichas acusaciones, el ambiente explotó. Y es que, según su relato, "después de una hora y media de tensa reunión, los socios comenzaron a marcharse indignados ante la actitud poco conciliadora del representante de la Plataforma". Posteriormente, se produjo "la renuncia de la mayoría de los directivos palmeros, ocho de catorce, y el abandono de un gran número de socios presentes". "La reunión finalizó sin una mayoría simple representativa por el interés general".
Pérez señaló que en el siguiente comunicado de la Plataforma, donde se afirmaron cuestiones como que "durante el encuentro, se despejaron todas las dudas respecto al reparto de los fondos (…) Este aspecto permitió desmentir malsanos rumores y noticias que no se ajustaban a la realidad de la organización y dar la certeza que necesitaban los socios y socias de esta isla". Este último comunicado "ha terminado por desquiciar la paciencia de un gran número de socios y afectados, que ya están hartos de tantas mentiras, y piden un mínimo de respeto hacia todas ellos", denunció.
En cuanto a las manifestaciones realizadas en este medio de comunicación, donde indicaban que "una familia que perdió su casa en El Charco, uno de los barrios más castigados primero por el fuego y luego por la posterior riada de diciembre. Aunque lo peor es que estas personas tenían un mes de plazo para presentar un recurso y se les ha agotado tiempo porque al parecer desde la delegación insular de la plataforma no buscaron ninguna gestoría que les tramitara las reclamaciones", considera que "es un claro ejemplo de malicia por parte de La Plataforma, que intenta enfrentar y confundir nuevamente a los vecinos, ya que esta familia forma parte de la delegación insular".
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