El Supremo rechaza el recurso y pone la puntilla a las casetas que serán demolidas en breve

El Supremo ha desestimado el recurso interpuesto por los vecinos de las casetas del litoral de Fuencaliente que todavía continuaban en la lucha por defender la conservación de estas edificaciones afectadas por la Ley de Costas, por lo que terminan los instrumentos legales de defensa y obligan así a su demolición, que se estima que tenga lugar en un periodo de dos meses.

El subdelegado del Gobierno, Guillerno Díaz Guerra, se reunió esta mañana con un grupo de vecinos de Fuencaliente afectados que mostraron interés tanto por el proceso, que arranca desde el año 2005, como por la evolución futura de la zona. Miguel Ángel Morcuende, director insular de la Administración del Estado, y María de Haro, senadora por La Palma, le acompañaron.

Una situación que, como dejó claro Díaz Guerra, "nos hemos encontrado", dado que venía del Gobierno anterior. En este sentido repasó el proceso que se inició en el año 2005 con el deslinde del dominio público marítimo terrestre que localiza en este espacio una serie de casetas en las playas del Faro, Punta Larga y La Zamora, sobre las que la Administración de Costas abrió expediente.

Contra ese expediente, un importante grupo de vecinos interpuso un recurso de alzada, mientras que otros acataron la orden de demolición. Rechazado, acudieron a la vía del contencioso administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, que desestimó el recurso en 2008. Y, como úlima esperanza , apelaron al Supremo que comunicó el pasado mes de marzo el recurso de casación.